Análisis de Cuisineer

Entre mazmorras y fogones

Que coqueta y divertida ha sido una de esas experiencias en principio no terminas de ver relación, pero que sin saber porque te ves inmersa en ella y todo son alegrías. Y es que este ha sido el caso que me ha llevado a traeros este análisis de Cuisineer.

Un juego que nos lleva desde los fogones de la cocina de nuestro heredado bar. A las más profundas y coloridas mazmorras con concepción roguelite llenas de adorables enemigos. Y que bajo el desarrollo de BattleBrew Productions Y el sello de Marvelous me ha tenido absorbidas las horas de mi vida durante estás semanas.

Inmersión Narrativa

Empezando con la parte narrativa de Cuisineer. Deciros que la historia nos presenta una narrativa sencilla, con divertidos diálogo, y una guionización muy liviana. Donde nos ponemos en la piel de Lichi, una chica gato que regresa a Paell, su ciudad natal. Que llegará a ella para descubrir que el restaurante de sus padres ha cerrado por una deuda abrumadora que han adquirido para irse de viaje. Y claro, ahora nos va a tocar pagarla a nosotros.

Una historia sencilla, que brilla más por los personajes que nos rodean, sus inquietudes, y sus personalidades, que por la propia historia en sí. Pero que vale para contextualizar bien este pequeño mundillo.

Todo ese marrón económico en que nos ha llegado nos lleva a un juego, que como ya os he dicho, mezcla dos secciones de juego muy marcadas. Una primera en la que el juego nos lleva a administrar, gestionar y reconstruir nuestro restaurante. Ofreciendo platos desde un extenso libro de recetas que abarca más de un centenar de diferentes clasificaciones de estrellas.

Y por otro lado un segundo punto como es el explorar mazmorras repletas de enemigos. Estos suelen ser animales o vegetales que representen comidas. Y nos van a valer para recoger de ellos ingredientes. Llevandonos a diferentes niveles de mazmorrero, mucha acción, y cantidad de objeto que recoger. Cosa que nos acerca a un juego de acción con ese ángulo de visión superior, en el que tendremos que sobrevivir hasta donde bien podamos o queramos para traer con nosotros la máxima cantidad de recursos e ingredientes sin morir en el intento, ya que si lo hacemos perdemos gran parte de ellos, y habremos perdido un día.

Por cierto, temas del armamento que equipar, llevandonos a un sistema de mejoras, y cambios de tipos de armas y ataques, habilidades especiales, o potenciadores, siendo por ello un punto a tener muy en cuenta dentro del apartado del combate, y de la evolución de nuestro personaje. Permitiéndonos desbloquear y llegar mucho más profundo en las diferentes mazmorras, y variados biomas en que se divide un mapa general.

El control del tiempo es realmente crucial en este juego. Ya que vamos a tener prácticamente que plantearnos cada día ; ir de mazmorrero, centrarnos en el bar, o dedicarnos a ir a hacer misiones o mejoras por la ciudad. Ya que es cierto que el tiempo es algo limitado, y el día se pasa volando. No dando un segundo de respiro. Y haciendo con ello que el bucle donde nos mete sea muy ágil y divertido.

En la parte de gestión de nuestro bar. Pasaremos diferentes secciones, que nos vuelve todo un no parar de estrés hostelero. Donde desde atender a los clientes y cocinar los platos, hasta hacer de cajero, nos mete en un ritmo de trabajó muy alto. Siendo curioso como se marcan las horas puntas de trabajo a lo largo de la jornada, pero es que es nuestra única fuente de ingresos y no nos queda otra que currar. Con todo ello, nos acerca no solo a pagar nuestras deudas, sino que también a un sistema un tanto rolero de inclusión de recetas, mejoras de utensilios de cocina, e incluso, la compra de mobiliario y reforma del bar para que sea más rentable y eficiente nuestro negocio.

Por cierto, me ha parecido algo falto de contenido y posibilidades, y demasiado estricto, en lo que a nivel de diseño para poder amueblar y decorar nuestro bar se refiere. Haciéndolo poco personal y atractivo, más allá de buscar rendimiento económico por distribución de trabajo y el ordenamiento de la sala para meter más clientes.

Tampoco quiero dejar de hablaros de la aldea. En la que podremos desde realizar compras, hablar con los aldeanos, obtener misiones y recetas muy valiosas. Y que destaca por la importancia horaria ya que todo variará y tendrá su vida propia según sea el momento del día.

Pero está más que claro que el juego se entrelaza y marca un sistema económico con secciones de gestión de recursos. Donde desde el pago de impuestos hasta la expansión de menús a través de las solicitudes de los habitantes del pueblo, irán generando más ingresos y elevando tu reputación como chef, cual juego de rol. Destacando la gran cantidad de solicitudes de los aldeanos que implican la búsqueda de ingredientes o materiales con diversos niveles de dificultad, y que nos van a llevar a tener que saber gestionar de forma coherente los recursos para uso del bar, o para esas misiones que tanto nos pueden aportar.

Por el resto, me he encontrado un juego adictivo, entretenido, y pese a que se mete en un bucle constante como buen roguelite. Haciéndose ameno de gestionar, y divertido de ver como evoluciona todo a nuestro alrededor, terminándose por transformar en un aventurero chef de lo más particular.

Conclusión

En definitiva. Deciros que este Cuisineer es una verdadera delicia para los amantes de lo bonito. Pero ante todo para aquellos que le gustan los juego de gestión de recursos, y ante todo de trabajar. Con esa capa rolera de acción y mazmorras que le queda realmente bien, y que le da ese toque de respiro tras una larga jornada laboral en la hostelería.

Una cuidada, preciosa, y bien acabada experiencia, que os aseguro que os va a enganchar, y os va a dejar enamorado de este curioso mundo donde los bares y las mazmorras se unen de una forma tan peculiar y coqueta.