La administración de aminoglucósidos en la diabetes es necesaria en muchas ocasiones en el paciente. Las dosis a administrar deben alcanzar niveles suficientemente altos para conseguir los efectos bactericidas deseados.
Administración de aminoglucósidos en la diabetes, recomendaciones
La vida media de la aminoglucósidos en la diabetes es de unas 2 horas cuando la función renal disminuye, esta vida media se alarga considerablemente y es por ello que en situaciones de insuficiencia renal tanto la cantidad como la frecuencia en las dosis de aminoglucósido variarán en función del grado de insuficiencia.
Esta serie de precauciones minimizará el riesgo de nefrotoxicidad del medicamento. No todos los aminoglucósidos tienen el mismo poder nefrotóxico, así la gentamicina es a la tobramicina, ésta a la amikacina y ésta a su vez a la netilmicina.
Amfotericina B. La amfotericina B es un antibiótico con actividad amplia sobre los hongos. Sin embargo, la función renal se puede alterar en más de un 80% de los casos que reciben como tratamiento la amfotericina B. Este efecto nefrotóxico es dosis dependiente y con dosis superiores a los 5 g en adultos la toxicidad renal es inevitable. Entre la población de alto riesgo se deben incluir los pacientes ancianos, en particular aquellos que tienen un volumen extracelular disminuido.
El cuadro clínico se caracteriza por alteraciones de la función tubular. Ocasionalmente esta alteración evoluciona hacia una insuficiencia renal sin oliguria. Los primeros signos de lesión son una discreta proteinuria con sedimento urinario normal.
Posteriormente aparece un aumento de la urea plasmática precedida por una hipopotasemia, acidosis tubular renal y una alteración en la capacidad de concentración de la orina. Además, la presencia de una pérdida de magnesio es muy característica de un cuadro de nefrotoxicidad por amfotericina B. Tratamientos repetidos con estas sustancias pueden llevar a fallos renales irreversibles.