Título completo: “The Invention of Nature: Alexander von Humboldt’s New World” o “The Invention of Nature: The adventures of Alexander von Humboldt, the lost hero of science”
Idioma original: Inglés
Año: 2015
Editorial: John Murray
Género: Biografía
Valoración: Muy recomendable
Haciéndole justicia a Humboldt
Cuando los científicos publicamos un artículo con los resultados e interpretaciones de nuestros estudios debemos indicar siempre las fuentes de financiación, sobre todo si pudiera haber conflicto de intereses. Porque si escribes un trabajo sobre los beneficios de la ingesta de yogur y te financia Danone, es comprensible que el mundo deba saberlo. Pues bien, yo creo que es justo que empiece esta reseña sobre una biografía de Alexander von Humboldt aclarando que quien paga mi sueldo ahora mismo es la Fundación Alexander von Humboldt.
Hace seis meses que me vine a Alemania para continuar mi carrera científica con una beca de esta fundación, y el libro que me llevé en el avión entonces fue precisamente este que os presento hoy. No podía ser de otra forma. Unos cuantos meses antes se había publicado la traducción española, y fue en los suplementos culturales donde me enteré de la existencia de esta biografía definitiva de Alexander von Humboldt (1769-1859). Las críticas eran muy buenas, pero resistí la tentación de comprármelo por pura superstición, porque todavía no había salido la resolución de la beca y me conozco: si empezaba a leerla seguro que me iría entusiasmando con las investigaciones de Humboldt e inevitablemente me iría haciendo ilusiones de seguir sus pasos y llegar a ser un gran científico como él. Y, claro, si luego no me daban la beca, ¡menudo chasco! Así que, como os podéis imaginar, lo primero que hice cuando me comunicaron la concesión de la beca fue tomarme unas cervezas comprarme el libro. Y empecé a leerlo en el avión que me llevaba precisamente a la universidad en la que Humboldt hizo parte de sus estudios. (Queda clara la total ausencia de objetividad de esta reseña, ¿no? Pues eso, estáis avisados).
En las entrevistas, Andrea Wulf, la autora del libro, justifica siempre su escritura porque le parecía injusto el olvido en el que había caído la figura de Alexander von Humboldt. “Al menos, en el mundo anglosajón y fuera del ámbito académico”, puntualiza siempre Wulf. Porque es verdad que resulta raro hablar de Humboldt como “el héroe perdido de la ciencia” (como reza el subtítulo de algunas ediciones del libro) cuando con su nombre se han bautizado más elementos y procesos naturales que con el de cualquier otro científico, además de una de las fundaciones para la investigación más importantes de Europa. Pero aun así, en este mundo dominado por la influencia anglosajona, está claro que Humboldt no goza de la fama general de figuras como Newton o Darwin. ¿Por qué, si el propio Darwin se inspiró tanto en Humboldt que dijo que sin él sus investigaciones no habrían sido posibles? La respuesta no la descubriréis hasta que no acabéis de leer esta biografía definitiva de Humboldt, pues uno de sus puntos fuertes es saber dosificar perfectamente la información para mantener el interés, casi intriga a veces, del lector.
El comienzo es otro punto fuerte. Tanto si se conoce a Humboldt como si no, las primeras páginas del libro descolocan, pues presentan, sin ningún preámbulo, a nuestro héroe científico en mitad de una agonizante ascensión a un volcán en Sudamérica, para intentar alcanzar nada menos que la mayor altura a la que nadie había estado antes de 1802. Y así consigue la autora engancharnos a la lectura desde el principio, con un adelanto de lo trepidante que es su prosa a lo largo de todo el libro. No solo durante la narración de las grandes expediciones que llevaron a Humboldt desde Siberia hasta Perú, pasando por España, sino también cuando nos detalla sus idas y venidas por los salones y sociedades científicas de toda Europa, o hasta cuando explica sus penurias económicas. Y es que las biografías pueden ser el género literario más aburrido, pero cuando son buenas, como esta, pueden ser casi como novelas de aventuras. También es verdad que la propia vida de Humboldt parece una novela de aventuras, pero hay que saber contarla. Y Andrea Wulf sabe, desde luego.
Pese a estar exahustivamente documentada (casi 100 páginas de notas al final del libro lo atestiguan), el lector no atisba ningún rastro de erudición pedante en esta biografía, sino que va pasando páginas y páginas sin aburrirse. Y la clave quizás esté en que, aunque el libro sigue una estructura general cronológica, la narración va cambiando continuamente de tema, saltando de los aspectos familiares a los científicos, de los sociales a los históricos o de los políticos a los familiares de nuevo, sin permanecer demasiadas páginas en el mismo tema y enlazando siempre unos con otros. No puede haber una mejor manera de aproximarse a la figura del que quizás haya sido el hombre más polifacético desde el Renacimiento. Casi podría decirse que al escribir el libro la autora estaba totalmente poseída por el espíritu de Humboldt, pues así como él era capaz de ver conexiones y trazar puentes entre continentes, entre ciencias, entre ciencia y arte, entre razón y pasión o entre naturaleza y activismo antiesclavista, por poner algunos ejemplos, Andrea Wulf ha sabido hacernos ver claramente todos los puntos de unión entre las muchas caras de Humboldt.
Y es que la figura de Alexander von Humboldt es tan fascinante que sólo por conocerla merecería la pena leer el libro. Por conocer al hombre que concibió las ideas modernas de naturaleza y de ecología que nosotros seguimos teniendo en la cabeza, y al que acuñó el concepto de cosmos tal y como lo entendemos hoy en día. El último gran naturalista, que sentó las bases para el gran desarrollo de la Biología y la Geología en el siglo XIX y XX. Pero lo mejor de este libro es que no es recomendable únicamente para aficionados a la ciencia, sino también para los amantes de la literatura (sí, todos vosotros, lectores de Libros Prohibidos), que disfrutarán viendo cómo un científico pudo influir con sus libros directamente en contemporáneos suyos como Goethe, Mary Shelley o Byron, e inspirar póstumamente a otros pesos pesados como Poe o Whitman. Y por último, también es un libro muy recomendable para los interesados en la Historia, porque cada evento en la vida de Humboldt está perfectamente contextualizado y relacionado con los principales acontecimientos del momento (lo cual no es muy difícil tratándose de un hombre que fue asesor del rey de Prusia y se codeó con Thomas Jefferson o Simón Bolívar), interconectando todos estos acontecimientos para dar una imagen insólita de una época crucial (la Revolución francesa, los movimientos independentistas americanos, la Europa napoleónica…). Sin embargo, por encima de todo esto, por encima de lo interesante que resulta el libro y de lo mucho que se puede aprender en él, merece la pena leerlo porque es muy probable que sea una de las mejores biografías que leáis nunca. Palabra de un becario Humboldt.
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