Revista Belleza
Uno de los recuerdos más especiales que tengo de cuando era niña es el desayuno de los fines de semana. A diferencia de los días de labor, en que en un estado cuasi zombi conseguía untar unas cuantas galletas en un socorrido vaso de leche, los fines de semana había tiempo para tomárselo todo con muyca calma. Así, bien dormida y con el calor de las sábanas aún en el cuerpo, mi madre me preparaba unas tostadas especiales de mantequilla con azúcar y cola-cao mientras yo escogía de la balda el cómic que me acompañaría esa mañana.
Los más abundantes en mi casa eran Mafalda, Lucky Luke y las Aventuras de Astérix el Galo que era (y sigue siendo) mi favorito del mundo mundial. Es cierto que, al principio, mi edad no me permitía pillar ni un cincuenta por ciento de los chistes pero a pesar de ello los cómics seguían siendo tan buenos como para hacerme reir a carcajadas. Es más, creo que, aunque el amor por la cultura clásica me viene de familia, este cómic es en parte responsable de mi actual pasión por la historia.
Aún hoy en día, cada vez que voy de visita a casa de mis padres, me gusta rebuscar entre las conocidas historias y deleitarme con las brabuconadas de los orgullosos galos, la astucia del simpático Astérix o con el comportamiento tan infantil del entrañable Obélix. Eso si, mis favoritos serán siempre esos locos romanos.
Una de las cosas que más me gusta del cómic es que dota a los personajes históricos de unos comportamientos anacrónicos semejantes con el mundo moderno que conforman una mordaz crítica a la sociedad actual. Así, yo no puedo dejar de verme reflejada en ciertos aspectos de los tradicionales y conservadores galos, apabullados ante el poder modernizador y civilizador de Roma.
En el mundo actual, supongo que el lugar de los romanos lo deberían ocupar los americanos, con sus excentricidades, sus locuras y esa fuerza transformadora que les viene dada por su hegemonía económica. Pues una cosa es clara, aunque a los europeos nos gusta encumbrarnos como la cuna de la cultura y de la civilización (haciendo oídos sordos a cinco mil años de historia china), lo cierto es que hoy en día non los EEUU quienes marcan tendencia.Lo vemos constantemente en el cine, la televisión y otros medios de comunicación. Ellos son los que eeparten el bacalao y, como dice mi Bubi, "el que parte tiene arte y en su mano tiene tino; siempre guada de contino para sí la mejor parte".
Así pues son ellos quienes dictan la norma y marcan tendencias con sus locuras y nosotros, en mejor o peor grado, las aceptamos. Obviamente, esta situación tiene aspectos muchos negativos aunque, como hoy es viernes, creo que más nos valdría hacer un repaso a aquellos que nos pueden ser beneficiosos de alguna manera.
En el mundo del maquillaje, por ejemplo, muchas somos las que miramos tho the Land of the Free en busca de nuevas tendencias, propuestas y marcas que se alejen de la tiranía y los precios de las maisones francesas, que en ocasiones pueden llegar a pecar de estancamiento en el clasicismo y unos precios excesivamente elitistas. Así, marcas como Urban Decay o Too Faced hacen las delicias de miles de europeas pese que a otras muchas grandes marcas nos están vedadas por océanos, aduanas o falta de importación.
Por suerte, Internet viene a ayudar a solventar este problema y , hoy en día, ya no es tan difícil conseguir ciertas marcas como Coastal Scents (que además ya se vende desde España), OCC o Lime Crime. Mi última incursión dentro de este mercado de ultramar ha sido consecuencia directa de las horas que paso leyendo Temptalia. Como sabéis, este blog es todo un referente en cuanto a maquillaje se refiere ya que presenta muchas de las novedades del mercado (en especial aquellas que vienen de Norteamérica) y a mi me gusta, particularmente, porque tiene muchos swatches y una opinión fiable respecto a los productos.
Mi política desde hace cierto tiempo (en especial para marcas como MAC o NARS) es esperar a ver la valoración que les da Christine y, en general, sólo adquiero aquello que me interesa si ésta les da una A, especialmente cuando se trata de compras online que se realizan sin ver el producto en vivo y en directo. Por esto mismo, cuando vi que las sombras de Makeup Geek obtenían siempre las mejores calificaciones en este blog pensé que iba siendo hora de hacerme con algunas.
Si no me equivoco, se trata de una línea cosmética lanzada por la Blogger/Youtuber Marlena y que se caracteriza por un precio muy moderado, una buena calidad y un amplio abanico de tonos, especialmente en lo tocante a sombras de ojos. De hecho, según se dice, varias sombras de MAC pueden encontrar su equivalente en algunas de esta marca.
Éstas se pueden encontrar en la propia página web de Makeup Geek (enlace) en dos formatos: godet para paleta y en estuche individual. Además de esto, también tiene una pequeña línea de brochas de maquillaje, otra de labiales y unos interesantes pigmentos que también tienen muy buena calificación en Temptalia. Por otra parte, en la web venden productos de Sugarpill, Beautyblender o Palladio y tienen unos gastos de envío entre 6 y 8 dólares.
Como tengo superavit de cajitas yo me decanté por adquirir unas sombras en godet y, a pesar de no adquirir una Zpalette para colocarlas (también las venden en la web), pensé que ya les encontraría un hueco en casa. Para mi sorpresa, el packaging es muy similar al de MAC, aunque con un motivo colorido impreso en el cartón del plástico.Sin embargo, las sombras de MUG tienen más cantidad ya que el pan es un poco más profundo. Por suerte para mi, esta similitud de formas y un oportuno stock de imanes redondos hizo que pudiera albergarlas sin problemas en una paleta de MAC que tenía a medio llenar y, tal y como podéis ver, quedan perfectas.
Las sombras que adquirí son Country Girl, Cupcake, Crème Brulée, Moondust, Purely Naked y Unexpected, todas a 5'99 dólares (4'35 euros) más 6 dólares de Gastos de envío. El paquete llegó en unas dos semanas (si no recuerdo mal) por correo ordinario no certificado y sin pasar por aduanas, aunque yo creo que esto se debe al valor reducido de mi compra.En cualquier caso, todo llegó sin ningún tipo de problema y en perfecto estado, ya que las sombras estaban cuidadosamente embaladas en plástico de burbujas.
Respecto a las sombras en sí, ciertamente han cumplido con las expectativas ya que son muy pigmentadas, con buena textura y muy fáciles de trabajar. Además, aunque escogí un poco a ciegas, los tonos me han gustado mucho, especialmente los de Moondust (que me recuerda un poco a Vex de MAC) y Unexpected, que, ciertamente, me ha sorprendido. Lo cierto es que estoy muy contenta con estas sombras y creo que me haré con más cuando tenga la oportunidad así que ya iré poco a poco enseñándoos mi botín.
Y sin más me despido, deseándoos un estupendo fin de semana, hasta la próxima.