Revista Comunicación
CON TANTA GENTE pasándolo mal, a uno se le quintan las ganas de todo. Incluso de perder las buenas costumbres.Miras a tu alrededor (desempleo, desahucios, recortes sociales…) y no encuentras demasiados motivos para celebrar nada. Aun así, aunque el panorama sea amargo y desolador, feliz Navidad.