Análisis: The Police Story

The Police Story / Yamasoto / iOS

Perseguir a los malos y comer donuts. No es el nuevo blockbuster veraniego; es The Police Story, el nuevo plataformas para iOS que entra directamente en el olimpo de los JuegosDeCagar.

Gráficos simples y coloridos, genial ambientación y controles sencillos son su apuesta para mantenernos enganchados al iPhone. The Police Story es un juego fácil de aprender y muy difícil de dominar.

Es realmente adictivo, y recuerda mucho a los plataformas clásicos, aunque no os dejéis engañar por su aspecto infantil: una vez superados los primeros niveles, la cosa se hace jodidamente difícil.

Su mecánica es sencilla: tendremos que dirigir nuestro coche de policía de un punto a otro, persiguiendo a malvados diversos en fases cortas y rápidas de (maldito) scroll lateral, sin caer ni chocar con obstáculos e intentando recoger los tres donuts disponibles en cada fase, mediante controles muy básicos: tocar la pantalla para saltar e inclinar el dispositivo para acelerar o frenar.

Parece sencillo… hasta que te pones a jugar. Después de unos cuantos niveles fáciles, para hacernos al control la curva de dificultad se hace bastante complicada, lo que causará que toda la familia oiga nuestros “coño” y “mierda” desde cualquier punto de la casa.

Esto hace que, si al principio el objetivo es coger los tres donuts de cada nivel, al poco tiempo bajaremos el listón, para dedicarnos simplemente a superar las fases sin caer en la desesperación de los saltos al milímetro y los obstáculos demasiado exigentes.

Aun así, y echando en falta un selector de dificultad para que los más torpes también puedan disfrutarlo hasta el final, el juego es tremendamente adictivo. Basado en la jugabilidad, cuenta con unos gráficos perfectamente adaptados al tono general del juego, simples, coloristas y divertidos, y una música cuidada que acompaña bien al título.

La gran baza de The Police Story es que supondrá un reto bastante considerable para los que, como yo, no tocáis un plataformas desde hace tiempo. Aunque es adictivo y muy rejugable, también es relativamente corto¹, pero parece que será ampliado en futuras actualizaciones.

Además, este juego es producto nacional; ha sido desarrollado íntegramente por un español, Daniel Llamas, con música de Sara Velasco. Una razón más para rascarse el bolsillo con los escasos 0,79 euros que cuesta.