Año: 2011
Género: Drama romántico.
País: Estados Unidos.
Duración: 117 minutos.
Dirección: Bill Condon.
Intérpretes: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Kellan Lutz, Nikki Reed, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Jackson Rathbone, Ashley Greene, Billy Burke, Mia Maestro, Maggie Grace.
"La dicha matrimonial de la nueva pareja formada entre Bella Swan y Edward Cullen se ve truncada cuando una serie de traiciones e infortunios amenazan con destruir su mundo. Luego de la boda, Bella y Edward se trasladan a Río de Janeiro para su luna de miel y finalmente concretan su amor. Bella se descubre rápidamente embarazada y este hecho pondrá en movimiento una cadena de eventos peligrosos que enfrenta a los Cullen y sus aliados contra los Volturi, el temible consejo de vampiros, preparando el escenario para una batalla sin cuartel."
No sé si muchos sabrán esto, porque me parece que ya lo he repetido varias veces durante el riguroso paso de leer los correspondientes libros de la saga literaria en conjunto con las películas correspondientes a la saga fílmica, pero en sus comienzos fui un ávido defensor tanto del primer libro como de la primera película de Twilight. Me pareció que el libro era de alguna manera diferente y muy bien apuntado a la nueva generación de lectores más interesados en tener un Ipod que otra cosa. La película captó la esencia del libro a la perfección, pero viendo el resultado de Amanecer, el (forzoso) penúltimo capítulo de la serie, me dan ganas de que realmente la serie no se hubiera convertido en serie nunca...
Si bien odio hacer las comparaciones una vez más, Harry Potter and the Deathly Hallows fue separada en dos partes para cubrir apropiadamente muchos temas trascendentales que no entraban en dos horas y media de metraje; en el caso de Amanecer, en sus más de 800 páginas hay muy pocos temas que aporten peso a la trama, y más que nada se encuentran en la segunda parte del libro, por lo cual eso hace que Parte I sea un fragmento de la trama totalmente estirado hasta el extremo con las extensas escenas de la boda y la posterior luna de miel. En casi dos horas de duración poco y nada sucede en términos de acción y suspenso, si exceptuamos la sorpresa del malévolo embarazo de Bella y esos quince minutos finales en donde la trama cobra fuerza y tensión, tal vez demasiado tarde para atraer al espectador ajeno a la serie de libros.
Por supuesto, los fanáticos estarán de parabienes ya que sus escenas favoritas están presentes en la pantalla grande; habiendo leído el libro me da pena volver a revivir las pésimas elecciones que hizo Stephenie Meyer para resolver alguno de los conflictos que se presentan en la película (el momento del macho Alfa es igual de paupérrimo que en el libro, un poquito mejor incluso me arreisgaría a decir) aunque por otro lado, la escena del parto, si bien no es tan brutal como en el libro, quedó muy bien plasmada en la pantalla y se puede considerar uno de los mejores momentos de toda la saga de películas.
Melissa Rosemberg, la autora de todos los guiones de la saga, hizo lo que pudo con lo que tenía a mano pero los diálogos siguen quedando extraños, edulcorados al extremo, noños; en cierto momento funcionan, como la escena en la que varios personajes dan un pequeño discurso sobre los recién casados. Incluso hay un mensaje interesante sobre el aborto, pero toda consciencia moral se pierde en el medio...
Siguiendo con la costumbre, el trío de protagonistas intenta sobrevivir al desafío de sus vidas intentando darles vida a Bella, Edward y Jacob: Kristen Stewart perdió toda la gracia boba que hacía de su Bella Swan en la Twilight original tan entretenida y no la salva su repertorio de caras similares durante la película, ajenas a cualquier cambio de expresión. Todo su trabajo es muy pobre, exceptuando la escena del parto, en donde le da rienda suelta a su animal interno. Robert Pattinson, más pálido que de costumbre (y sin brillar bajo el sol de Brasil, ¿qué sucedió ahí?) e igualmente hecho de madera, es sobrepasado actoralmente por Taylor Lautner que, aunque su actuación no es para alquilar balcones, suerte efecto dándole un poco de calidez a su personaje. Del resto, ¿hace falta decir que están por puro decorado a esta altura del partido?
Y si hay algo que realmente no entiendo es cómo el presupuesto para esta entrega alcanzó los $110 millones de dólares cuando la calidad es la misma que la de las anteriores secuelas: no vi cambios radicales en la animación (los lobos siguen luciendo igual, el estado demacrado de Bella, aunque bueno, fue mayormente a base de maquillaje) y no hubo explosivas adiciones al elenco. Me sorprende que del presupuesto de Eclipse ($68 millones) hayan aumentado $42 millones (tan sólo en lo que se refiere a la Parte I) ¿Será que los secundarios pidieron aumento de caché?
Me apena mucho que un director de renombre como Bill Condon haya aceptado hacer las dos entregas, porque no hay un toque distintivo, no hay una chipa directorial, sino que Amanecer no se diferencia con ninguna de las secuelas en casi nada. Es como si Condon hubiera apretado el modo automático y se dedicara a filmar y cobrar el suculento cheque. Nada más.
Otro detalle que me picó también fue que, al menos en las dos primeras películas, había claros momentos en los que la música se acoplaba perfectamente a cierta escena del film y daban lo que yo llamo 'EL momento de la película': en Twilight, era el partido de baseball y en New Moon, era el escape de Victoria. En Amanecer, no sólo no hay momento musical apropiado, sino que la banda de sonido apenas coordina con las escenas; al menos Carter Burwell regresa para componer la banda sonora, porque sino estaban más que perdidos ya...
Pensé que al dividir Amanecer quizás podrían subsanar el tedio generalizado del libro, pero no, han cimentado el nivel de aburrimiento en un nuevo nivel, un estándar bastante bajo para una serie que viene descendiendo en picada y terminará de estrellarse en Amanecer: Parte II. Los fanáticos de la historia de amor, estarán satisfechos; el resto, eviten a toda costa este tostón.
Calificación: C-