Dícese de ella que es el ” afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”.
Puede que sea una definición demasiado grande convirtiéndola en una de esas palabras que mitificamos
No sé si será la lluvia o viejos recuerdos, el caso es que hoy me ha visitado esta palabra. “¿Estás segura que me usas con las personas adecuadas. No sé si X se merece mi nombre, ¿tú que crees?”.
Y tras escribir esas palabras en mi mente, se ha ido dejándome dubitativa, triste, vacía…
Y preguntándome sobre ella, sobre cuales son los parámetros de la amistad, me he encontrado con una frase que May me había dejado en el facebook:”La amistad es un cúmulo de intereses. Es triste pero cierto, créeme” .
A veces he tenido esa dolorosa sensación, cuando alguien sólo te llama para pedir pero no para ofrecer, para hablar pero nunca para escuchar…Pero, y si estoy siendo demasiado exigente, y si a los amigos no se les debe pedir ni juzgar como dicen también por ahí…
“La vida está lleva de esos chascos producidos por aquellos que consideras amigos y no lo son… en fin que remedio cuánto antes te los quites de encima mejor, menos lastre…” me ha comentado Vanessa.
¿Por qué será que las decepciones amistosas duelen más que las amorosas?, ¿por qué es más complicado perdonar a un amigo que a un amante?.
“Porque por algo soy una de las palabras más bonitas” me ha susurrado cómplice amistad,saliendo de mi cabeza para instalarse en mi alma…exponiéndome al dolor de la decepción, de nuevo.