Tomando decisiones entre muerte y muerte
De la mano del estudio GoldKnights, y con esa estela indie que ya empieza a confundirse, por su potencial, entre las producciones mayores. Ha llegado un particular juego llamado The Last Oricru. Para sorprendernos con una experiencia donde el rol y los combates más exigentes se entremezclan con una carga narrativa y toma de decisiones bastante potente, que sorprende por su calidad, sus cualidades y sus curiosidades. Llegando a unos niveles realmente impropios de una producción de este nivel, que por desgracia puede que le haya pasado factura. Ya os contaré.
CONCEPTOPara empezar, os quiero poner bajo contexto narrativo. Cosa que como iréis viendo, tiene una importancia crucial en el juego. Y es que pese a ser un juego de acción, este basa gran parte de su jugabilidad en dar sentido a la vida de nuestro protagonista llamado Silver. El cual, en un estado de amnesia, y con la inmortalidad llegada a su vida. Nos veremos envuelto dentro de un conflicto racial en un planeta llamado Wardenia. Dónde razas; mutantes, humanoides y ratas no terminan de entenderse y convivir, y de las cuales iremos entendiendo y tomando partido a lo largo de la interesante historia.
Una historia que destaca especialmente por su guionización, y una importante potenciación de la toma de decisiones. Dónde largos e intensos diálogos. Momentos que van del humor al puro drama. El acercamiento a ciertas razas. Y una clara influencia de nuestras respuestas en el devenir de misiones y situaciones, hacen de este curioso mundo un folio en blanco narrativo realmente bien conseguido, y del que nos vamos a sentir muy parte de él.
DESTACADO JUGABLEUna vez dentro del juego y dejando atrás esa parte narrativa y de decisiones que tanta carga va a tener dentro del juego. Debemos empezar a dar forma a nuestro personaje a nivel potencial, ya que Silver ya posee su personalidad y aspecto. Una forma que puede venir directamente de la mano del camino racial que elijamos, las decisiones que tomemos, o la tendencia mágica que adquiramos. Volviéndose a entrelazar esta parte con las tomas de decisiones e interacción con el mundo.
Pero más allá de todo ello, os tengo que empezar a hablar de la parte de la acción del juego. Y es que The Last Oricru se une a la tendencia Souls. Así que iros preparando para combates donde medir los tempos, saber esquivar, potenciar la defensa, o medir la energía, será esenciales para salir airosos de unas complejas situaciones que nos van a hacer morir muchas veces. Cosa que nos lleva al clásico concepto de volver a repetir, recuperar almas, y aprender de nuestros errores.
Por desgracia, y es uno de los puntos más oscuros del juego, el combate no va todo lo fino que uno esperaría. Con un control algo tosco, con un mapeado de botones confuso, y en general un sistema que necesitaría algún que otro pulido a nivel de impacto y reacciones de nuestro personaje. Salvando la situación un buen diseño de enemigos, con una correcta inteligencia, y una variedad que le da mucha vida (y muerte) a los combates.
La parte rolera tampoco falta. Y es que la subida de niveles, el desbloqueo de habilidades mágicas, y la personalización con diferentes armas y armaduras de nuestro personaje le irán dando forma y potenciales dentro un apartado rolero muy bien conseguido, y lleno de variadas posibilidades.
En definitiva, el juego nos va a dar una buena cantidad de horas, entre una gran cantidad de misiones, muchos momentos de acción y de diálogos, muerte para todos los gustos, y unas posibilidades cooperativa que siempre se agradecen y le dan otra vida.
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