Antes que nada, quiero pedir disculpas por no haber hecho críticas capítulo a capítulo de esta temporada. Por razones académicas, me ha sido imposible. También quiero añadir que, haciendo esta crítica, doy mi punto de vista de la temporada. Sabéis bien lo que me gusta esta serie, así que lo que diga no va a ser con poca premeditación. Con todo, vayamos con American Horror Story: Hotel.
Al principio de la serie se nos planteaba un universo altamente adictivo. Con muchas formas de ver el vicio en sí. Por una parte, lo que era el vicio que tenían personajes como el de Sally: un vicio profundo a lo que era una falta grande de afecto, traducido en su adicción por las drogas. Adicción como el personaje de John, con una gran falta de expresión de su furia, estaba adicto a su vida delictiva. O como el de su mujer, Alex, que es maldecida con la adicción de la sangre. Con la adicción de la eterna juventud. Del querer saberse siempre cerca de su hijo. Y por último, la grandísima adicción de La Condesa. Porque sí, este personaje representa el más alto grado de adicción. Sexo, drogas, muertes... Todo expresa su gran falta de un referente de felicidad en su vida: siempre que parece que alcanza algo parecido, ella misma se lo impide poniéndolo fin. No se permite la felicidad.
En principio, la idea se planteaba interesante. De hecho, la ambientación era de lo más espectacular. Es la magia de esta serie: crear escenas de locura dentro de un espacio reducido. Al fin y al cabo, es un recurso que se utiliza para darle un toque extra de locura a toda la temporada. Sin salirse mucho de la ambientación del hotel, en ningún momento de la serie ha sido eso impedimento para que ésta dejara de mostrar escenas de alto interés.
Y la historia en sí tenía pinta interesante: una serie de extraños asesinatos. Una condesa que vivía en una nube de adicción y locura. Un personaje que violaba de la forma más violenta a los residentes del hotel a merced de los caprichos de una drogadicta. El problema de esta temporada (porque sí, ha tenido un problema muy grande) ha sido el desarrollo de esta historia.
Creedme cuando digo que yo empecé la temporada muy entusiasmado. La llegada de Lady Gaga daba muy buen juego a su papel y a la serie, y la ambientación era espectacular. Sin embargo, a medida que pasaban los capítulos, más me daba cuenta de que la temporada estaba construida sobre aire. No había un argumento real que desarrollar: más bien parecía ser siempre el mismo tipo de argumento mordiéndose la cola una y otra vez. Recurriendo siempre a las mismas ideas, a las mismas historias. Siempre había un desengaño amoroso de La Condesa. Siempre había alguien a quien encerrar. Siempre una escena excesivamente subida de tono (personalmente, no me disgustan las escenas subidas de tono, aunque no soy muy fan, pero aquí no han visto ningún tipo de límite y cualquier cosa servía para ser mostrada). Y con esto, ¿dónde queda el amor de verdad? ¿En puro capricho del deseo carnal? Si éste es el mensaje que han querido dar con esta temporada, les felicito y aplaudo a todo el equipo de guionistas. Pero personalmente me ha dejado muy disgustado, ya que en ningún momento se presenta una relación sin que esté contaminada de algún deseo carnal. Como si de ello dependiera el amor.
Aparte de esto, ha habido muchas veces en las que había arcos que no se sabía muy bien qué querían contar a través del mismo. Todo el tema de los niños afectados del pueblo, sin ir más lejos. Es excesivamente cruel ver cómo unos niños matan a sus propios padres y beben de su sangre por culpa del virus. Y encima, la forma de solucionarlo es encerrarlos y matarlos uno a uno. Desde luego, no entiendo el sentido que tiene hacer esto, si ya se sabía cómo funcionaba el virus. O el hijo de La Condesa. Un engendro de la naturaleza se mira por donde se mire, pero realmente ¿qué relevancia tiene en la historia? No se sabe muy bien lo que quieren decir con él. O el personaje misterioso con el taladro como consolador. Nunca se desvela su verdadera identidad. Ni por qué ni cómo ha aparecido ahí. Son agujeros argumentales muy grandes y graves de esta temporada que ha contribuido a que haya más relleno que historia en más de alguna que otra ocasión.
Ni la misma Lady Gaga se salva. Era un personaje que tenía todas las de ganar. Muy clásico, muy excelso. Al fin y al cabo, el relevo de Jessica Lange. Sin embargo, al final este personaje se ha quedado muy plano en cuanto a evolución. Era todo el tiempo la misma historia. Y más que tener frases representativas, era puramente estético. Adoro a Lady Gaga, pero muchas veces su personaje era más la pose y el vestido que llevaba y cómo se movía que lo que ella decía lo que la representaba. Y eso hace que una serie cojee mucho.
En cuanto a la trama de los diez mandamientos: en un principio se convirtió en algo muy interesante, pero a mi parecer desvelaron su verdadera identidad demasiado pronto. En cuanto se descubre quién es, el personaje de John Lowe, éste baja de carisma y presencia rápidamente. Es cierto que adquiere más presencia, pero deja de tener sus conflictos personajes con los que se enfrentaba a la vida. Y le tratan de dar un final dramático quizá algo forzado para arreglar el desastre. Lo siento, creo que en esto los guionistas fueron algo chapuzas.
Por supuesto, personajes como el de Dennis O'Hare o el de Kathy Bates transmitían mucho a la serie. Pero al final, eran personajes que muchas veces se contradecían a sí mismos. Dependían demasiado de los impulsos que iban sintiendo. Queriendo darle un final majestuoso a Liz, lo único que consiguieron fue enseñarnos que el final de American Horror Story: Hotel era un final circular. No se resolvía ningún conflicto real. Los personajes seguían teniendo sus adicciones. El mismo de Sally, por ejemplo, lo único que hace es sustituir una adicción por otra. Lo que pasa es que parece que la adicción a las redes sociales es más aceptada y actual. Y en cierto modo más sana ya que no tiene la necesidad delictiva que tenía. Pero al fin y al cabo no deja de ser adicción.
Por lo general, esta temporada me ha decepcionado mucho. Me esperaba grandes cosas. Era una temporada para recordar a nuestra grandísima Murde House, y sin embargo se ha quedado en un mar de instintos sin sentido que no llevan a ninguna parte real en el curso de la historia. Se nota que Ryan Murphy tiene ahora encargadas dos series más porque ha descuidado a su grandísima joya. Yo sólo espero que para la próxima se dé cuenta de los errores que ha tenido y se vaya corrigiendo de ello.
Juan (@MrRadda)