ANÁLISIS: Fallout 4

Muchas fueron las horas dedicadas por los usuarios en el yermo, un páramo desolado a causa de una guerra nuclear en la que muchos se vieron en la obligación de trasladar su vida a cuatro paredes bajo tierra, los refugios de Vault-Tec estaban completamente equipados y abastecidos para subsistir.

Ahora, y con el paso de los años (bastantes ya), volvemos a estas tierras de nadie, donde reina la anarquía absoluta y aún así sigue habiendo belleza allí donde ya no queda nada, solo sufrimiento y últimos alientos. Bethesda ha vuelto a recordarnos el por qué de nuestra atracción por su Fallout. Han traído la cuarta entrega del título, un mundo abierto total, a nuestras anchas más absolutas para explorarlo y despiezarlo, no sin antes luchar por nuestras vidas para poder encontrar a nuestro hijo.

Un mundo más inmenso y con mayor detalle, todo lo bueno de Fallout 3 y New vegas puesto en marcha en la nueva generación, con novedades jugosas para el jugador más mimoso y, sobre todo, una mejora absoluta del Gunplay, ahora nos encontramos con un shooter en potencia, triplicando la calidad de sus antecesores, la ayuda del equipo de Doom ha dado sus frutos y llega la hora de recogerlos. Bienvenidos a la Commonwealth.

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

XBOX ONE – PS4 – PC

VERSIÓN ANALIZADA

PS4

DESARROLLADOR

BETHESDA

DISTRIBUIDOR

BETHESDA

VALORACIÓN

9

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Buenas tardes, seguros Vault-Tec, ¿Desea un futuro seguro?

Las amenazas de que todo va a cambiar son constantes, las distintas televisiones nos advierten de que se acerca el fin de la humanidad tal y la conocemos, pero estos mensajes pasan a un segundo plano, disfrutar de nuestra familia un Domingo por la mañana en un paseo por los jardines del parque no hace más que reafirmarnos en que la televisión nos maneja a su antojo a base de mentiras.

El hombre del seguro viene a casa cada semana a convencernos sobre lo que sucederá pronto, en Sanctuary ya existen muchos vecinos que se han cubierto las espaldas. No está de más echar una firma a un papel que a fin de cuentas puede salvar la vida de mi familia si las televisiones y los periódicos dicen la verdad.

Shaun está llorando y no queda otra que ir a atenderle, mi mujer tuvo una gran idea comprándole el móvil para la cuna, con solo un par de vueltas ya se relaja y vuelve a quedarse dormido, así que el trabajo está hecho… de repente suenan las alarmas.

No hay vuelta atrás, las noticias eran ciertas y falta poco, hay aviso de nuclear en la zona, la solución era salir a correr con lo puesto, mi familia debe estar a salvo. Pasamos por un control del ejército para asegurar que estamos en lista para poder acceder al refugio, a fin de cuentas será nuestro nuevo hogar. Mientras bajamos al refugio la bomba estalla, el mundo tal y como lo conocemos va a cambiar a partir de ahora, ya nada será igual, además de contar con la idea de que nuestra iluminación será artificial, la radiación y la contaminación de nuestras tierras no nos permitirán salir, todo se resume en habitáculos bajo tierra donde sobrevivir.

La realidad dentro del refugio es bien distinta, nada de lo que nos prometieron sucedería allí abajo, y aquí me encuentro, 200 años después y con un solo objetivo en mi cabeza, que espero poder cumplir en este extenso páramo.

Más disparos, menos VAT

No decimos nada nuevo si mencionamos las bondades de los Fallouts Previos, sobre todo hablando de su tercera entrega y del New vegas, juegos que eran prácticamente interminables si te ponías a buscar por cada recoveco del mapeado y te interesabas en explorar, todo con una mezcla perfecta en el ámbito RPG, donde subir nuestro personaje y mejorar sus distintas habilidades sería indispensable para sobrevivir en el Yermo. Si a estos juegos tuviésemos que sacarle alguna pega en especial, su faceta como shooter era absolutamente primitiva.

En esta ocasión Bethesda se ha puesto manos a la obra, contando entre sus estudios con los encargados de DOOM era fácil la solución, pedir algunos consejos para mejorar el gunplay del juego. Lo visto anteriormente era bastante tosco y estático, para ello se hablo de dinamizar el título y darle personalidad propia, convirtiéndose así en un FPS con toques de RPG.

Jugar a Fallout 4 para los amantes del género de acción y disparos en primera persona es toda una gozada, por fin se adecua a los tiempos que corren y se presenta un juego sólido en este aspecto. Han mejorado tanto la respuesta de las armas como el movimiento del personaje que en numerosas ocasiones se olvida que existe el VAT, con el que poder seleccionar la parte del cuerpo de nuestro adversario a la que dirigir las balas y así intentar hacerle un crítico.

El árbol RPGealógico

Los toques de RPG en esta entrega vienen dados con la mejora del personaje, distribuyendo todas sus habilidades en lo que supone un refugio con distintas plantas y habitaciones en la que el carismático “Vault-Boy” despliega sus cualidades.

Dependiendo de qué tipo de jugador seamos nos interesarán más unas habilidades que otras, es decir, si somos más jugadores de sigilo, atacar por la espalda, abrir cajas fuertes con las horquillas… necesitaremos inteligencia, suerte, destreza. Por el contrario, si optamos por los disparos y la guerra cercana, algo más de fuerza física, habilidad con las armas, etc. Bethesda deja a nuestra elección qué o quién queramos ser en este mundo virtual post apocalíptico.

La magia de Fallout 4

Es el punto fuerte de Fallout, el andar kilómetros y kilómetros de terreno asolado por las bombas para poder descubrir útiles a los que darles algún uso. Anteriormente el uso no era más que chatarra para vender, ahora la película es bien distinta, en Fallout 4 ir descubriendo mapa se convierte en mera necesidad, para ti y para los tuyos.

Conseguir tela para poder producir camas en nuestro poblado, acero para las torretas defensivas, o en el plano personal, podernos construir una buena culata para el arma con un trozo de madera usada. Por fin la exploración se concibe como algo vital en el juego, ya no andaremos por puro placer (que también), ahora estaremos ansiosos de explorar para poder conseguir todas estas cosas que nos harán la vida más sencilla, e incluso las necesitarás en alguna que otra misión para poder seguir avanzando en la trama.

Y es entonces cuando llegamos a sentir ese “no sabemos qué” que nos engancha a Fallout, y en esta entrega más aún, nos invade esa sensación mágica que nos hace sumergirnos en el juego de manera absoluta, donde los paseos cada vez son más frecuentes y las misiones las vamos dejando de lado en pos de nuestra curiosidad, es la manera más óptima de disfrutar Fallout 4, andar y andar, ir desvelando partes de mapa en las que poder explorar y encontrar recursos. El pensamiento de llegar en línea recta a un lugar es improbable, las propias vistas pican nuestro instinto y nos empujan hacia esas formas que intuyen unos edificios, una antena o un pantano con casetas, cualquier cosa será motivo suficiente para dejar nuestro camino y tomar una nueva ruta.

El yermo te embelesa, te lleva a territorios inhóspitos y lugares infectados de radiación, pero es el precio a pagar por ser un superviviente, tener consciencia, y eso hace de este juego algo completamente especial a la hora de jugarlo.

Arsenal personalizado

De sobra era conocido por los videos promocionales. La libertad de la que dispondríamos para poder mejorar nuestras armas, entrando en los bancos de trabajo situados por distintos poblados, nos daría un plus al juego, ese toque de superviviente de verdad. En ellos podríamos acoplar piezas encontradas por todo el territorio con los que mejorar la eficiencia del arma y así disfrutar más de nuestras matanzas.

No es más que otro apartado positivo con el que rascarle más minutos de juego, que si ya de por sí es extenso, ahora con la idea de poder utilizar nuestras mejoras en armas seguro que a más de uno le pica el gusanillo de ir a pegar cuatro tiros en un bonito atardecer.

Hora de montar nuestra propia “Megatón”

Durante el E3 se anunció un juego del universo Fallout enfocado a móviles y tablets, el denominado “Fallout Shelter” suponía para el jugador un reto de supervivencia, donde debía racionar recursos y personal para llevar adelante un refugio, de un modo brevemente explicado. Pues bien, parece ser que era tan solo una antesala a modo de entrenamiento para lo que nos esperaba en Fallout 4, el desarrollo de todo un asentamiento, en nuestras manos.

Era una de las facetas más esperadas para esta nueva entrega del holocausto nuclear, el poder organizar un poblado por nosotros, usar los talleres y bancos de herramientas para poder crear a nuestro antojo estructuras, mobiliario, recursos, energía, zonas de defensa… todo muy estratégico, con lo que conseguir la felicidad de los que allí habitan, manteniéndolos a salvo de las distintas amenazas, además de completamente abastecidos de recursos con los que vivir y recuperar aquellos maravillosos años.

Ayudar al resto de poblados a lo largo de la Commonwealth es también un plus, significaría la opción de poder unificar todos los asentamientos esparcidos por el páramo en un solo poblado y así hacernos más fuertes, con lo que requeriría de muchos más recursos, pero a su vez habría mucha más mano de obra para adecentar el poblado, poner a trabajar a la población en las distintas tiendas y centrales… en definitiva, volver a la vida cotidiana.

Los bonitos amaneceres y el sonido enlatado

Quizás estemos topando con el apartado que más controversia ha creado a lo largo y ancho de todas las parrafadas que ha dado de sí Fallout 4, y bien es cierto que su parte de razón llevan todos y cada uno de esos medios.

El incendio en los foros en la previa de la salida del juego era constante, se hablaba de una versión en consolas muy capada, “indigna” para la nueva generación. Tras haber disfrutado en nuestras propias carnes de la experiencia, podemos decir sin lugar a dudas que el nivel técnico del juego raya a muy buen nivel. El nivel de detalle, teniendo en cuenta la extensión del mapeado y la cantidad de objetos con los que poder “interaccionar” es bastante bueno. Los Frames quizás son el punto flaco en la versión consolas, clavándolos en unos 30, para en ciertas ocasiones tener bajadas de rendimiento, sobre todo en situaciones con cierta tensión y carga de enemigos y disparos en pantalla. Las explosiones consiguen un grado de realismo bastante alto, sobre todo por la humareda, recreada a la perfección, toda una gozada visual entre tantas cosas.

La iluminación es otra de las cosas muy mejoradas en esta entrega, Fallout 4 contiene unos ciclos día-noche que afectan directamente a la jugabilidad, dependiendo de las horas del día a la que nos movamos nos encontraremos unos enemigos u otros. Pero en el camino podremos disfrutar de esa luz natural de tantos amaneceres, o la tenue luz de la luna acompañado de una bruma. Te muevas en la hora que te muevas, el juego de luces está muy bien puesto en marcha.

Llegamos al punto que sin duda más choca de todos, y es que a pesar de tener más de 11000 líneas de diálogo, no ayuda en absoluto que la calidad del sonido sea prácticamente la de estar metidos en una botella. Al cabo de los minutos te acabas acostumbrando, pero el salto del vídeo inicial con un audio digno de cine, a empezar a amoldar la cara de nuestro personaje frente al espejo con ese sonido salido de una tinaja chirría demasiado. A pesar de todo ello, Fallout sigue teniendo esas melodías de los años cincuenta en sus radios polvorientas, una gran cantidad de NPCs con historias que contarnos y trabajos que ofrecernos, y una gran cantidad de balas rozándonos la cabeza acompañados de unos cuantos de improperios por parte de saqueadores que en conjunto hacen que ese sonido enlatado quedé más como anécdota.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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Bethesda vuelve a traernos otra entrega de la saga post apocalíptica por excelencia del estudio. Fallout 4 aparece en escena para entretener al jugador, engancharlo y engatusarlo hasta sentirse parte de todos los rincones de la Commonwealth, todo un yermo que en esta ocasión tiene bastante más vida y utilidad que en versiones anteriores.Descubrir por nosotros mismos cada parte del mapa que nos muestra nuestro Pip-Boy es una sensación que no muchos videojuegos consiguen, te atrapa completamente y te hace sentir parte de lo que estás jugando.

La notable mejoría como shooter lo hace un juego mucho más fluido en su jugabilidad, a pesar de que los más puristas puedan estar en desacuerdo debido al segundo plano que toma ahora el aspecto puramente rolero, pero debemos decir que para el estilo de juego que es, su aspecto más intuitivo y directo a la hora de jugarlo le viene como anillo al dedo.

A pesar de las críticas vertidas por parte de la comunidad en su aspecto técnico, cumple a la perfección, mostrándonos un mundo amplio con bastantes posibilidades y con una libertad abrumadora, con la pega de ese sonido enlatado que al final se suple con sus más de 11000 líneas de diálogos y buena música para amenizar nuestro camino.

Finalizando tanta palabrería, decimos que Fallout 4 debe ser un fijo en vuestras estanterías en este final de año, que durante las navidades tendréis tiempo de sobra para disfrutarlo, y que además es claro candidato a Goty. ¿Más razones necesitáis?

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