Revista Cultura y Ocio
Opinión
Volvemos con una nueva entrega de esta jovencita de la que me tiene tan enamorada. Este libro, que enmarca la adolescencia de Ana, sigue la misma línea que el primero.
Con Ana tan especial como siempre, con sus pensamientos locos, siempre viendo el lado positivo de las cosas, con sus meteduras de pata, no tantas como antes, pero sigue teniendo muy mala fortuna. Al mismo tiempo vamos notando la madurez que otorga el paso del tiempo. La sabiduría, la tranquilidad, el saber pensar antes de actuar midiendo las consecuencias de los actos, el como se va asentando mas en su vida, dejando un poco de lado todos esos sueños y fantasías de infancia.
Vemos los nuevos proyectos de Ana, como le va su trabajo en la escuela de Avonlea, con sus amigas y con Gilbert. Con este ultimo la verdad es que esperaba que su relación se desarrollara mas, que fuéramos viendo esa historia de amor que se respira entre ellos y que yo espero ansiosa. Pero nada, habrá que esperar al siguiente libro a ver si ya empieza.
También conocemos el desarrollo de los personajes que ya conocíamos y muchos nuevos que enriquecen enormemente la vida de Ana.
Dora y Davy, son unos mellizos huérfanos, a cada cual mas diferente entre ellos, de los que se harán cargo Marilla y Ana.
Paul, un alumno de Ana con el conecta enseguida, pues como ella dice, son almas gemelas.
La señorita Lavendar, una persona con una gran y triste historia de amor y con la que pasaremos estupendos momentos, es otro de eso maravillosos personajes que impregnan estas paginas dando forma a una historia que cada vez me fascina mas.
Yo siempre que oía hablar de Ana de las tejas verdes, me venia a la cabeza una pueblerina como las que salen en la tele sin mucho que ofrecer. Una novela ya pasada de moda y que para nada tendría que ofrecerme a mí. Y valla si estaba equivocada, a cada libro que leo de esta autora, de su forma de escribir tan maravillosa, poética, envolvente y atrayente, me enamora mas y mas de este personaje tan, tan fascinante. Pues pienso que no hay nadie como Ana. Un personaje, que pienso, no deja a nadie indiferente y que una vez lo has conocido, no puedes dejar de influenciarte con sus pensamientos, sus fantasías y su modo tan especial y bonito de ver la vida.
Un libro que espero que un día lean mis hijos y que recomiendo que todos lean al menos una vez en la vida, pues es un libro que no pasa en balde por el ella.
Yo ahora, a esperar ansiosa que Toromitico saque la próxima entrega de esta serie que me tiene enganchada. Se que podría conseguir los siguientes, pero esta edición tan cuidada, con unas ilustraciones tan bonitas a todo color, es algo que quiero seguir, pues sin duda hacen aun mas bonita toda la historia
Sara