Revista Salud y Bienestar

Anestesia general en cesárea

Por Lemalpartida


Anestesia general en cesárea (1)
Sabemos que la epidural es la anestesia de elección en la operación cesárea. Mas, en algunas situaciones (especialmente de emergencia), debemos administrar anestesia general como, por ejemplo:
1.- Peligro inminente de asfixia fetal: sufrimiento fetal agudo, bradicardia fetal. El feto, por diversidad de razones, no recibe un aporte adecuado de oxìgeno y puede morir dentro del útero. Hay que extraerlo por cesárea a la brevedad posile, y los minutos que demora la epidural en ser colocada le pueden ser fatales.
2.-Peligro de caída brusca de la presión arterial con posibilidad de paro cardíaco: ruptura uterina, desprendimiento prematuro de placenta. La gestante ha sufrido una hemorragia obstétrica severa y su presión sanguínea ha disminuído considerablemente. La epidural, por naturaleza, produce hipotensión arterial leve a moderada bien tolerada por la gestante "normal". En una embarazada con sangrado grave, una epidural podría producir hipotensión severa y arresto cardíaco.
3.- Enfermedad cardíaca: Al igual que en (2) puede ocurrir paro cardíaco por hipotensión arterial severa causada por la suma de la epidural más la cardiopatía.
4.- Enfermedades en que está alterada la coagulación de la sangre: El trauma producido por la aguja epidural, insignificante en gestantes "normales", a veces ocasiona un hematoma en la columna vertebral que puede comprimir la médula espinal dando lugar a paraplejia u otros transtornos neurológicos.
5.- Rechazo de la paciente a la anestesia epidural: Si bien, los anestesiólogos, tratamos de convencer a todas las gestantes que van a cesárea de las ventajas de la epidural, no podemos obligar a recibirla a quien la rechaza. Por el contrario, debemos solucionar su problema administrándole una anestesia general confortable y segura.
6.- Fracaso en la epidural administrada: Ningún anestesiólogo es infalible.
Anestesia general en cesárea (1)
Los hipnóticos y narcóticos utilizados en anestesia general atraviesan la placenta y pueden "anestesiar" al recién nacido, deprimiendo su respiración y función cardiovascular. Felizmente, la participación de competentes cirujano, pediatra neonatólogo y anestesiólogo va a prevenir, en una buena proporción de casos, la aparición de graves complicaciones para la madre y/o el bebé y, en el caso de que ocurriesen, damos por descontado que estos calificados profesionales sabrán resolverlas con éxito.
Continuamos en el siguiente post.


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