Revista Cultura y Ocio

Amigos escritores independientes: hagamos un trabajo profesional

Publicado el 18 noviembre 2013 por Benjamín Recacha García @brecacha

 

Nunca he entendido que alguien pueda quedar satisfecho con un trabajo mediocre. Me refiero a cuando objetivamente el resultado es claramente mejorable. Si uno no sabe hacer algo o no tiene los conocimientos suficientes para que quede bien debería pedir ayuda o recurrir a los servicios de alguien que sepa hacerlo. Hablo, evidentemente, de trabajos con un objetivo profesional. 

No ayuda mucho vivir en un país donde cualquier ignorante puede ser alcalde, ministro o presidente de lo que sea. La cultura del mínimo esfuerzo ha calado hondo y aunque en la actualidad tengo la impresión de que las percepciones están cambiando, aún hay mucha gente que piensa que cualquiera puede hacer cualquier cosa.

No voy a hablar de política ni de economía, sino de literatura. Cuando me planteé autoeditar y autopublicar ‘El viaje de Pau’ (recordad que lo presento el próximo sábado, 23 de noviembre, a las 19 horas en la librería Espai Literari de Barcelona) tuve muy claro que debía crear un libro de aspecto profesional, exactamente con la misma calidad que cualquier producto editorial con el sello de las grandes firmas. Nadie va a comprar un libro mal editado, de aspecto descuidado, independientemente del contenido. Que pertenezca a una gran editorial tampoco es garantía de un trabajo redondo; me he encontrado con novelas repletas de faltas de ortografía, lo cual es incomprensible y bastante indignante.

Puedes no acertar a la primera y, después de haber lanzado el producto, darte cuenta de que hay cuestiones formales mejorables. A mí me ha pasado y gracias a los consejos/sugerencias de profesionales del sector y de lectores he podido mejorarlo con el objetivo de que la lectura en su versión en papel sea lo más cómoda posible.

Cubierta 'El viaje de Pau'

Cubierta de ‘El viaje de Pau’

Tampoco lo he hecho todo solo. Por ejemplo, la cubierta, uno de los elementos fundamentales en cualquier libro ya que es lo que lo hace visible a la gente, la diseñé junto a mi hermano, Fran Recacha, autor del magnífico cuadro que ilustra la portada, y que dota al conjunto de una gran personalidad.

Otra cosa que he procurado respetar es la coherencia con parte del mensaje que transmite la novela: el respeto y el amor por la naturaleza. Así que el papel en el que está impresa es reciclado, aunque sea más caro. Fue sugerencia de una amiga y lectora de esta estupenda comunidad bloguera, que me pareció muy acertada.

Por mi formación académica y lo que he ido aprendiendo durante los años que he ejercido como periodista domino las herramientas necesarias para poder editar y publicar un libro, pero no es una tarea sencilla. Hoy en día (afortunadamente) cualquiera puede publicar, especialmente en formato digital. Pero no todo escritor tiene la capacidad para hacerlo por sí mismo. Y me temo que no somos conscientes de que poner al alcance del público un producto descuidado nos puede cerrar muchas puertas (si no todas).

Últimamente he adquirido varios libros digitales de autores tan desconocidos como yo. Uno lo tuve que dejar en las primeras páginas porque, aunque la historia parecía interesante, estaba plagado de faltas de ortografía, errores de puntuación y continuos fallos en el aspecto formal. He leído otro (este sí lo he acabado) no tan calamitoso (por eso lo he acabado) en la edición, aunque también muy descuidado y con bastantes faltas. Y me temo que esa es la tónica en el vasto océano que es la literatura independiente digital.

También hay casos a destacar, por supuesto. ‘Detrás de un espejismo’, de la jovencísima autora Nerea Nieto (en su blog ‘Diario de una escritora’ ofrece consejos muy útiles para todo escritor novel), es un ejemplo de producto cuidado, bien escrito, sin faltas (más allá de la inevitable errata que a todos se nos cuela), con una historia bien estructurada, que resultará más o menos interesante en función del gusto del lector, pero que, desde luego, formalmente es agradable de leer.

En cuanto al contenido recomiendo sin duda los ‘Cuentos brutos’ y ‘Cuentos desde el asombro’ de Josep Garcia. Se trata de dos compilaciones de relatos breves tan mordaces e ingeniosos como suelen ser sus escritos como bloguero Salvela, muchos de los cuales reflejan, tirando de fina ironía a veces y crudo sarcasmo otras, la absurda realidad en la que vivimos. No serán pocas las veces en que los cuentos nos harán preguntarnos si no es más surrealista lo que soportamos a diario que lo que estamos leyendo.

Por último, no podéis dejar pasar ‘Autotomía’, una compilación de relatos de terror de Toni Cifuentes que hoy mismo voy a empezar a leer y que estoy seguro que voy a disfrutar (los aperitivos que ha ido dejando en su blog prometen). Toni ha decidido poner su obra a disposición de quien quiera leerla de forma gratuita. Lo único que hay que hacer es descargarla desde su blog y elegir el formato que nos resulte más cómodo. Lo que me parece más destacable del trabajo es lo impecable de su aspecto formal. El autor ha recurrido a los servicios de una profesional (Encarni Mármol y su proyecto dostextocero) y ha contado con la inestimable aportación de un ilustrador y un fotógrafo, de manera que el aspecto del conjunto es absolutamente profesional. Un ejemplo, pues, de autoedición bien hecha.

Los autores independientes no podemos descuidar nuestro trabajo. Una obra perfecta desde el punto de vista formal es la mejor tarjeta de presentación posible. Evidentemente, ello no garantiza lectores, pero sí garantiza que no huirán despavoridos… ¿O acaso no os importa leer textos repletos de errores?

 


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revista