Revista Cultura y Ocio

Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada)

Publicado el 07 abril 2014 por Rafael Alejandro González Escalona @rafauniversidad

suelta 14

Fotos: Fernando Medina

PROHIBIDO CRUZAR sin saber por qué lado
ir ni para qué PROHIBIDO ESTACIONARSE porque no puedes
parar la maquinaria infatigable con tu dedo
sólo porque te entró una astilla en el alma

Jorge Enrique Adoum

Cualquiera se deja caer por un parque del barrio para pasar el rato. Cualquiera se deshace de un libro que le estorba en casa. Pero cualquiera no se levanta una mañana de domingo para llegarse a un parque en el que dejará ir alguno(s) de sus libros queridos. Un libro querido es como un pariente… bueno, seamos honestos, es más que un pariente; se acerca más a esos amigos silenciosos que están ahí listos para sacarnos del apuro, sin importar cuánto tiempo llevemos sin verlos.

Realmente no tenía idea de cómo iba a reaccionar la gente a la convocatoria de la Suelta Masiva de Libros. Es muy fácil entusiasmarse con una idea en Facebook, y dar clic en “iré” y luego dormir a pierna suelta la resaca de la fiebre de sábado por la noche. Pero atravesar la barrera entre el acto digital y el físico requiere un extra de voluntad que muchos no parecen tener. Y sin embargo, el 6 de abril un grupo de gente demostró que la cultura es amor. Lo demostraron niños pequeños acompañados por sus abuelas, lo demostraron jóvenes inquietos, lo demostraron señoras y señores de las más variadas pintas y profesiones que se desperdigaron por el parque de H y 21 desde las diez de la mañana en uno de los actos más hermosos que he tenido la suerte de participar.

No fue una limpia de libreros, fue una verdadera demostración de cariño, de cariño por los libros y por el prójimo. Allí vi cambiar de dueño libros de Vallejo, Coetzee, Pessoa, Bolaño, Eco, Twain, Martínez Heredia, Faulkner; en una promiscua y deliciosa avalancha de páginas inolvidables.

Hubiera querido ver más caras desconocidas, pero fue esta una primera vez, y superó mis expectativas considerando el mínimo acceso a Internet de los cubanos. Deliberadamente eludí cualquier intento de institucionalización del evento, me intrigaba saber hasta dónde éramos capaces de movilizarnos un grupo de ciudadanos en función de una hermosa y que no requería más recursos que el infinito pero valioso deseo. El resultado fue un suceso cargado de poesía, un ensayo de lo que podríamos hacer si de vez en cuando rompemos el hielo de las iniciativas, si a cada tanto abandonamos la modorra de la silla e intentamos alguna locura para alterar el orden establecido de las cosas.

Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada) Alteraciones del orden y otras utopías (#UnLibroACambioDeNada)

Aquí les dejo además el poema completo de Adoum, para que sirva de himno en actividades como esta:

Prohibido fijar carteles, por Jorge Enrique Adoum

Despiertas casi cadáver cuando el reloj lo ordena,
el día no te espera, hay tanto capataz que mide
el milímetro del centavo que se atrasa por ti,
bebes el café que te quedó de ayer y sales
consuetudinario PROHIBIDO CURVAR A LA IZQUIERDA
y casi PROHIBIDO PISAR EL CÉSPED y pisas el césped
porque ibas a caerte, luego avanzas, ciudadano
y durable, PROHIBIDO CRUZAR sin saber por qué lado
ir ni para qué PROHIBIDO ESTACIONARSE porque no puedes
parar la maquinaria infatigable con tu dedo
sólo porque te entró una astilla en el alma,
OBEDEZCA AL POLICÍA así es más fácil, saluda,
dí que sí, que bueno PROHIBIDO HABLAR CON EL CONDUCTOR
y quitándole dócilmente el sombrero estupefacto
PONGASE EN LA COLA anuncia tu hereje necesidad
de trabajar en lo que fuese NO HAY VACANTES,
tal vez el año próximo por la tarde, pero no te dejes
dejar para mañana lo que puedes morir hoy
y aguantas y volverás cuanto te llamen PROHIBIDO
USAR EL ASCENSOR PARA BAJAR con tus piernas,
para eso las tiene gratis desde el último accidente
NO SE ACEPTA RECLAMOS para que vayas de guerra
en guerra con tu himno nacional SONRÍA, tu banderita,
la patria a la que le debes tanto, como todos,
pero ten cuidado, imbécil: por ir pensando en tu metafísica
descosida ibas a entrar en el parque público
PROHIBIDA LA ENTRADA, zona estratégica, tú , negro,
humano, perro cívico, civil, SILENCIO, y tú sabes
que no debes PROHIBIDO PORTAR ARMAS, eso también
se sabe y tampoco los proyectos de amor, los aromas
futuros, no suena todavía la sirena de las seis
PROHIBIDAS LAS HUELGAS que es cuando puedes pensar
LEA SELECCIONES TOME COCA-COLA PROHIBIDO ESCUPIR
hombre libre de este país libre del mundo libre,
y acatas las yuntas formidables de los diarios
y agradeces: otros piensan por ti y les cuesta
para que sigas libre, no te llames PROHIBIDO
USAR EL TELÉFONO sólo para tener quién pregunte
por ti PROHIBIDAS LAS VISITAS EN LAS HABITACIONES
vayan a creer que estás enfermo, PROHIBIDO FORMAR GRUPOS,
porque tú, individuo, aislado, alicaído, con el vientre
pegado al paladar que te sabe a medalla, eres inofensivo;
mejor apágate la luz, deja para algún días los rencores,
ponte en toque de queda, métete en ti, prolóngate
durmiendo para que vuelvas a amanecer, heroico
de puro testarudo, a leer las nuevas instrucciones
para hoy como un estado de sitio: prohibido tener
libros de Marx y otros libros, prohibido llevar los cabellos
como te dé la gana, prohibido ir a China, prohibido
besarse en los parques, prohibido tener fotografías
del Che, nombrar al Che, leer al Che y otros autores,
prohibidas las faldas cortas, las películas suecas,
prohibidas las canciones de Bob Dylan, los dibujos de Siné,
prohibido hablar mal del gobierno, prohibida
la información sobre los grupos subversivos, prohibidas
todas las manifestaciones, queda prohibida la lucha
de clases ha dicho el Presidente, y siguen, aguantón
y cobarde, sólo porque el instinto, él también,
quién lo creyera, te colgó su letrero : SE PROHIBE MORIR.


Volver a la Portada de Logo Paperblog