El hombre de las piernas cortas/ O de la moto grande
Voy a parar en un cruce. Hay que atravesar una carretera de dos sentidos. Delante de mí, una moto japonesa. Veo la espalda del tipo que la conduce y observo que es gordito. Lo pienso.
La moto se para y yo, detrás. Veo que dos piernas , cortitas, descienden a ambos lados de la moto. Son muy cortitas. Lo pienso. No llegan al suelo…Y estoy pensándolo, cuando veo que el hombre y su moto, se inclinan para uno de los lados y una de las piernas parece aposentarse, pero inesperadamente, se mueve hacia el otro lado, la pierna a la que le toca hacer de “caballete”, toca suelo pero algo falla …
Lo veo todo como a cámara lenta. Ha ocurrido muy despacio. Lentamente, el cuerpo vence hacia un lado, el hombre se cae al suelo y la moto, de una forma poco estridente, cae encima de la pierna.
Al principio, cuando he detectado la escasa longitud de piernas para el volumen de la moto, me ha entrado una risilla, de esas tontas…Se me ha parado de golpe, cuando he salido a ayudar…pero no antes…
En plan “peli de acción” , he salido del coche y me he acercado al tipo que me ha confirmado que estaba bien, menos por el dolor del peso de la moto en la pierna. La he intentado mover sin éxito pero enseguida ha llegado a la escena del crimen , un chico joven que se ha ocupado de levantarla del suelo ( con extrema facilidad). El hombre, que parecía sólo dolorido, se ha sentado en el arcén. Hemos llamado a los Mossos, , que han aparecido muy deprisa aunque yo ya lo he visto de lejos, porque , en todo este trance el tercer, cuarto y quinto coche que esperaban en fila india para cruzar la carretera, han empezado a hacer sonar el claxon…
Moralejas :
1) Si no llegas al suelo, no cojas la moto. ( No se lo he dicho porque me ha dado penica….)
2 ) Juventud, divino tesoro.
Y, 3) Paciencia ( todo es susceptible de pasarte a ti…)
Al llegar a casa y explicar el suceso, no he podido evitar reírme al evocar el momento ( a cámara lenta) de la caída al suelo. Yo quería darme aires de : “ Y he ayudado en la emergencia” pero no podía dejar de reír al visualizar las piernas cortitas y ese momento en el que se ha deslizado hacia el suelo. ¿Cómo puedo ser tan cruel?
He encontrado una explicación neurológica de este comportamiento y ya estoy más tranquila. Mala, mala no soy.
El psiquiatra William F. Fry , de la Universidad de Stanford ha publicado una teoría en la Revista Scientific American
.Para reírse de una caída, esta tiene que cumplir ciertos requisitos:
- Tiene que estar dentro de contexto. La caída se tiene que producir en un contexto no-dramático, es decir, que no produzca daños de consecuencias nefastas para la persona que se cae.
- La otra característica es que tiene que ser inesperada o improbable.
Con estos requisitos, previos, la teoría del Doctor Fry dice de que, cuando nos tropezamos, ciertas neuronas en nuestro cerebro “disparan” un impulso para permitirnos reaccionar a tiempo y no caer. Cuando vemos caer a otra persona, algunas de estas neuronas que “dispararían” si fuésemos nosotros los que caemos, se activan igual, generando un “impulso fantasma”. Esta excitación neuronal provocaría las “cosquillas” al cerebro, causando la risa.
Total, el señor de la moto con las piernas cortas ( o moto grande)-que espero que esté bien-, me ha excitado neuronalmente y me ha producido “cosquillas” en el cerebro. Supongo que he detectado por lo suave de la caída y la postura que no se había hecho mucho daño y, claro, lo que ha ocurrido ha sido inesperado…¡Quien me iba a decir a mí, que no llegaba al suelo!
Sigo con las cosquillas cuando me acuerdo…