F-22
raptor
Si hay algo increíblemente arraigado al pueblo, es el deporte, más bien la competición
deportiva. No se puede luchar contra eso porque está tan asimilado en la
cotidianidad que forma parte de nuestro imaginario popular.
Cuando comencé a investigar y a visitar sesiones de entrenamiento de muchas y muy
variadas disciplinas, me empecé a dar cuenta de lo realmente poderoso que es el
deporte y de lo impulsado que está por los organismos públicos. Sin este apoyo,
enfocado principalmente a la competición nacional e internacional, su popularidad no
sería la misma.
¿Qué nos impulsa a practicar deporte? Hay muchísimas razones físicas y psicológicas
que hacen que el ser humano se sienta bien haciendo ejercicio.
¿Qué nos impulsa a
competir?
Jean Marie Brohm, antropólogo especializado en la competición deportiva se apoya y
concreta una teoría ya expuesta por Marx, los dos ven el deporte como un
instrumento pedagógico del que se sirve el sistema para mantener a la población
asentada y evitar que las relaciones de poder se alteren. Brohm nos habla también de
cómo mediante mecanismos de sublimación se transmiten valores ideológicos
positivos respecto al sistema dominante.
Decido centrarme en una sola disciplina, gimnasia rítmica, lo hago después de asistir
a un entrenamiento que me deja atónita. A partir de entonces, comienzo a recorrer
pabellones deportivos de Castilla y León en fases preparatorias a las competiciones
nacionales.
En mi periplo por lo pueblos de Castilla algo había en aquellos gimnasios que me
recordaba a un entrenamiento militar, al fin y al cabo estas niñas no dejan de ser
objetos dirigidos hacia un fin concreto, el de llegar a lo más alto para mostrar el poder
y prestigio nacional, a través del dominio de su cuerpo.
A través de la competición, el estado puede continuar la guerra y las estrategias
políticas por otros medios porque, posiblemente en el mundo actual, el deporte sea la
única representación positiva que tiene un estado.
#recomiendo "F-22 raptor", la serie de Ana Frechilla en @eldadodelarte
Texto: Ana Frechilla
Sección: #ArtPhotoBCN