Análisis Gamer | Trópico 4. Nunca fue tan fácil ser líder mundial. Para PC y Xbox 360

Y aquí os traigo otra reseña de videojuego. Sé que muchos jamás habéis tenido la oportunidad de darle caña a uno bueno y por lo mismo, mi misión aquí será recomendaros los mejores juegos que podéis encontrar en el mercado, según mi humilde opinión. En este caso, os traigo un título que no podéis dejar pasar bajo ningún concepto. ¿Preparados? Qué empiece el “juego”.

Desarrolla: Haemimont Games
Género: Estrategia
Subgéneros: Gestión, simulación
Lanzamiento: 24/10/2011
Voces: Español
Texto: Español
Plataforma: PC y Xbox 360

Trópico 4 es una creación de Haemimont Games, una desarrolladora de videojuegos búlgara que me encanta (he jugado a muchísimos videojuegos de ellos y se especializan en títulos muy originales), por lo que este videojuego de simulación lo cogí con expectativas. La misión principal es gobernar una isla situada en algún lugar del Caribe llamada Trópico, dándoles a los ciudadanos todo lo que necesiten y actuando contra los rebeldes y otras adversidades que puedan ocurrir (desastres naturales como terremotos y volcanes). Lo original de este título es que tú, como gobernador de Trópico, puedes ser un buen líder o un verdadero tirano. Podrás amañar las elecciones, forzar a tus conciudadanos a trabajar por cuatro duros o hasta mandar a los servicios de fuerzas especiales a “silenciar” a los que protesten contra tu régimen. Lo cierto es que es un juego muy libre en el que podrás hacer lo que quieras, eso sí, tratando de conseguir los objetivos impuestos en cada misión.

¡Estamos listos, mi señor presidente!

Si de misiones hablamos, este juego en versión simple (sin expansiones que han salido posteriormente) consta de 20 misiones de diferente grado de dificultad que irá ascendiendo según avancemos en el juego. Aunque también disponemos de un modo de juego totalmente libre en el que no contamos con la presión de llegar a completar las misiones, sólo jugamos a lo que nos dé la gana en el momento. Sinceramente, yo me aburrí en esa versión del juego. Lo que tiene chicha en Trópico 4 es ir completando los desafíos que cada vez se ponen más interesantes y diferentes.
Ante todo, Trópico 4 cuenta con una sencilla trama política que irá trayendo a nuestro personaje principal, el señor presidente, de una isla a otra, huyendo de las intrigas en las que EEUU ha querido implicarlo, luchando contra rebeldes que lo quieren ver muerto y apaciguando las aguas de sus gobernados, gentes humildes que sólo quieren un sueldo digno, una vivienda digna, un ocio digno, un… vamos, que son unos pesados que no paran de pedir y que volverán loco al jugador, que tendrá que buscarse la manera de mantenerlos a todos a raya para que ningún golpe de estado le arrebate el poder de la presidencia.

Qué os puedo contar: me pasé el juego después de un mes jugando con mucha frecuencia. Algunas misiones eran tan complicadas que necesitaba varios días para sacarlas con éxito, otras eran sencillas y las terminaba en un día, pero de todas las maneras… este juego fue un vicio para mí. No podía parar de pensar en querer jugar, sólo me apetecía poner el Trópico 4 en el PC y olvidarme de todo lo demás. El poder causa adicción, o eso experimenté yo, que me divertí tratando de ser un líder de izquierda muy democrático. Gané todas las elecciones porque el pueblo me votaba a mí con diferencia, aunque he de admitir que dos o tres veces perdí la partida porque me derrocaron de mi trono mediante un golpe de estado militar.
Y eso me lleva a explicaros que este juego es tan amplio y dinámico que deberemos escoger, primero que nada, avatar para nuestro personaje. Entre las elecciones se encuentran famosos políticos reales tanto de ideología de derechas como de izquierda. Estaba Augusto Pinochet o Fidel Castro, y otros líderes de revolución como Che Guevara (mi avatar favorito y con el cual me pasé el juego). Cada uno de ellos tiene unas habilidades especiales, como más carisma o más mano dura. Algunos incluso traen bonificaciones, como por ejemplo empezar teniendo 20% de descuento en construcción. Todo tenía que ver con los tópicos de cada ideología.
¿Qué eres de izquierda? Pues tu personaje puede tener bonificaciones en sanidad, mejor educación y más relación con la URSS. ¿Qué eres de derechas? Tendrás beneficios económicos más altos, mejores relaciones con EEUU y con los empresarios. Tú eliges las cartas y el tapete del juego, todo está en tu mano. Sólo depende de tus gustos políticos.
Una vez elegido el avatar, empezamos la primera misión y comenzamos a notar que se trata de un juego lleno de opciones, muchísimas. Hasta podríamos sentirnos abrumados… sin embargo, los desarrolladores han tenido en cuenta este detalle y las misiones van enseñándote de forma divertida (muy divertida) cómo usar cada característica, hasta que ya lo tenemos controlado y podemos sobrevivir en este nuevo mundo político y administrativo.

Construyendo tu imperio, bloque a bloque

Como habréis notado, este videojuego es una simulación de administración pública. Algo así como “juega a ser un político”. Además de entretenido, original y completo, os puedo asegurar que os enganchará desde un primer momento. El motivo es que no os podéis aburrir con él. Hay tantas cosas que hacer… Por ejemplo, construir tu propia ciudad en Trópico.
Cuando el juego empieza, sólo hay un muelle en la costa, un edificio sencillo de viviendas humildes y una empresa de construcción (donde saldrán los obreros para las construcciones). ¡Falta todo! Tendrás que crear una escuela para que los niños no sean analfabetos y puedan aspirar a trabajar en otros trabajos que requieren el título del Graduado Escolar, y más adelante, una universidad, para que puedan trabajar en la otra esfera, la de los licenciados. También te verás obligado a sacar dinero de algún sitio, porque empezamos el juego con 20.000$ y creedme, se nos irá en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué podemos hacer para ganar dinero fácilmente?
A mí, como era de izquierda, me encantaba crear granjas y ranchos. Aquello activaba la economía y además, abastecía a la isla. La compraventa a nivel internacional traía jugosas cifras, sobre todo si además de granjas y ranchos, construía minas de hierro y oro. Pero aquí entra en juego los intereses de las minorías políticas: los ecologistas se me tiraban al cuello, así que no podía abusar de los recursos de la isla si quería tenerlos contentos.

¿Y qué pasa? ¿Viviremos eternamente en la Era de piedra? Pues no, desde el principio tenemos opción de construir Industria, que nos dará mucho dinero pero también nos hará gastarlo. Además de que requiere de formación de la población, porque si no nos veremos obligados a contratar gente de afuera, especialistas y demás. Y eso es muy caro. También hay que cuidar la inmigración, porque los nacionalistas se pueden poner desagradables.
¡Y qué hay de la sanidad! Esa también es importante, sobre todo porque la gente empezará a quejarse de que no tienen dónde ir cuando están enfermos. Pero eso requiere médicos especializados y electricidad, y para tener electricidad hay que construir una Central Eléctrica, que requiere ingenieros (muchos) con estudios universitarios… ¿Veis lo que os digo? ¡Muchos problemas! No os aburriréis ni por un segundo porque no os van a dejar en paz.

Aparte de construir los complejos turísticos para ganar dinero rápidamente, aparte de ocuparte de tus ciudadanos en todo lo que ellos pidan, aparte de subirle el suelo a los militares para que no te den un golpe de estado… también tendrás miles de submisiones dentro de la propia misión que te permitirán llegar a la meta final.

Es de vida o muerte, señor presidente

Estas actividades que encontraremos en todas las misiones principales, son esenciales para mejorar la posición social de nuestro avatar presidente. Además de que nos reportaran multitud de beneficios, descuentos y planos de nuevas construcciones. Mejoraremos las relaciones con los otros países y, en general, enriqueciendo el videojuego.
Entre estas misiones destacaría las que implica vender cierta cantidad de producto bruto de tu isla a los países vecinos, que son EEUU, la URSS, China, Países de Oriente Medio y Europa. Sí, notáis que es la URSS y no Rusia, porque el contexto histórico en el que se desarrolla este videojuego es en plena Guerra Fría, así que las relaciones entre EEUU y la URSS son muy tensas. Tú tendrás que decantarte ser parte de quién y en ello tendrá que ver mucho tu propia ideología política.

Pero también hay que llevarse bien con absolutamente todas las pequeñas ideologías de la isla. Nos aparecerán submisiones de cada una para ganar respeto por parte de estas pequeñas agrupaciones, y si conseguimos tenerlas todas a 100% —en una de nuestras misiones principales lo necesitaremos—, seremos el mejor presidente del mundo, el justo entre los justos. Estas facciones políticas son las siguientes:

Ecologistas: buscarán el bienestar de la tierra y te perseguirán si no respetas los estándares de polución o robas demasiados recursos naturales de tu isla.
Nacionalistas: de carácter a veces muy violento, te estarán molestando por tus políticas de inmigración y te perseguirán para que hagas estatuas que representen el poder de la nación.
Lealistas: estos son tus fieles seguidores, ciegos por tu presencia. Querrán que amañes las elecciones y que sólo haya un único líder, tú. Pero, ¡cuidado! Se volverán en tu contra si eres demasiado democrático.
Religiosos: aficionados al buen vino, agradecerán que llenes la isla de colegios religiosos, iglesias y catedrales. Yo, personalmente, los mantenía bastante a raya.
Intelectuales: los pesados de las gafas necesitarán que decretes alfabetización nacional, que crees colegios y universidades, además de que agradecerán que permitas el matrimonio homosexual mediante decretos políticos.
Capitalistas: adoran el dinero y las empresas y les encanta que tengas a los trabajadores a raya. Tener buena relación con ellos te convierte en un hombre muy rico, porque conseguirás dinero y te pasarás por el arco del triunfo muchas reglas sociales como vivienda gratis para todos o sanidad gratuita nacional.
Comunistas: eran mis eternos amigos, y son aquellos que quieren que la soberanía recaiga en el pueblo, que haya alimentos en abundancia, que las gentes puedan ir al médico sin pagar un duro y que las viviendas sean gratis para todos (y en condiciones). Pero son exigentes, no puedes tener buena relación con los capitalistas.
Militaristas: ¡peores que un dolor de muelas! Son los que te arrebatan el poder como te pases de la raya con ellos. Exigen dinero, exigen inversión en armas y exigen generales y campos de entrenamiento. Pero gracias a ellos los rebeldes que van contra tu mandato y que preparan atentados terroristas en tu ciudad no representan el problemón que supondrían si no tuvieras el poder militar desarrollado.

Decretando que es gerundio

Y yo decreto que este videojuego es una joya desconocida que no podéis dejar pasar. No sólo por sus increíbles gráficos, divertidos y llamativos, tampoco por su jugabilidad sin límite que os mantendrá pegados a la pantalla, sino también porque Trópico 4 está lleno de parodia política, de crítica social y de cierta burla a un sistema corrupto desde los cimientos, el del poder mundial. La mayoría de las bromas os robarán una sonrisa, no por nada sentiremos en más de una ocasión que nos encontramos en Cuba, bajo la dictadura de Fidel Castro, por las múltiples referencias que encontraremos, sobre todo en Radio Trópico.

Esta Radio os distraerá muchas veces y moriréis con los chistes que sueltan, son tremendamente geniales. Además, no puedo olvidarme de comentaros que Trópico 4 está 100% adaptado a los nuevos tiempos que corren, por lo que cada éxito que tengas en el juego, podrás compartirlo con tus amigos en facebook y twitter directamente en el juego. ¡Todo un lujo para enseñarle al mundo tu poder mediático!
El juego, por supuesto, está completamente traducido al español y lo podemos encontrar por un precio de risa (9,95 €), muy a la tónica general de la distribuidora española, FX Interactive, una de mis favoritas. Yo que vosotros, si no habéis jugado jamás, me tiraría de cabeza a conseguir este título, porque es divertido, entretenido, diferente y muy realista. Está bien hecho desde la base, y un juego que presenta este desarrollo sólo puede ser sobresaliente.
A mí me mantuvo un mes entero pegado a la silla del ordenador y cuando lo acabé, me supo a poco. Si hubiera tenido la expansión se la hubiera instalado sin ninguna duda. Para mí, el veredicto final de este juego es “imperdible”. Precisamente es lo que me parece Trópico 4, un título imprescindible en tu ludoteca. ¡No podéis dejarlo pasar!

→Lo mejor: Lo adictivo que puede resultar, su facilidad de adaptación y su variada jubabilidad. Sobre todo destaco un humor político con buena línea, identificable y simpático, unos gráficos acordes al tipo de juego y su capacidad para sorprender al jugador. ¡Y su precio tan barato!
→Lo peor: Es demasiado corto, si no compráis expansiones lo terminaréis en un santiamén.
→Puntuación: 9/10

ESCRITO POR DAICHAN
Estudiante de letras y otaku apasionado. A parte de leer, jugar a videojuegos y ver películas, adora estudiar y enseñar japonés. Administra Mientras Lees desde hace dos años y su sueño es convertirse en librero. Podéis encontrarlo en su bitácora personal.