Tengo algo que decir, papá:
¿ Porqué bajas la mirada ?
¿ Porqué callas y no insultas como antes?
¿ Donde la fuerza brutal al desvalido rostro ?
¿ Y mi sangre, en que tierra cae ?
¿ Y las cirugías antañas que aún no cicatrizan... ?
Tengo algo que decirte, padre:
¿ Qué vienes a ver, tras estos barrotes que tú me has forjado ?
¡ Anda ve a expiarte a otra parte !
Que estoy aquí,
amando la imagen que no has sido,
brillando en libertad.
Rebelde Luminar