Mi interés en el diseño de calzado viene desde hace unos tres años, cuando me salió un espolón, es algo muy doloroso y me pusieron plantillas. Empecé con la búsqueda de zapatos para plantillas, pero encontrar unos zapatos bonitos era una misión imposible, así que decidí diseñar mis propios zapatos. Encontré un curso en Barcelona donde te enseñaban a hacer zapatos, pero solo manoletinas y cosidas a mano.
Entre clase y clase, por mi cuenta, realicé varios pares de zapatos y me pareció muy interesante y satisfactorio, pero sentía que me faltaba "algo" o que alguna cosa no hacía bien; ya que al hacer el zapato siempre tenía problemas.
Siempre me han gustado los zapatos, si pudiera tendría de todos los tipos y colores. Con la edad dejas de presumir y con tan solo mirar los zapatos de tacón ya te duele la espalda y los pies. Cuando ya me pusieron plantillas se creo en mi la necesidad de hacer zapatos cómodos, prácticos, saludables y bonitos, creo que todas estas cosas no tienen porqué estar reñidas, sino que dependen del diseño.
Me quedé sin trabajo y me puse a diseñar y a buscar material para mi propósito (en Barcelona es muy difícil y, sobretodo, muy caro el tema de los zapatos). Seguía pensando que me faltaba algo para conseguir perfeccionar mis zapatos y encontré este curso complementario a mis carencias y espléndido (que no quiere decir fácil) sino muy bien planteado, os felicito y os agradezco el buen trabajo realizado. Antes al encajar las piezas para montar el zapato no encajaban, pero con este curso he conseguido averiguar el porqué de muchos de los problemas que me encontraba.
Ahora me toca a mí demostrar si puedo conseguir ese zapato saludable, práctico, cómodo y bonito. Quizás no superaré a ese tacón alto que realza y favorece tanto, dando elegancia, pero lo voy a intentar.
Ana López Ferrés
¡Muchas gracias Ana! :-)
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