No dejan de aparecer nuevos estudios que respaldan la lactancia materna con argumentos que la convierten en la práctica alimenticia más recomendada desde el nacimiento del bebé, las ventajas que representa en la salud del niño se siguen sumando en lo referente a los avances nutricionales y la mejor salud que representa, ahora nuevos estudios indican que la lactancia también influye notablemente en varios aspectos psicológicos.
Un grupo de investigadores finlandeses ha descubierto que la lactancia materna evitaría que los niños desarrollen hostilidad durante su crecimiento, de hecho se especula que aquellos adultos que fueron amamantados al momento de nacer son seres mucho más sociables y felices, según se ha publicado en un artículo de la revista especializada Journal of Psychotherapy and Psychosomatics.
Para llegar a esa conclusión se eligió al azar un total de 1.917 bebés nacidos a término en la década de los 70′, y se solicitó a los padres de cada uno información sobre el historial de lactancia materna de sus hijos. Para continuar con el estudio se valoro la hostilidad en una regla de tres escalas en cuatro momentos diferentes de la vida de esos niños: 1992, 1997, 2001 y 2007, es decir, para cuando los participantes de la investigación tenían 21,5; 26,7; 30,8 y 36,9 años de edad respectivamente, pasando a valorar la “suspicacia”, “paranoia” e “ira” para calcular el nivel de hostilidad en cada uno.
La mayoría de los bebés fueron amamantados durante cuatro meses, eso representó el 88% de los niños estudiados, los mismos presentaban una hostilidad media de 2,53 durante su edad adulta, los varones presentaban mayor suspicacia y paranoia que las mujeres, mientras que la ira era mayor entre las mujeres que en los hombres.
La lactancia materna prolongada en el tiempo se relacionó con menor hostilidad materna durante el cuidado del bebé, mayor número de hijos, menor ingreso económico y mayor edad de los padres al momento de tener hijos. Los niños que se amamantaban durante menos tiempo y que eran criados con mayor hostilidad con ingresos familiares más bajos eran relacionados con una mayor hostilidad durante su etapa adulta.
Se pudo comprobar entonces que la hostilidad total, la paranoia y la suspicacia se puede predecir como una situación marcada por la lactancia materna, pero no la ira. Los individuos que participaron y que no fueron alimentados con leche materna tenían mayores niveles de hostilidad, de suspicacia y de paranoia en su etapa adulta, los resultados fueron bastante concluyentes al respecto.