Por Noelia Aparicio
Poder admirar un dibujo de Ana Bustelo de cerca es uno de esos placeres que hay que saborear despacio, dejando que cada detalle cale en tu interior, disfrutando de cada textura, de cada trazo, incluso de cada variación en el color del papel.
Ana Bustelo, “Luisita”
La técnica de Ana Bustelo es casi tan maravillosa como su persona. Puntillosa, perfeccionista, en busca del dibujo perfecto, de la línea más pura, de la magia que emana aquello que es real y que, brillantemente interpretado, se convierte en soñado. O al revés.
Su exposición en Do Design Madrid te levanta del suelo de madera de esta maravillosa tienda-galería de arte, llevándote en volandas a sus casitas-árbol, metiéndote en la cama-bosque más acogedora, o convirtiéndote en parte de una casita de muñecas muy especial.
La de La Casa del Libro de Málaga, nos traslada medio siglo y nos muestra, en un estilo mucho más experimental pero con el sello característico de la artista, un universo muy “American Way of Life”, pero muy nuestro al fin y al cabo. Collages en los que la madera es cálida, las plantas tienen vida y los tejidos se nos escapan entre los dedos. Cuadros que contienen vidas.
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