Revista Espiritualidad

Amplificación de la consciencia

Por Tara

AMPLIFICACIÓN DE LA CONSCIENCIA

AMPLIFICACIÓN DE LA CONSCIENCIANuestra consciencia es esa parte de nosotros que es capaz de recoger la información que más necesitamos en cada momento. Esa información es más bien sensitiva que lógica y mental. Amplificar nuestra consciencia nos puede ayudar a ver las cosas más claras en nuestra vida, a tomar mejores decisiones e incluso a despertar nuestros "dones" espirituales.
Existen diversos métodos para conseguirlo. Nosotros te proponemos la práctica de la meditación por ser uno de los más seguros y que puedes hacer tú mismo en cualquier momento y en cualquier lugar. Esta práctica puede que te cueste un poco al principio, sin embargo, con un poco de práctica y voluntad podrás comprobar por ti mismo los milagrosos resultados.
Y la meditación dice así:

  1. Preparativos: es imprescindible un entorno adecuado. Busca un lugar tranquilo en el que puedas estar con la luz apagada. Enciende una vela, pon incienso de sándalo o loto y si lo deseas, como algo opcional, puedes poner música clásica o espiritual que te ayude a relajarte. Debes estar sentado con la espalda recta. Puedes hacerlo en una silla, o con las piernas cruzadas en un cojín en el suelo. Sea como fuere, debes estar muy cómodo. Y en cuanto a las manos deberás poner el Chinn Mudra en ambas manos, pues te ayudará a conseguir mejores resultados.
     
  2. Relajate
     
  3. La conciencia en ti: es el momento de empezar. Cuando te sientas relajado y preparado, lleva toda tu atención a ti mismo. Para ello puedes responder a las siguientes preguntas: ¿Quién eres tú ahora? ¿Quién crees que eres tú? ¿Cómo te llamas? ¿Cómo ha sido tu vida hasta ahora? ¿Qué es lo que haces? ¿Que te gustaría hacer? ¿Cuáles son tus sueños más sinceros? ¿Cómo te sientes? etc... Esto significa que debes bombardearte a preguntas sobre ti mismo y responderlas con total sinceridad. Además de sinceras, las respuestas deben ser profundas y reflexionadas. Toma consciencia plena de ti.
     
  4. La luz: cuando sientas que estás con el pensamiento totalmente en ti, es el momento de visualizarte como una hermosa luz blanca. Tú, eres una luz blanca de grandes brillos de colores y con una fuerza y energía muy poderosa que elimina cualquier barrera y limitación que haya dentro de ti. Así pues, durante unos minutos, visualiza cómo emites esa gran luz blanca con sus brillos de colores, y cómo al hacerlo te sientes cada vez mejor y cada vez más grande, más sabio y más perfecto.
     
  5. En tu mente: ahora viene una parte fundamental. Cuando te sientas preparado, debes visualizar en tu mente el universo tal y como lo sientes en esos momentos. Eso significa que en tu mente hay cabida para ver el universo en su inmensidad, con sus planetas y estrellas y todo lo que quieras ver en ese momento. Recuerda que la luz blanca que eres, rompe todas las barreras y todos los límites. Para ayudarte puedes repetir varias veces y de corazón las siguientes palabras: EL UNIVERSO ESTÁ EN MI, YO SOY EL UNIVERSO, YO SOY EL TODO. Dale poder a esas palabras repitiéndolas mentalmente con fuerza y confianza. Permite que una gran sensación de poder y amplitud avance a través de ti, por todo tu cuerpo y déjala libre, no te aferres a ella.
     
  6. La amplitud de consciencia: esa sensación de poder, libertad y plenitud, es la amplitud de consciencia que te permite abrir tu mente a cualquier cosa que surja. Pero es fundamental que no la limites, ni que te aferres a ella, intentando que se mantenga igual en todo momento. Deja que la sensación circule sin cesar por todo tu cuerpo, mente y espíritu y deja que emane de la sensación cualquier visión, cualquier sensación a mayores, o cualquier cosa que surja. En ese momento estás totalmente conectado a Dios y a la creación, y eso te ayudará a abrir tu mente a planos que ni te imaginas, así que déjate volar libre con la luz.
     
  7. Volviendo a ti: cuando te sientas satisfecho es el momento de concentrar de nuevo toda la atención en ti mismo. Sin embargo, esta vez no lo vas a hacer desde la mente como antes, sino que lo vas a hacer desde la sensación de amplitud y poder. Digamos que es una especie de implosión interior en la que todo eso que has visto, que has sentido, se encuentra en tu interior y parte de ti mismo. Tú eres la fuente, porque en ti reside la LUZ.
Después, abre los ojos poco a poco. Tómate todo el tiempo que necesites para desperezarte. Y si te animas, podrías escribirlo todo en tu libreta personal.

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