Análisis: Metal Gear Solid V: Ground Zeroes

Hideo Kojima vuelve a lanza una nueva entrega de su saga predilecta, Metal Gear Solid, y lo hace, esta vez, en dos partes; por un lado tenemos el prólogo, que es el “juego” en cuestión que vamos a analizar ahora y que lo hemos recibido con el nombre de Metal Gear Solid V: Groud Zeroes, y por otro lado, recibiremos el juego completo, titulado ya de forma oficial Metal Gear Solid V: Phantom Pain. Para estas entregas, Kojima ha decidido estrenar el motor gráfico Fox Engine, pensando ya, como no, en la nueva generación de consolas. Ahora pasamos a analizar este prólogo de la nueva entrega de Metal Gear.

La historia es difícil de explicar puesto que nos encontramos con una única misión que, aunque no es corta, tiene una fácil narración: Salvar a Paz y a Chico, dos personas que se encuentran en una prisión cubana, el Campamento Omega. Dicho esto, no podemos narrar nada más puesto que, si lo hacemos, llenaremos de spoliers la misión y, si de algo vivirá este prólogo, es de los pequeños detalles que le van pasando a Big Boss o a los personajes que le rodean.

MGS V: Ground Zeroes es el enlace directo entre las entregas Metal Gear Solid: Peace Walker, lanzado para PSP, y la futura entrega que llegará en 2015, Metal Gear Solid V: Phantom Pain. Y ahora os preguntareis, ¿Si yo no he jugado a Peace Walker, cómo hago para poder enterarme de lo sucedido? Pues bien, para ello hay que decir que Kojima ha dado tres formas para poder saber la trama de ese título lanzado para la primera portátil de Sony. La primera, y más evidente, es el lanzamiento del juego, y como no todos tienen la oportunidad de haber jugado al título, por diferentes razones, Kojima tuvo la brillante idea de sacar la “HD Collection” de la saga, en la que incluían su segunda entrega, la tercera y esta de la que estamos hablando, algo que fue agradecido (aunque criticado por no introducir el título de PlayStation), la que permitió a un gran número de seguidores de la saga poder jugar y disfrutar de esa entrega. Por último, optó por introducir en este prólogo once diapositivas que resume de forma escrita sin vídeo ni imágenes del título, la trama. Una idea totalmente acertada porque así, sabemos mucho más de Big Boss.

Terminada esta misión, tenemos la opción de realizar diferentes misiones secundarias, que, sin trama alguna, nos marcarán un objetivo y debemos cumplirlo. Realizarlas o no, no supone nada para luego jugar a la futura entrega. Para que nos entendamos, aunque son jugables, divertidas, y están bien cuidadas cada una de ellas, es más relleno que cualquier otra cosa.

Metal Gear Solid V: Ground Zeroes, respeta la esencia de la saga desde que se lanzó para MSX. Estamos, ante todo, en un videojuego que se basa en el sigilo y en el espionaje. ¿Que podemos ir como pedro por su casa en cada una de las misiones? Pues sí, es cierto, y veremos por tanto muchísima acción, con muchos disparos y explosiones, pero no es lo aconsejable.

El juego está pensado para infiltrarnos en los lugares, y con las pistas obtenidas por los diálogos de los enemigos, recolectar toda la información suficiente como para liberar, en este caso, a Paz y Chico, los dos objetivos de esta misión. Hacer ruido, caminar más deprisa, coger un constipado por culpa de la lluvia que cae sin cesar, pisar una superficie ruidosa, agacharnos, movernos tumbados, y un larguísimo etcétera, marcarán el avance del juego. Realmente, es la esencia de toda la saga pero Kojima ha ido perfeccionando el control de todos y cada uno de los movimientos a un ritmo similar al que avanza la tecnología en este mundillo, puesto que, si bien en los primeros títulos de la saga no podíamos avanzar de cuclillas, ya sí lo podemos hacer. Kojima ha decidido que esta es la entrega definitiva para poder conducir un vehículo, ya sea un coche, un camión o un tanque y, sin llegar a ser un juego de conducción, el control del la conducción tiene un acabado muy notable, por debajo del control de nuestro personaje eso sí, pero no se ha complicado en nada y la conducción es sencilla. No podremos derrapar ni pegar grandes saltos, pero hay que destacar que esto es tan solo un plus que tiene el juego y que por lo tanto, coger un coche será conveniente para matar el tiempo y exprimir al cien por cien el juego, puesto que nada más nos vean conduciéndolo, darán la alarma.

La inteligencia artificial de los enemigos, aunque depende del nivel de dificultad que a continuación os detallaremos, es de sobresaliente. Los enemigos ya no usan los patrones lineales que seguían antaño, ahora ya no podemos reírnos de ellos, y esquivarlos será algo complejo. Arán saltar las alertas a la más mínima, sorprenderles será algo difícil de hacer y ya no abandonarán su puesto por nada del mundo, por lo que si queremos pasar por una puerta que está custodiada, tendremos que pensar los movimientos, o ir a saco y vaciar cargadores como un condenado, con la alarma activada y medio ejército detrás nuestra, que también es una opción.

La duración… el motivo por lo que han condenado muchos medios esta entrega. ¿Que la duración de la misión principal es corto? Sí, lo es (menos de tres horas si vamos muy lento, avanzando sin prisas, y tomándonos un café incluso) pero resulta que se trata de un prólogo, una única misión que como en todos los videojuegos, dura lo que dura. El juego cuenta, como ya hemos dicho antes, con varias misiones secundarias que pueden resultar de puro relleno, pero que son divertidas y que aunque no tienen ya nada que ver con la trama, forma parte del título y hay que valorarlo también. Quien compre Ground Zeroes, compra una demostración prácticamente, algo que Kojima nos muestra como introducción a su nueva obra. Sinceramente, y como punto final a este apartado de duración, para todo fan de la saga se queda en muy poca cosa, puesto que deja con ganas de más.

La dificultad viene dividida en dos, normal y difícil. Ya Kojima no introduce las preguntas de si habíamos jugado a alguna de las entregas anteriores de la saga, o si nos gustaba el género del sigilo, algo que repercutía directamente con la dificultad que seleccionábamos al principio del juego. Por lo general, es difícil, elijamos el nivel que elijamos, puesto que no es nada fácil avanzar sin ser detectados, y avanzar con este objetivo, es avanzar de forma lenta, aunque exitosa. Estamos ante una dificultad característica de la saga, y quienes han jugado a juegos de la saga, sabe a qué atenerse.

Entrando en partes más técnicas hay que empezar hablando del nuevo motor por el que ha optado Kojima para la realización del título, Fox Engine. Es nuevo y tiene un pero muy importante: No está exprimido al 1oo% para las plataformas de Microsoft.

Gráficamente, estamos ante un potencial que exprime al máximo el inicio de generación. Con detalles minuciosos y efectos viduales que nunca hemos visto ni en la saga ni en algún otro título. Detalles como las gotas de lluvia, como el doblez de la ropa de los diferentes personajes o el paisaje que podemos ver, si nos fijamos, en el retrovisor de los automóviles. Cabe destacar la poca variedad gráfica que nos encontramos cuando estamos en modo “in game” que viendo una cinemática típica de Hideo Kojima, caracterizadas por ser largas y similares a su pasión frustrada, el cine. Uno de los puntos fuertes de esta entrega sin duda.

Como decíamos, Xbox 360 y Xbox One presentan una dificultad a la hora de procesar este nuevo motor gráfico, donde la resolución de pantalla es peor que en PlayStation, algo que Kojima no se ha preocupado mucho por resolver dado que ni es su problema, ni es su consola favorita. Un punto menos (otro) que hay que restar a Microsoft, y nunca ni al título ni al creador.

El apartado sonoro es posiblemente lo que más se ha cuidado, ya que nos encontramos ante una realidad que se ha conseguido explotar al máximo en esta entrega. El sonido al pisar, que varía de una superficie a otra, el ruido provocado por el ruido de la ropa, el causado por apoyarnos en una superficie de metal… en Ground Zeroes todo cuenta. El ir con más o menos cuidado, es clave para la infiltración.

Llegamos a la conclusión de este prólogo, diciendo que a los fans de la saga, les encantará, es muy corto, demasiado, pero intenso y como introducción al título completo que nos espera es una gozada. El precio, el mayor lastre del título, muy excesivo, y nada acorde con lo que nos presentan, ya que realmente estamos ante una demo o incluso un DLC, brillante, sí, pero insistimos, muy caro. ¿El mejor Metal Gear de la saga? Es pronto para dar una afirmación o una negación ante esta pregunta, pero posiblemente, supere en todos los sentidos a sus antecesores. Hay que esperar a 2015, y se hará larga la espera por cómo acaba esta entrega, pero merecerá la pena. Esperemos que ni Kojima, ni mucho menos las demás compañías de videojuegos, decidan ahora lanzar sus entregas en dos partes. La valoración final es, que quede claro, de lo que nos llega y no de lo que queremos que sea, es decir, de un prólogo-demostración y no de un videojuego completo.

LO PEOR

-Las impresiones que nos deja.

-El apartado gráfico y visual.

LO MEJOR

-Excesivamente caro.

-Estamos ante una demostración.

“Nuestra forma de valorar los juegos“

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