Revista Arte

Alphonse Allais

Por Efren

Hablamos de matar el tiempo como si no fuera el tiempo el que nos mata a nosotros.Alphonse Allais

Aunque no se puede reivindicar la idea de que el minimalismo sea una invención francesa, es un hecho histórico (aunque extremadamente desconocido) el que las primeras pinturas monocromas y la primera música radicalmente minimalista de Europa fue compuesta por un curioso hombre nacido en Honfleur, Normandía. Si la arquitectura minimalista tiene sus raíces en Adolf Loos, la música y el arte las tienen en Alphonse Allais, quien ya en la década de 1890 empezó su propio proceso de substracción, restando imágenes, emociones, decoraciones, e intentando llegar a lo esencial del arte y de la música.

La obra del escritor, periodista y humorista francés Alphonse Allais (Honfleur, Calvados, Normandie 20 octubre 1854- Paris 28 octubre 1905) constituye el ejemplo más temprano en la historia de música silenciosa y de cuadros monocromos. Nacido en el establecimiento de su padre (ahora convertido en el Petit Musée d’Alphonse Allais), el farmacéutico Charles-Auguste Allais, por decisión paterna iniciaría los estudios de farmacia que finalmente terminaría abandonando para dedicarse a la escritura, llegando a escribir durante toda su vida más de 1.700 relatos cortos, 2 obras de teatro, una novela y numerosos poemas y aforismos. El universo narrativo de Allais resulta muy divertido, desprovisto de cualquier dramatismo y de cualquier solución moralista o crítica. En un estilo conciso, sintético, minimalista, de fácil lectura pero de difícil comprensión todos los relatos de Allais ofrecen una mirada irónica y diferente hacia un mudo en el que son posibles todas las soluciones. Resultan particularmente interesantes sus poèmes holorimes compuestos por palabras homófonas, donde rima está constituida por la totalidad del verso:

Par les bois du Djinn, où s’entasse de l’effroi
Parle et bois du gin ou cent tasses de lait froid.

La labor de Allais como artista plástico se enmarca dentro del movimiento patafísico francés de finales del siglo XIX Les Arts Incohérents, liderado desde 1882 hasta 1887 por Jules Lévy, quien posteriormente intentó resucitarlo con escaso éxito durante el periodo de 1889-1896. Su objetivo no era otro que luchar contra el pesimismo que imperaba en Francia ante el cambio de siglo a través de una colección de parodias y de obras irónicas, abiertamente absurdas e incoherentes. Todos los extravagantes autores adscritos a este movimiento provienen de múltiples horizontes; es cierto que había pintores como Henri Pille, Antonio de La Gandara, Tolouse Lautrec o Caran d’Ache, pero también había periodistas, escritores, grabadores, humoristas o poetas como Paul Bilhaud, Guillaume Livet, Charles Clairville, Bertol Graivil, Charles Cros y el propio Alphonse Allais. Todas las obras de estos personajes cumplían el requisito fundamental para ser admitidos dentro del grupo de Les Arts Incohérents:

Toutes les œuvres sont admises, les œuvres sérieuses et obscènes exceptées.

El éxito de crítica y público de las diversas ediciones del Salon des Arts Incohérents celebrado en la Galerie Vivienne o en el Théâtre de l’Eden durante el periodo de 1882-1884 jamás podía hacerles prever a sus autores que su estilo involuntariamente constituiría un remoto germen del estilo minimalista, del sound art y del arte conceptual que surgirían en la segunda mitad del siglo XX. La imaginación que Allais plasma en su obra también fue muy admirada por los surrealistas como René Magritte o André Breton quienes apreciaban mucho sus sarcásticos comentarios y los llegaron a calificar de proto-surrealistas. De hecho Breton incluyó algunos de sus escritos en su Anthologie de l’humour noir y Magritte realizó hasta tres gouaches titulados Hommage à Alphonse Allais con la imagen de un pez fuera del agua rodeado por un collar de perlas. Como se puede apreciar el pintor ha seguido la metodología surrealista de descontextualizar un objeto, exponiéndolo a elementos diferentes para así alterar su propia naturaleza de una forma sorprendente y desconcertante.

“I happen to be re-reading Allais, and you mention him: what a terrific guy! …When the joke reaches the pitch to which Alphonse Allais brings it, it’s obvious then this joke becomes frightening or loses its charm in those circles that are interested in being amused. Thus Allais is not a scribbler, but someone who really belongs to the literary world”
René MagritteAlphonse Allais

Con el fin de demostrar la influencia de Allais en las corrientes minimalistas artísticas y musicales de la segunda mitad del S.XX estudiaremos sus dos obras por separado y las pondremos en relación con la historiografía oficiosa del minimalismo. Sólo así entenderemos el hecho de que Allais fue un auténtico adelantado a su tiempo y un precursor de un estilo artístico que tardaría más de 6 décadas en imponerse. 

MONOCHROÏDES (1882-1884)
Fue el crítico británico Richard Wollheim el primero en emplear en 1965 el término minimalismo (que acabo imponiéndose a otras terminologías menos afortunadas como “estructuras primarias, “arte ABC”, ”arte negativo”, “literalismo” o “arte nihilista”) para referirse a la radical reducción racionalista promovida por las nuevas tendencias del arte de la década de los ‘60. Dicho término sirvió para aglutinar la obra de artistas americanos como Donald Judd, Carl Andre, Dan Flavin, Frank Stella o Sol LeWitt, quienes se revelaron “corrigiendo” de algún modo el rumbo tomado en la primera mitad del siglo por el constructivismo ruso (Kasimir Malévich), la Bauhaus (Josef Albers) y el neoplasticismo (Piet Mondrian). El arte que estos autores realizaban no quería ser ni pintura ni escultura, pero al final el adjetivo minimalista ha salido del círculo de las artes plásticas para instalarse por doquier, empezando por la arquitectura (Luis Barragán, Tadao Ando, Herzog & De Meuron, Alberto Campo Baeza, Peter Zumthor, Ábalos & Herreros, Rafael Moneo, Dominique Perrault…), la música (John Cage, Alvin LucierStuart Marshall, Mary Lucier, La Monte Young, Eric Satie…), la decoración (Philippe Starck…), la fotografía (Jeff Wall, Andreas Gursky)  y la moda (Issey Miyake, Calvin Klein, Donna Karan…).

Con nuestra arquitectura de las superficies pretendemos cuestionar la forma (…) esto significa que la superficie y la forma se relativizan mutuamente de manera tan poderosa que ya nada es susceptible de una única interpretación.
Herzog & De Meuron

Los primeros minimalistas norteamericanos estaban empeñados en hacer un arte “genuinamente americano” y creían haber repudiado toda la conexión con la tradición y vanguardia europea porque estimaban que se encontraba demasiado cargada de valores, sentimientos e ideas filosóficas (por supuesto, estos artistas no estaban al corriente de la obra pictórica de finales de siglo de Allais). Su intención era la de presentar, no representar, y describir, no explicar ni analizar, para lo cual se debía de eliminar cualquier connotación cultural de la obra. Por ello les resultó de inmenso interés la traducción al inglés del ensayo Phénoménologie de la Perception del filósofo francés Maurice Merleau-Ponty:

Volver a las cosas mismas es volver a este mundo antes del conocimiento del que el conocimiento habla siempre, y respecto del cual toda determinación científica es abstracta, signitiva y dependiente, como la geografía respecto del paisaje en el que aprendimos por primera vez qué era un bosque, un río o una pradera.

Sin embargo y pese a lo expresado por los propios artistas acerca de la búsqueda de una identidad completa entre el objeto, la percepción y la idea, probablemente ningún otro movimiento ha sido objeto de semejante torrente de interpretaciones diferentes, contradictorias y hasta excluyentes:

  • El crítico de arte Clement Greenberg opinaba que el minimalismo era la “apoteosis del idealismo vanguardista”.
  • Donald Kuspit, profesor de la Stony Brook University lo describe como la “apariencia del pensamiento racional” enlazando el minimalismo con la tradición occidental, que tanto en la Antigüedad Clásica como en el Renacimiento, buscaba la inteligibilidad mediante la matemática.
  • Para la profesora de Columbia Rosalind Krauss tiene una opinión completamente contraria a la de Kuspit, situando al minimalismo como el fruto de un pensamiento obsesivo y repetitivo.
  • Para el profesor de Princeton Hal Foster el minimalismo escultórico supone una resistencia materialista ante el capitalismo triunfante.
  • Muy al contrario que para Foster, para la crítica Anna C. Chave el minimalismo no es más que el rostro del capital y del poder, una muestra de la retórica del poder.

Es por ello que una nueva generación de artistas (Aurélie Nemours, Jorge Oteiza, Imi Knoebel, Blinky Palermo, Bruce Nauman, Dan Graham, Eva Hesse, Cildo Meireles, Mona Hatoum, Félix González-Torres…)  han buscado la superación del minimalismo transgrediendo con talento no tanto su enseñanza plástica sino el dogmatismo teórico que implicaba su idea de vacío, asepsia, neutralidad perceptiva y amoralidad, con lo que el contenido de este nuevo minimalismo “pervertido” resulta mucho más amplio desde un punto de vista poético y político.

A menudo esta “historiografía oficiosa” del minimalismo se olvida intencionada o inintencionadamente de los irónicos monochroïdes de Allais presentados en una de las ediciones parisinas del Salon des Arts Incohérents. Sin embargo lo cierto es que si de verdad queremos rebuscar más profundamente en las raíces de la pintura monocroma nos tenemos que remontar hasta el año 1760. Fue en ese año en el que el escritor Laurence Sterne introdujo una página completamente en negro en su novela The Life and Opinions of Tristram Shandy, Gentleman para ”ilustrar” la muerte de uno de los protagonistas. Sorprendentemente también podemos mencionar a los Impresionistas como precursores de la pintura monocroma. Sirvan dos  ejemplos para demostrar dicha afirmación:

Sin embargo, la verdadera aportación de la obra de Allais a la pintura monocroma es el hecho de que por vez primera se expuso en un contexto expositivo una obra verdaderamente monocroma (aunque no abstracta, como nos revelarán de manera humorística cada uno de los títulos de estas siete obras), lo cual constituye un auténtico precedente en la historia del arte que influyó indirectamente en el minimalismo a través del dadaísmo de principios de siglo:

  • Stupeur de jeunes recrues de la Marine en apercevant pour la première fois la Méditerranée. Hoy en día al pensar en un monocromo azul nos viene rápidamente a la mente la obra de Yves Klein, quien llegó a patentar una tonalidad de un pigmento azul cobalto bajo la denominación de IKB (International Klein Blue). Sin embargo sería un error olvidarnos de algunas pinturas de la obra radical, de base teórica pero sin carga ideológica de los artistas americanos Joseph Marioni y Frederic Thursz y de algunas obras aisladas de Ad Reinhardt
  • Récolte de la tomate par des cardinaux apoplectiques au bord de la mer RougeAunque artistas como Yves Klein, Joseph MarioniRichard Tuttle, Lucio Fontana, Ad Reinhardt, Robert Rauschenberg Frederic Thursz han experimentado con algunos cuadros monocromos en rojo, debemos destacar en este punto al artista Rupprecht Geiger, quien llegó a afirmar que “el rojo es EL color. El rojo es bello. El rojo es vida, energía, potencia, poder, amor, calor, fuerza. El rojo te eleva”Alphonse Allais
  • Des souteneurs, encore dans la force de l’âge, le ventre dans l’herbe, buvant de l’absinthe. Caben citar algunos ejemplos aislados de monocromía verde en obras de Yves Klein de 1957 o en algunas de las creaciones de Joseph Marioni, Lucio Fontana, Jasper Johns o Frederic Thursz, aunque el referente de la monocromía verde es sin lugar a dudas el norteamericano Alan Ebnother.
  • Première communion de jeunes filles chlorotiques par un temps de neige. No cabe duda que hablar del monocromo blanco en el siglo XX es hablar de la figura estelar de Piero Manzoni y sus Achromes, aunque tampoco podemos olvidar la presencia de artistas como Kasimir Malévich, Agnes Martin, Sol LeWitt, Robert Rauschenberg o Robert Ryman.Alphonse Allais
  • Combat de noirs dans un tunnel, la nuit. Para la realización de esta obra Allais se inspiró en una obra muy parecida que el artista Incohérent Paul Bilhaud firmaría en 1882 (Combat de nègres dans une cave, pendant la nuit). Nótese que esta pintura negra monocroma precede en más de 30 años a la que se tiene habitualmente como la primera pintura monocroma de la historia, el Cuadrado Negro del suprematista Kasimir Malévich. Desde entonces son muchos los ejemplos que nos encontramos de monocromía en negro a lo largo del S.XX en obras de artistas como Ad Reinhardt, Robert Rauschenberg, Allan McCollum, Joseph Marioni, Frank Stella, Gerhard Merz, Pierre Soulages u On Kawara. Y es que tal y como estableció Theodor Adorno el arte moderno tras la II Guerra Mundial tenía que estar de luto y expresar su tristeza y su rabia por lo que hay de muerte, de mutilado, de humillado y de ofendido en todos y cada uno de nosotros (“decir hoy arte radical es lo mismo que decir arte sombrío, con el negro como color de fondo” ).Alphonse Allais
  • Manipulation de l’ocre par des cocus ictériques. El interés de artistas como Imi Knoebel o Joseph Marioni por los colores primarios (en particular el amarillo) los convierte en lejanos legatarios de esta obra de Allais. Resulta curioso el caso de la obra Zone de Sensibilité Picturale Immatérielle de Yves Klein en la que el artista se ofrecía a vender fragmentos de su sensibilidad pictórica a cambio de una hoja de 20 gramos de oro. Cada uno de los 7 compradores que hubo recibió un cheque que debía quemar mientras que Klein arrojaba la mitad de la cantidad de oro al Sena. La otra mitad serían empleadas en sus obras monocromas doradas.
  • Bande de pochards poussiéreux dans le brouillard. Resulta complicado encontrar ejemplos de pintura monocroma gris en el arte contemporáneo salvo en determinados trabajos de Jasper Johns, Agnes Martin, Brice Marden o Gerhard Richter, por citar algunos ejemplos.

MARCHE FUNÈBRE COMPOSÉE POUR LES FUNÉRAILLES D’UN GRAND HOMME SOURD (1897)
La historiografía del minimalismo musical también se olvidó por completo de Allais, desde que el 30 de marzo de 1972 Tom Johnson fue el primer crítico musical que habló por primera vez de música minimalista en un artículo publicado por el Village Voice titulado The Minimal Slow-Motion Approach. Dicho artículo hacía referencia a tres obras compuestas por tres artistas distintos, presentadas en un concierto histórico que tuvo lugar en la iglesia presbiteriana de Greenwich Village:

  • A Sagging and Reading Room de Stuart Marshall: Interpretada por tres personas que trasladaban unas grabadoras de un sitio a otro del escanario, mientras que se escuchaba una voz pregrabada describiendo dónde se encontraba cada grabadora respecto de las demás: “At the time of the next statement, this cassette will be closer to microphone one than Alvin’s cassette, and further from microphone two than Mary’s cassette” luego se oía una voz distinta: “At the time of the next statement, this cassette will be further from microphone one than Stuart’s cassette, and further from microphone one than Mary’s cassette”.
  • Journal of Private Lives de Mary Lucier: La obra comenzaba con una especie de preludio que consistía en diapositivas en blanco y negro que reproducen distintas monedas, junto con recortes de prensa invertidos y casi imposibles de leer.  El cuerpo de la obra consiste en tres acontecimientos simultáneos: En una pantalla a la izquierda se ve una mano que escribe lentamente un mensaje “In the dream I am writing you a letter. I don’t know what I am saying in the letter, but you must mail me a letter arranging to meet me on such and such a day… etc”. En otra pantalla a la derecha  hay una serie de diapositivas  que muestran vistas ligeramente distintas a través de una pantalla . Todo es más bien difuso y se requiere mucha concentración para captar las diferencias entre unas cosas y otras. El tercer acontecimiento tiene lugar en una pantalla situada en el medio de las otras dos en la que durante algún tiempo se ven diapositivas de colores uniformes, con ligeras diferencias de matiz. Luego hay dos proyecciones simultáneas y una pareja empieza a bailar a cámara lenta un baile de salón en completo silencio, arrojando unas misteriosas sombras dobles.
  • The Queen of the South de Alvin Lucier: Cuatro cantantes estaban sentados alrededor de una lámina de metal de alrededor de 1 metro cuadrado espolvoreada de arena. Cuando cantaban ante sus micrófonos la vibración hacía que la arena se moviera formando diversos motivos.

Unos años más tarde contemplando la cuestión de la música minimalista desde Europa Tom Johnson se dio cuenta de cuántos compositores no americanos estaban intentando también huir de las complejidades del serialismo, reduciendo la música a algo que pudieran huir y comprender (Michael Nyman, Arvo Pärt, Victor Ekimovsky, Juan Hidalgo, Walter Marchetti…). Por ello en la nueva redefinición de música minimalista dada en 1990 se abarca un amplio espectro de estilos y compositores:

The idea of minimalism is much larger than most people realize. It includes, by definition, any music that works with limited or minimal materials: pieces that use only a few notes, pieces that use only a few words of text, or pieces written for very limited instruments, such as antique cymbals, bicycle wheels, or whisky glasses. It includes pieces that sustain one basic electronic rumble for a long time. It includes pieces made exclusively from recordings of rivers and streams. It includes pieces that move in endless circles. It includes pieces that set up an unmoving wall of saxophone sound. It includes pieces that take a very long time to move gradually from one kind of music to another kind. It includes pieces that permit all possible pitches, as long as they fall between C and D. It includes pieces that slow the tempo down to two or three notes per minute.

Dentro de esta definición sólo la última frase o categoría se acercaba a la idea de música silenciosa (“…pieces that slow the tempo down to two or three notes per minute”). Sin embargo la propia definición de música silenciosa contiene una contradicción conceptual similar a aquella en la que incurriría el surrealista Magritte cuando pintó una pipa y escribió debajo Ceci n’est pas une pipe

La marcha fúnebre para los funerales de un gran hombre sordo de Allais se trata sin duda alguna del ejemplo más antiguo de auténtica música que es realmente silencio. En aquella época muchos pensaron que la obra era un chiste, y de hecho esta obra puede considerarse más como una parodia de la música audible que como el producto de una verdadera creencia en la música silenciosa. Sin embargo lo cierto es que la música silenciosa al igual que los ready-mades, los monocromos u otras grandes ideas del arte comenzaron en un primer momento como una broma y han encontrado progresivamente su acomodo dentro de la historia del arte. Por ello no resulta excéntrico el hecho de que hoy en día podamos escuchar esta marcha fúnebre como el inicio del sound art.Alphonse AllaisEl prefacio de esta marcha fúnebre parece constituir una irónica explicación para los pentagramas vacíos que constituyen su música, y que según instrucciones de su compositor deben interpretarse en un ritmo Lento rigolando:

L’auteur de cette marche funèbre s’est inspiré dans sa composition, de ce principe, accepté par tout le monde, que les grandes douleurs sont muettes.
Ces grandes douleurs étant muettes, les exécutants devront uniquement s’occuper à compter les mesures. au lieu de se livrer à ce tapage indécent qui retire tout caractère auguste aux meilleures obsèques.Alphonse Allais

 Hay cientos de maneras de hacer “música silenciosa” inspiradas por la obra de Allais tal y como han demostrado múltiples artistas a lo largo del S.XX en diversas obras que he seleccionado del catálogo de la exposición Minimalismos, Un Signo de los Tiempos, celebrada por el MNCARS en 2001:

  •  4′33″ de John Cage: Constituye todo un clásico, siendo el ejemplo más conocido de música silenciosa. Probablemente se trate de una de las obras más discutidas del S.XX al ser tildada de nihilista, de broma definitiva, de negación de la música. Sin embargo todavía hoy se sigue apreciando mucho su fuerza y originalidad. Concebida para ser  interpretada en un concierto, esta pieza fue estrenada por David Tudor en un famoso concierto en Woodstock, Nueva York en 1952  de tal modo que durante cuatro minutos y treinta y tres segundos la sala de conciertos permaneció en un silencio sepulcral. El silencio zen de esta obra de Cage se vincula frecuentemente con la fría espiritualidad de los White Paintings de Robert Rauschenberg, lo cual demuestra la estrecha vinculación entre los artistas de las más diversas disciplinas que había en Nueva York por esa época.

I have spent many pleasant hours in the woods conducting performances of my silent piece, transcriptions, that is, for an audience of myself, since they were much longer than the popular length which I have had published. At one performance, I passed the first movement by attempting the identification of a mushroom which remained successfully unidentified. The second movement was extremely dramatic, beginning with the sounds of a buck and doe leaping up to within ten feet of my rocky podium… The third movement was a return to the theme of the first, but with all those profound, so-well-known alterations of world feeling associated by German tradition with the A-B-A.
John Cage: Music Lovers’ Field Companion
Alphonse Allais

  • El libro Arpocrate seduto sul loto de Walter Marchetti pretende ser un texto para enseñarnos a componer, pero incluye también El libro de la forma, que nos enseña a escuchar “música mental”. El libro, al igual que la mayoría de la obra de Marchetti es silencioso, y aunque había que sostener algunas notas el mayor tiempo posible, las pausas entre fragmentos a menudo duran horas por lo que parece evidente que esta música está destinada a permanecer silenciosa para siempre.
Me interesa la música que no se puede interpretar.Alphonse Allais
  • Stochroma es una obra escrita en lenguaje de programación FORTRAN por Clarence Barlow en 1972, dedicada al compositor Karlheinz Stockhausen, con el que Barlow había estudiado. La partitura consiste en unas 300 páginas de ordenador impresas, con un conjunto aleatorio de notas para piano, combinándose de todas las formas posibles y con todas las derivaciones posibles. Las elecciones aleatorias que el ordenador realiza, convierte a Stochroma en una composición imposible de interpretar, ya que en la primera página, la duración del silencio entre el acontecimiento 4º y el 5º debe durar 2^52 segundos, lo que supone un silencio de duración de unos 109.603.844.200 años! En las páginas sucesivas hay casos en los que el pianista debería tocar unos acordes que requieren tres o cuatro manos.
  • La Symphonie Monoton-Silence es un musical “monocromo” de Yves Klein en el que el autor simplemente pidió a la orquesta y al coro que sostuvieran un acorde en re mayor. Klein también especificó que si el acorde se mantenía durante un cierto tiempo, debía ir seguido por un silencio de una cantidad equivalente de tiempo.Alphonse Allais
  • La obra Sound Colour de Karl Gerstner permanece inmóvil colgando en la pared pero sin embargo parece estar en una oscilación perpetua. Se genera así un fenómeno sinestésico en el cual el espectador que contempla la obra escucha ciertos sonidos bajos que aumentan o disminuyen con gran regularidad. El propio Gerstner explica este fenómeno en su libro The Forms of Colour:

And dark and light colours do actually have effects which are comparable to low and high musical tones. Dark colours are sonorous, powerful and mighty like deep tones. But light colours, like those of the Impressionists, act, when they alone make up a whole work, with the magic of high voices: floating, light, youthful, carefree, and probably cool too.

  • Las partituras de Música Celestial y de Música Angelical (de la serie Le Livre du Sexe) de la donostiarra Esther Ferrer no contienen nota alguna sino tan solo pentagramas e instrucciones para el intérprete, todo dispuesto sobre un fondo fotográfico que reproduce un órgano sexual femenino, todo lo cual parece translucir un evidente mensaje feminista.Alphonse Allais
  • Los dibujos de ”música gráfica” Mo-no, Musik zum Lesen de Dieter Schnebel constituyen auténticas melodías virtuales ya que no se pueden tocar con ningún instrumento, pero sin embargo se pueden seguir mentalmente sin ningún problema.Alphonse Allais
  • El compositor y guitarrista William Hellermann produjo un centenar de piezas gráficas que están más hechas para ser vistas que para ser tocadas. Sus notas están cuidadosamente escogidas, dibujadas y alineadas, formando juegos de palabras e imágenes visuales sin necesidad de que se oiga nada de música. Su trabajo, componiendo piezas que nadie tocará jamás ha sido comparado con aquél de tantos escultores medievales que pasaron años esculpiendo estatuas de de piedra que terminaron en lo alto de las catedrales, donde han permanecido esencialmente invisibles durante siglos.
  • La colección de dibujos Imaginary Music de Tom Johnson, publicada en forma de libro en 1974 son ideas cuyo autor desearía interpretar algún día, pero que en el estado actual de la ciencia deben, simplemente imaginarse. Son ideas cortas, sencillas y humorísticas que en su mayoría consisten en ideas sonoras ininterpretables que se perciben mejor por los ojos que por los oídos. Por ello y pese a tratarse de piezas imposibles, todas son audibles por la imaginación de uno u otro modo. Alphonse Allais
  • La obra de Earle Brown December 1952 es citada habitualmente como la primera partitura gráfica, es decir, la primera vez que un compositor escribió simplemente algunas líneas u otros símbolos, y dejó todas las decisiones musicales concretas a juicio del intérprete.Alphonse Allais
  • La partitura Klangtafel II de Monika von Wedel sigue la idea de la anterior obra de Earle Brown, pero en este caso las líneas son más anchas ya están pintadas sobre un lienzo y no dibujadas en un papel. Y lo que es más importante, la imagen está atravesada por cuerdas tensadas, más o menos como en los violines y las guitarras.
  • Antes de casarse con John Lennon, Yoko Ono había venido organizado a principios de los ‘60 conciertos y eventos con artistas como La Monte Young o John Cage. Su libro Grapefruit contiene textos cortos de esa época que pueden ser considerados como imágenes visuales, acciones, meditaciones o sugerencias que requieren cierto tiempo para que todas sus resonancias puedan ser percibidas a varios niveles:

Secret Piece
Decide on one note that you want to play. Play it with the following accompaniment:
The woods from 5 a.m. to 8 a.m. in summer.

  •  La mayoría de poetas y músicos que contribuyeron a la edición de la Revue Musicale en 1971, dedicada a “La Musique Lettriste” son, salvo excepciones como Isadore Isou, bastante desconocidos. Sin embargo la obra que estos artistas presentaron en algunas exposiciones, y especialmente en esta pequeña revista, merece una página en la historia de la música silenciosa. La idea clave de Les Lettristes es su reivindicación de que las propias palabras están gastadas tras tantos siglos de literatura, por lo que escritores y poetas deben enfrentarse con la letra que constituye el centro fonético de todo lenguaje. Por ello este grupo creó varias formas nuevas de literatura con lenguajes fonéticos mudos no recitables, por lo que su obra constituye música silenciosa, al igual que la obra de Allais.Alphonse Allais
  • Las Variations du Silence del artista belga Baudoin Oosterlynck consisten en 23 preludios que representan en imágenes y palabras silencios que el artista ha escuchado en la naturaleza, habitualmente durante sus excursiones por las montañas de Bélgica, Francia o España. Cada uno de estos silencios escogidos es especial por una u otra cosa, como se ve al leer sus notas y estudiar sus dibujos.
  • Desde su participación en la Scratch Orchestra en los años ‘60, el artista inglés Tom Phillips se ha interesado profundamente por la música, por lo que no es sorprendente que haya vuelto a la música en su obra visual, donde los collages son muy frecuentes. Su obra Last Notes from Endenich es un homenaje a Robert Schumann, quien pasó los últimos meses de su vida en el manicomnio de la ciudad de Endenich. Para su realización hizo algunas informaciones sobre la muerte del compositor, sobre la música de otros mundos que, según su esposa Clara, escuchaba continuamente y sobre la nota “la” que siempre estaba presente en sus oídos. Parece que Schumann dejó cierto número de fragmentos musicales en “ortografía salvaje”, que a Clara le parecían delirios musicales y que destruyó, aunque la obra de Phillips deja un atisbo de lo que habrían sido esas últimas notas torturadas de Shumann condenadas al silencio de un manicomnio.Alphonse Allais
  • Aunque docenas de artistas y compositores de USA y Europa han hecho dibujos y pinturas sobre papel pautado, sobretodo en los años ‘60 y ’70, el caso de Dick Higgins es particularmente relevante. Para un proyecto denominado The Thousand Symphonies realizó un sinfín de composiciones sobre papel pautado, el cual perforaba con lo que parecen agujeros de bala y decoraba con apasionadas pinceladas. Pese a que el resultado final parece una composición grandiosa para una gran orquesta, en realidad se trata de un ejemplo más de música silenciosa.Alphonse Allais
  • El japonés Takehisa Kosugi es más conocido como improvisador y como director musical de la Merce Cunningham Dance Company, pero durante una época dedicó bastante tiempo a dibujar sencillamente papel pautado y a hacer con él hermosas ediciones repujadas y hechas a mano que a veces se han expuesto en muestras de música gráfica. Esta obra es, ante todo una rigurosa forma de minimalismo que no provoca sonido alguno:Alphonse AllaisPara finalizar este post sobre música silenciosa me gustaría incluir dos links de “partituras imposibles” que guardan una gran relación con el tema, puesto que a pesar de ser interpretables, es decir, de no ser silenciosas en sí, merecen ser contempladas en silencio como auténticas obras de arte:
    -http://www.darkroastedblend.com/2007/02/we-dare-you-to-play-these-scores.html
    -http://www.darkroastedblend.com/2009/03/strangest-music-scores-part-2.html

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