En la vida y todavía más en el arte visual, lo importante es la intención con la cual se hace una propuesta visual. Roberto Brunetti, un diseñador gráfico de Bari, nos muestra como la inteligencia artificial generativa, cuando viene puesta al servicio de la intención y cuando se exploran los limites de sus bases de conocimiento, resulta una potente herramienta para transmitir emociones y para evocar situaciones en las cuales todos nos podemos reconocer.
La libertad de expresión y creatividad de un artista debe proponer una visión propia, que brote de los riachuelos de su propia experiencia y que sirva a otros para abrir ventanas que de otro modo permanecerían cerradas y que en cambio les permitan encontrarse, evocar, cuestionar, reflexionar y sentir.
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