Este gatito nació con una enfermedad llamada Hipoplasia Cerebelosa (subdesarrollo en el cerebelo), de ahí que tenga esos andares tan peculiares. Pero no por tener esa discapacidad va a dejar de jugar con otros gatos o incluso con un perro, como muestra el vídeo a continuación:
Más información sobre la Hipoplasia Cerebelosa felina (inglés).