ANÁLISIS: Somber

Sombrío metroidvania

El universo de los metroidvania es algo que nos envuelve desde hace años, con decenas de juegos indie todos los meses. Todos ellos con una alta calidad y solidez jugable. Por ello, ya prácticamente nada nos sorprende dentro de un género que ha alcanzado la excelencia.

Por ello, siempre me gusta traer algunas pequeñas joyitas que no tienen tanto sonido a nivel mediático, pero que nos deja esas pinceladas que la hacen muy notorias. Y sin dudarlo, este Somber y sus tres creadores, se merecen este pequeño hueco que les hago entre los análisis.

INQUIETANTE Y SUTIL

Somber propone, como ya os digo, la clásica formula en el que encontramos en cualquier metroidvania. Es decir, un mapeado con libre movilidad dentro de un cuadriculado concepto. Donde a medida que vaya adquiriendo habilidades podremos ir abriendo zonas y lugares donde anteriormente no podíamos acceder. Y donde secciones de plataformas, puzles de entornos y pequeños momentos de acción, que le dan esa vertiente clásica a este Somber.

Eso sí, está claro que este juego destaca por algo, y no es otra cosa que por como se ha conseguido condensar, sin perder nada de la esencial base del género, un metroidvania al completo en un tiempo ínfimo para el tipo de juego que es. Por lo que iros preparando para encontrar nuevas habilidades, superar zonas, dar sentido a nuestra jugabilidad, y hasta dedicarnos a explorar en busca de coleccionables. Una demencial concepción que parece mentira el tiempo que nos llevará.

Todo esto va unido a un muy buen control. Donde las físicas irán perfectamente relacionadas con posibilidades de saltos, impulsos, ataques, y muchos detalles más, que se controlan con sencillez y precisión. Y que el juego sabe en todo momento como ir adaptando su consecución y su implementación en cada zona. Todo esto se une a una dificultad bien medida, que no quiere nunca romper el ritmo, y que termina por tener esa sensación constante de evolución y avance que han querido dejar muy clara en esta gratificante y ágil experiencia.

A nivel narrativo es particular, intrigante, y algo confuso. Que consigue meterte en su universo desde el inicio con leves pinceladas llenas de oscuridad. Y aunque no termina de dejar claramente hacia donde quiere ir, termina por llenarte la cabeza de imágenes confusas, que te trasmite más sensaciones que todo lo que la propia narración a nivel guionizado describe. Curioso y esperpéntico sin lugar a duda.