Ambilamp, la Asociación para el reciclado de aparatos de alumbrado, publica las estadísticas de su actividad del pasado 2013. Para quién no la conozca, el objetivo de la entidad, al igual que otras como Ecolum, Ecolec o Ecotic (en este y otros campos), es dar servicio a todos los productores de lámparas y/o luminarias a las cuales afecte la normativa RAEE y que quieran cumplir con sus obligaciones ambientales a través de un Sistema Integrado de Gestión.
En lo que respecta a 2013, el total de lámparas recogidas fue de 16 millones, uno más que los recogidos en el 2012. Este hecho ha supuesto un ahorro de emisión a la atmósfera de 189.945 toneladas de CO2. Se destaca también la gestión de residuos de luminarias, actividad que ha comenzado a potenciar recientemente, con un total de 278 toneladas.
Las lámparas de descarga (fluorescentes, HM, VSAP o VM), las cuales poseen una eficiencia energética superior a las tradicionales incandescentes, presentan el inconveniente de que se fabrican con
metales pesados, que se convierten en residuos peligrosos al final de su vida útil. Es por ello que se hace necesario cerrar el ciclo de vida de este tipo de lámparas con un tratamiento final sostenible.
Para la financiación de la gestión de este tipo de residuos, el Real Decreto 208/2005, de 25 de febrero, deja claro que el coste debe de asumirlo el productor. Para ello, los fabricantes añaden al precio de sus productos una tasa que se hace efectiva en la facturación de venta, y que luego es repercutida al distribuidor, al instalador y al usuario final.
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