ANÁLISIS: Ziggurat

En 2009, en la ciudad de Oviedo, nació Milkstone Studios fundada por Miguel Herrero y Alejandro González y que nos han hecho disfrutar de juegos como Little Racers, Avatar Bump y, entre otros juegos independientes, Zombie Football Carnage. Un estudio con seriedad y que con poco, hace mucho, más quizás de lo que sus recursos le pueden llegar a permitir, y haciendo juegos con cierto nivel de adicción. Y es ahora, en 2015, cuando lanzan Ziggurat, un juego que mantiene la línea del nivel del estudio que ha ido presentando. Producto de nuestra tierra, que aunque sea esa una razón, y no la única, merece que le demos una oportunidad. Vamos a daros más razones ya que quizás esa no sea suficiente.

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

XBOX ONE – PC

VERSIÓN ANALIZADA

XBOX ONE – PC

DESARROLLADOR

MILKSTONE STUDIO

DISTRIBUIDOR

MILKSTONE STUDIO

VALORACIÓN

7

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

De la historia poco podemos decir. Encarnamos el rol de un aprendiz de mago, en sus principios y donde nuestro objetivo es convertirnos en un mago. Para ello, debemos superar las pruebas de Ziggurat gracias a nuestra vara mágica.

Ziggurat es un shooter en primera persona pero con temática medieval, con toques de rol occidental y con aleatoriedad en el mapeado de las mazmorras y diferentes escenarios los cuales debemos explorar a fondo para ir superando dichos escenarios.

La mecánica de juego es sencilla, y a decir verdad no profundiza. Debemos ir superando las pruebas / niveles e ir desbloqueando cartas para obtener bonificaciones, ya sea bien en forma de habilidades, armas o más elementos de ayuda (algunas, vitales para poder avanzar en ciertos puntos del juego). Cada partida es aleatoria de los escenarios es la clave del juego. Además, para poder salir de las salas una vez entrado, debemos eliminar a todos y cada uno de los enemigos que habiten en ella.

El control es mejorable, pero de igual forma, se puede jugar cómodamente y sin problema alguno tras invertir un tiempo en dominarlo. El apuntar, esquivar, atacar y movernos por el mapeado, está bien conseguido para poder disfrutar de una aventura y poder pasarlo bien.

Consideramos que debemos hacer mención en la inteligencia artificial del juego, ya que los enemigos suelen tener acciones que no pondrán en apuros, desde los menos fuerte hasta, obviamente, los jefes finales, dando así un juego que sin ser realmente difícil, no es tampoco, ni mucho menos, un juego que nos pasemos sin complicación alguna, donde destacamos nuevamente que nuestra decisión de tomar una u otras cartas es vital.

La duración es uno de los puntos a favor que tiene Ziggurat. No habrá dos partidas iguales, nunca, gracias a la aleatoriedad de los escenarios. Eso, y el ir desbloqueando esas cartas, superando los niveles, hará un juego muy rejugable y divertido, que aunque lo terminemos, podremos darle una segunda oportunidad pasado un tiempo.

El apartado técnico es bastante limitado pero, a cambio, goza de cierto atractivo. En el apartado gráfico, vemos gran variedad tanto de armas, como de enemigos, pero en cambio, los  escenarios si son algo más vacíos y limitados. Pese a ello, quien coja Ziggurat debe saber que esto no es ni será el punto fuerte. Al igual que le ocurre en el apartado sonoro, un tanto vacío y repetido pero que insistimos, no es el punto fuerte del juego (aunque sí a lo que estamos acostumbrados a ver en este tipo de juegos).

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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Ponemos punto y final a este producto español que, siendo lo más objetivo posible, y sin ser un juego triple A, aconsejamos. Un apartado técnico limitado en unos aspectos, como los escenarios, pero contrarrestado en la variedad de armas y enemigos, con una rejugabilidad importante y que, como dijimos al principio del análisis, un producto que al ser de nuestras tierras, debemos probar, ya que aquí también se hacen buenos juegos.

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