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Anatomía de una marca personal perfecta

Por Lorena White @lorenagwhite

Si estás en el proceso de construir tu marca personal y empezar a trabajar en ella, debes saber que un primer paso, es hacerte tres sencillas preguntas. Lo que vendría después, sería dotar a tu marca personal de ciertas características para que fuera una marca personal completa y finalmente, tendrías que ir trabajándola poco a poco, en diferentes ámbitos, según lo que quieras conseguir.

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Hoy me quiero centrar en la segunda fase del proceso y por eso te traigo las características que tiene que tener la anatomía de una marca personal perfecta, en esas características aparentemente físicas que una marca personal, por ser eso mismo (personal), tiene que tener. Espero que te ayude en tu proceso de búsqueda :)

1. Cerebro: el objetivo y la estrategia

Tienes que querer conseguir algo o buscarle un motivo a tu marca personal, una razón de ser. Puede que quieras empezar a trabajar con tu marca porque quieres abrir un blog, llevar a cabo un nuevo proyecto, diferenciarte del resto de personas que se dedican a lo mismo que tú o buscar empleo… Hay un sinfín de razones por las que deberías empezar a trabajar en tu marca personal y precisamente ese motivo, ese OBJETIVO, es una parte primordial de tu marca, para que todo lo que hagas vaya enfocado al mismo sitio. Además, es importante tener una estrategia, una forma de poner tu marca en marcha, una manera de decirle al mundo: “¡ESTE SOY YO Y POR ESTO SOY DIFERENTE!”.

2. La visión

El punto de vista desde el cual lanzamos nuestra marca al mundo es importante. Tienes que tener una visión general de lo que quieres aportar y de cómo quieres aportarlo, también tienes que ser capaz de observar aquellas cosas que hacen los demás, para encontrar las claves para diferenciarte y también debes ver las necesidades de un posible target al que tu marca le beneficiara o le ayudara. En definitiva, abre bien los ojos: una marca es más válida en tanto en cuanto, su propósito va encaminado a aportar algo a los demás.

3. El olfato

Todo aquel que gestiona una marca personal, tiene que ser capaz de analizar los resultados que esta gestión está teniendo para su vida. Si, por ejemplo, empiezas a trabajar en tu marca personal para emprender un blog (y que, además, tenga éxito), es importante que sepas ver cómo ese trabajo se está traduciendo en cosas como: nuevo contenido enfocado a un target específico, nuevas formas de comunicación enfocadas al objetivo de tu marca, un blog más profesional, un compromiso con el mantenimiento de éste más firme… La capacidad de análisis puede ayudarte a determinar, en un momento dado, qué cosas debes cambiar o qué cosas debes mejorar, para seguir implementando tu marca.

4. La apariencia

Mucha gente se centra lo primero, nada más construir su marca, en conseguir un logo, un claim atractivo o una paleta de colores que encajen con su marca. En definitiva, empieza la casa por el tejado. En mi opinión, hay muchos temas que pulir en el proceso de construcción de una marca, antes de ponerse a pensar en lo bonito que será un logo que yo mismo o que otro me diseñe. Es importante que entendamos que sí, una marca atractiva, un blog atractivo o un producto atractivo, puede tener la capacidad de captar a nuestra audiencia, pero si no se ha trabajado el fondo, el mensaje, el objetivo, no conseguiremos fidelizarla.

5. La capacidad de crear

Que no te asuste ser creativo. Una marca personal tiene que estar en proceso de constante innovación, tiene que tener la capacidad de crear cosas, de seguir ofreciendo todo aquello que pueda dar a cambio de ser más consistente y crecer a lo largo del tiempo. En definitiva, ¡échale imaginación! Una marca personal creativa es una marca personal completa :)

6. La voz: confianza y comunicación

Imagina tu marca expuesta en un supermercado junto a otras muchas marcas que hacen lo mismo que tú (enfocando el ejemplo en los blogs, imagina a tu blog expuesto, junto al resto de blogs que hablan del mismo tema que tú y enfocados, más o menos, al mismo tipo de público, en una estantería de un supermercado). ¿Por qué deberían elegirte a ti? Por la confianza. Igual que tu madre compra la misma marca de leche desde toda la vida, tú puedes hacer que tu público consuma aquello que tú haces si le transmites confianza. Eso se consigue a través de una voz propia, que comunique a su vez una marca coherente, que se mantenga en el tiempo y que vaya, poco a poco, ganándose ese hueco en la estantería. En definitiva: ¡conquista a tu público!

7. Saber escuchar

Escucha todo aquello que la audiencia a la que te diriges tenga que decirte, desde halagos hasta críticas, desde sugerencias hasta quejas. También debes escuchar otras cosas más complejas como el impacto que consiguen tus contenidos en ellos, los comentarios que hacen o cualquier otra cosa que te transmitan. Saber escuchar es una capacidad especial y por esto, tu audiencia será el termómetro principal que marque si tu marca está cumpliendo tu objetivo o no.

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