Revista Cultura y Ocio
Opinión
Me gusta cuando las novelas comienzan con fuerza, como es este caso. Ya desde el principio la autora coloca a nuestras protagonistas a en el ojo del huracán, viviendo una situación de la mas dura que puede vivir una mujer. Pero ellas en su trabajo de sabian que tenian el riesgo de ser apresadas por la banda de traficante de esclavos.
La novela abarca un tema bastante interesante y que da mucho que hablar, pero aquí no ha sido el caso. La historia, con apenas sus cien páginas, se centra en Samantha y Margareth y en la lucha que deben hacer para rescatar a una amiga del infierno al que ellas se vieron sometidas.Lo bueno, o malo para ellas, es que hay dos policías que van con el mismo objetivo; liberar a las rehenes y pillar a los malos.
Gabriel y Derek me gustan. Son profesionales, saben lo que quieren y tiene las ideas claros y con miras en sus objetivos. Son luchadores y ambos están enamorados de esas dos locas que rescataron hace un año, aunque mantienen el amor en secreto.
Tanto Samantha como Margareth, tiene un carácter muy fuerte y decidido. No son jóvenes que se les pueda decir lo que tiene que hacer y, para mi asombro, se han recuperado muy bien del infierno que vivieron.
La historia es una lucha constante de los enfrentamientos de ellos cuatro, de ver como la situación se repite con Seyla y no pueden hacer nada para remediarlo. La constante lucha de voluntades entre los protagonistas, ellas arriesgando siempre la vida, sin mirar nada y ellos pendientes de que no les pase nada.
Lo que no veo claro es esa relación entre ellos y el amor que surge. No se si es por falta de páginas o que, pero no acabo de ver la atracción, la química que se supone que hay entre ellos. No ha terminado de convencerme el amor y aunque no es algo que se desarrolle de forma rápida, no he terminado de verlo.
En definitiva, otra novelita de la serie Balas de pasión que me a entretenido un rato, pero que no ha hecho que me estremezca con la historia.Seguiré leyendo las demas novelas a ver que más encuentro.Saludos
Sara