
Las torcaces andan ahora de amoríos, arrullándose como buenas palomas que son, y pronto comenzarán a sacar adelante a su prole, como esta pareja que observé hace pocos días en un área urbana de Tineo. Cría de abril a agosto, generalmente con dos puestas, depositadas en un nido situado en árboles y de construcción frágil en forma de plataforma poco espesa, a base de ramitas secas.

