Seguidamente reproduzco íntegramente el interesante artículo de Dº Santiago González:
Andoain, deuda de sangre junto con mis comentarios al mismo.https://santiagonzalez.wordpress.com/2018/02/12/andoain-deuda-de-sangre/Andoain es uno de esos pueblos de la Euskadi profunda en los que se detecta siempre al forastero. Al bajar del coche ayer por la mañana, nos miran dos mujeres, que se vuelven sin disimulo a nuestro paso. El bar Daytona, donde Joxeba Pagaza entró a desayunar y a leer el periódico aquel 8 de febrero y donde le esperaba Gurutz Agirresarobe tomando un café, sigue con la misma celosía de madera y el mismo mobiliario. Desde la esquina sale una calle que lleva el nombre de José Luis López de Lacalle, al que tres años antes también le esperaba su asesino cuando volvía a su casa después de comprar el periódico.Andoain es uno de esos pueblos en los que es difícil escapar al control social. Contaba Gabilondo que un conocido suyo se había cruzado con un amigo que no hizo ademán de reconocerlo. Después recibió una llamada del amigo para disculparse y explicarle que el motivo de su desdén no era otro que la presencia en la plaza de una persona a la que no quería como testigo del encuentro. Una anécdota idéntica contaba Stefan Zweig en sus memorias, cuando se cruzó en Salzburgo con un viejo amigo suyo que arrastró a su compañero al escaparate más cercano dando la espalda al escritor. Comprendió que no quería significarse como amigo de un judío en aquel tiempo y en aquella ciudad.Varios centenares de forasteros perturbábamos aquel sábado la quietud de un pueblo de ventanas cerradas, mientras Joxeba agonizaba en el hospital y el Ayuntamiento celebraba un pleno para tratar el atentado contra su jefe de Policía local en el que el alcalde batasuno, José Antonio Barandiaran, se negó a suscribir el comunicado de condena y en el que los asistentes, entre los que estaban Rosa Díez y María San Gil increparon al equipo de gobierno con gritos de ‘asesinos’ y ‘terroristas’. Barandiaran fue detenido cinco años más tarde, en la operación de Burdeos en la que cayeron López Peña, Thierry, y la que había sido su teniente de alcalde Ainhoa Ozaeta cuando fueron asesinados López de Lacalle y Pagazaurtundua. Ozaeta fue condenada a 20 años de cárcel en Francia.Han pasado 15 años desde que ETA asesinó a Joxeba y todo parece seguir igual. Las calles mostraban adornos de carnaval y los niños del pueblo tiraban globos llenos agua hacia el monumento de Ibarrola en torno al cual nos congregábamos un centenar de personas. Hoy EH Bildu sigue detentando la alcaldía de ese pueblo donde se mira con prevención al forastero y se mata a los autóctonos cuando acaban de comprar los periódicos. La lista de Ane Karrere tiene seis concejales, uno más que entonces. La del PNV, cuatro, uno menos, y el PP ha perdido los dos concejales que tenía. El acto fue sencillo y hermoso y terminó como suele, con la canción de Suburbano que tanto gustaba a Joxeba, ‘Adiós a las penas de abril’. Hubo un detalle amable en la continuidad. Junto a Maite Pagaza y Fernando Savater tomó la palabra Jorge Múgica, el nieto de Fernando, asesinado en San Sebastián otro día de este cruento mes de febrero.Andoain tiene una deuda con las víctimas, pero la anotó en la arena de una playa durante la bajamar.
Comentarios.Su artículo de hoy, Dº Santiago, que me honro reproducir en mi propio blog, es uno de los mejores que le han “salido”, al menos desde que yo le sigo; redondo,claro,rotundo son los calificativos más apropiados que se me ocurren, como también lo son la mayoría de los comentarios que me preceden, al menos hasta este momento.Me parece oportuno agregar en mi comentario estas dos cosas:
1.- Las cartas inéditas de Joxeba Pagaza antes de ser asesinado por ETA: "Cada día veo más cerca mi fin" y que recuerda el digital El Español:https://www.elespanol.com/espana/20180208/cartas-ineditas-joxeba-pagaza-asesinado-eta-cerca/283222760_0.html
2.- La carta abierta a Patxi López que escribió Dª Pilar Ruiz Albisu, madre de Joxeba Pagazaurtundua, recordándole lo que había sucedido en el segundo aniversario del asesinato de su hijo Joxeba y escribió también esas tremendas frases:”……..Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!, Patxi. ¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!......".