Dando color a la vida
Preciosa y colorida experiencia la que se han sacado de lo más profundo de sus corazones este grupo de desarrolladores bajo el sello de Finji. Y con el nombre de Chicory: A Colorful Tale.
Una curiosa y bonita aventura realmente creativa. Donde el color, un cuidado y mágico mundo animal, y un derroche de creatividad, se han unido para conseguir enamorarme de un juego con un alma de lo más especial que os aseguro que no os va a dejar indiferente. Y no solo por lo bonito que es, sino porque aporta mucho más de lo que uno se espera tras esa imagen entrañable y particular.
NOTA: 8
El juego nos plantea una aventura de corte clásico pese a lo que pueda parecer. Donde la exploración, la acción, el dialogo y la resolución de puzles de entorno, se unen bajo un mundo que tendremos que ir dándole color para conseguir avanzar en el y desentramar todos los entresijos de la curiosa historia que nos propone.
Una aventura que nos plante en un precioso mundo bidimensional con gran variedad de zonas. Cada una de ellas con diferentes puzles que completar, zonas que colorear, y situaciones que resolver. Y que la verdad me ha sorprendido por lo original que son, y lo bien que se integran bajo esa premisa de darle color a todo.
Y es que está claro que todo girar en torno al pincel. Siendo por ello la base jugable donde se va a ir gestando las diferentes situaciones del juego. Y es que este irá evolucionando. Consiguiendo nuevas capacidades. Nuevos estilos y conceptos de pintura. Y es que el colorear tiene coherencia dentro de la propia jugabilidad. Llevando a tener que gestionar que tipo de colorido o tipo de pintado utilizar en cada momento para poder con ello superar zonas, encontrar objetos, o modificar situaciones. Siendo en todo momento muy intuitivo pero sorprendente a la vez.
El control del juego es bastante sencillo, y bien ajustado al conceto base del juego. Pudiéndose jugar tanto con mando como con ratón. Con una fácil gestión del pincel y de su colorido. Solo criticándosele un poco de falta de precisión si los objetos son muy pequeños. Pero no os preocupéis, que muchos fallos pictóricos quedarán muy resultones.
Como puntos curiosos. Este posee un modo foto que le va que ni pintado. La curiosa posibilidad de hacer gifs animados. Siendo mucho más usado de lo que os imagináis ya que no querremos olvidar ciertas creaciones que pintemos con nuestro pincel. E incluso un modo cooperativo para pintar con un amigo.
No es un juego especialmente complejo. Donde el ingenio que tengamos es más importante que la propia dificultad intrínseca del juego. Para que entorno a las cuatro horas tengamos más que superada su historia. Cosa que, si no sucede, para ello tendremos un sistema de ayudas que nos deja sin ninguna duda más que resuelto los problemas.
Uno de los puntos que más interés tiene, no solo por lo bien escrito que está, sino por lo que es capaz de aportar, es la narrativa y el guion de este juego. Y es que como ya os he contado, nos pone en el papel de un perro, que de pronto se ve metido en la pintoresca misión de devolver al mundo el color que ha perdido, gracias al pincel mágico de la torre Chicory donde trabaja para la elegida de ello. Pero claro, nuestro buen amigo tiene que tocarlo todo, y termina haciéndose con este mágico utensilio, y con esto la misión que os he contado.
Una preciosa historia llena de valores. De personajes que nos sacarán en todo momento una sonrisa con unos maravillosos diálogos. Y un universo que evoluciona y se deja querer a cada paso que damos por él. Poco más os quiero destripar porque os aseguro que merece la pena descubrir a cada personaje y situación con lo que nos encontraremos en este precioso mundo de Picnic.
Como es de esperar, la parte visual es realmente particular y preciosista. Aunque parte de ese encanto se lo aportamos nosotros mismo con nuestra capacidad creativa de colorear. Pero hay que dar merito al cuidado diseño de personajes, a los preciosos y minimalistas entornos, a su bonita paleta de colores, y unas animaciones realmente cuidadas. Terminando por englobar un apartado estético que claramente nos retrae a épocas pasadas donde coloreábamos con acuarelas sobre libros.
La parte sonora tampoco se queda atrás respecto a lo particular y original que es. Con una cuidad ambientación. Un muy buen trabajo con divertidos efectos sonoros. Y con una banda sonora que ambienta y da vida a cada momento que pasa ante nuestros ojos de una forma notoria.
El juego se agradece mucho que llegue con textos en español. Especialmente cuando posee tanto texto y tan bien escrito.
En conclusión, os tengo que decir que este Chichory: A colorful Tale es una experiencia realmente original y divertida. Llena de un carisma muy interesante. Y con unos niveles de interacción y motivación creativa que supone en todo momento que nos sintamos parte importante de la aventura tan divertida que se nos plantea.
Un juego lleno de curiosas actividades y de interesantes mecánicas. Que se embellecen con un muy buen apartado técnico, y una de esas historias donde el guion te mantiene con una sonrisa de oreja a oreja en todo momento.
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