Como todos los años, los Premios Óscar nos dan la oportunidad de revisar lo mejor de la filmografía de los últimos doce meses. Desde hace unas semanas, los aficionados al cine nos acercamos a las salas para ver la mayor cantidad de películas nominadas que sea posible, antes de la ceremonia de entrega de los premios. Nuestro objetivo es simple: tener un pronóstico, un pálpito de lo que puede pasar este domingo, y en todo caso, estar preparados para disfrutar la gala conociendo a los que serán sus principales protagonistas.
A continuación les comparto la valoración de algunas de las películas nominadas y mis apuestas personales.
La La Land: Aunque les pese a algunos, "La ciudad de las estrellas" será la triunfadora de la noche, aunque no conseguirá ganar en todas las estatuillas a las que está nominada. La película del año (¿de cuál otra se ha hablado más, para bien o para mal?) es mucho más que un homenaje a los musicales del Hollywood dorado. Tiene una química perfecta (aunque, contradictoriamente, no creo que ni Stone ni Gosling lo ganen por separado), una historia que si bien puede ser sencilla, se guioniza con acierto, ritmo y con pasajes tristes disfrazados de felicidad, y obviamente una banda sonora boyante y emotiva que se queda incrustada en la memoria.
Además de llevarse el premio grande, el artífice de todo, Damien Chazelle, debería ganar el de Mejor Director, además de Mejor Canción (la hipnótica "City of stars"), Mejor Banda Sonora, y entre los técnicos, el de Mejor Diseño de Producción. Seguro que caerán algunos más.
Moonlight:Para muchos, la candidata a la sorpresa. Película que transmite sensibilidad en sus tres partes, en la infancia, adoslescencia y adultez de su maltratado protagonista, aunque para mi gusto, con un final al que le hubiera venido bien una cuarta parte. Me quedo con las actuaciones de reparto, con Mahershala Ali sacándole el jugo a sus pocos minutos protagónicos, y con la crudeza de Naomie Harris en su papel de madre drogadicta. A pesar de su final casi abierto, el también director Barry Jenkins, podría llevarse el premio a Mejor Guión Adaptado, como reconocimiento a uno de los filmes más destacados del año.
Manchester by the sea: Parece cantado el Óscar para Casey Affleck como Mejor Actor por la encarnación del contenido y solitario tío que de repente debe hacerse cargo de su sobrino adolescente a la muerte de su hermano. Durísima película, llena de flashbacks, que de a pocos nos da a conocer el porqué de la personalidad de protagonista, aunque también con un final que no redondea su dramático guión.
Lion: Si no has visto "Slumdog Millonaire", podrías considerarla un peliculón. Si la viste, estarás de acuerdo con que el principal problema del film es que toda la primera parte es un deja-vu constante a la película de Danny Boyle, aunque con menos revoluciones. Y al igual que aquella, lo mejor de la película es su protagonista infantil, que sorpresivamente no ha sido nominado a la categoría de actor de reparto. Quien sí lo está es Dev Patel (sí, el mismo flaquito de Slumdog, solo que mayor y mucho más fuerte) aunque sus pretensiones son mínimas respecto a sus competidores. Película que apela a los sentimientos de forma un tanto descarada y con una historia interesante pero innecesariamente alargada. A menos que le arrebate el Óscar a Mejor Fotografía a Arrival o La La Land, creo que puede irse con las manos vacías.
Hell or high water: Después de La La Land, para mí es una de mejores películas del año. Funciona como un reloj suizo, precisa, pausada pero no lenta, con grandes actuaciones y una mezcla de western moderno y road movie que no te deja indiferente. Como historia tiene mayor profundidad que La La Land y es más cerrada que Manchester by the sea, por lo que sería muy merecido que se haga con la estatuilla a Mejor Guión Original. Ojo con Jeff Bridges que podría adelantar a Mahershala Ali en lo que sería un final de fotografia. Los dos han estado espléndidos.
Del resto de premios, me gustaría que ganase Zootopia a mejor film animada (película adulta en envoltorio infantil, que trata la discriminacion, los ghettos, la gentrificación y la corrupción gubernamental) y " Timecode ", cortometraje español de ficción que sorprende por su belleza y simplicidad. A ver este domingo cómo acaba todo.