Amazonas, un ejemplo de preservación

Ecoturismo en una de las siete  maravillas del mundo.

Al visitar Amazonas el turista tiene la oportunidad de conocer, aprender y valorar la importancia de la selva tropical y sus habitantes, principales responsables de su conservación. Es un viaje impresionante. Se trata de la selva más grande del mundo y de la mayor biodiversidad del planeta.

Amazonia fue elegida el año pasado como una de las siete maravillas naturales del mundo. Atraídos por esa belleza natural, turistas de todo el mundo lo visitan.

El turismo ecológico del Amazonas forma parte de los itinerarios ofrecidos por las agencias en los programas de paseos en barco, pernoctaciones en hoteles en la selva y paseos por la misma.

Su gran variedad de ecosistemas alberga bosques de tierra firme, bosques inundados, bosques pantanosos, campos abiertos y densos.  Esta selva detiene una quinta parte del agua dulce del planeta y su patrimonio mineral es inestimable.

En Amozonia el viajero encontrará auténticas maravillas naturales como la Reserva de Miamirauá, el Parque Nacional do Jaú, la preciosa ciudad de Barcelos o la isla Ilha do Marajó.

La Reserva de Mamirauá, con más de 1 millón de hectáreas de lagos, bosques pantanosos y bosques – forma la mayor área de selvas inundadas protegidas del mundo y es modelo para la protección de extensos espacios de bosques.

El Parque Nacional do Jaú es el más grande del mundo en selva tropical húmeda e intacta. reconocido por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. Es un mosaico de selvas, donde viven más de 460 especies de aves y 300 de peces, donde destacan el mamífero manatí y la tortuga de Amazônia.

O Barcelos, una ciudad rodeada de agua que posee un gran atractivo para el turismo: la pesca deportiva. En su territorio está parte del Parque Nacional do Jaú, el Parque Estadual da Serra do Aracá y el Área de Protección Ambiental de Mariuá con más de 1400 islas, el mayor archipiélago fluvial del mundo.

Ilha do Marajó, la mayor isla fluviomarina del mundo. Con playas de aguas tranquilas, pequeñas dunas y muchas estancias preparadas para recibir a los turistas. El viajero puede hacer paseos en jeep, barcos o a caballo, conociendo los cursos del agua, las áreas inundadas, los prados y bosques.

El búfalo, otro símbolo de la isla, se hace  presente en la cocina, en la artesanía hecha de cuero y en el transporte local.

Muchos habitantes locales viven gracias al ecoturismo en el Amazonas. El gobierno brasileño está invirtiendo en el ecoturismo en la región, con el principal objetivo de incentivar la preservación de este valioso patrimonio natural.