Como era de esperar, el resultado no se parecía mucho al original. Apenas subió y después de unos minutos pensando si tirarlo y hacer otra tarta diferente o intentar apañarlo, me decidí muy poco convencida por la segunda opción (por que no hay que tirar la comida aunque no salga como nos gustaría!), hice otro más, lo convertí en un layer cake y recé por que mi invento saliera bien.
Y el resultado fue bastante curioso. Aunque no subió mantuvo la esponjosidad que dicen que tiene el Angel Food Cake (que yo aún no he probado...). Al metértelo en la boca se deshacía y te dejaba un sabor parecido al de las nubes con un toque de chocolate blanco, que usé para la cobertura... Era la combinación de una tarta un poco rara por la textura y el sabor a nubes, pero muy muy rica.
Si le añadís un poco de color a la masa creo que es un tipo de tarta que puede triunfar entre los peques (y los no tan peques... jeje).Si queréis ver la receta original y como debería quedar un Angel Food Cake os recomiendo que visitéis El Rincón de Bea.
Ingredientes (para 12 personas aprox.)
- 18 claras de huevo
- 200 gr. de harina tamizada
- 350 gr. de azúcar
- 1/4 cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 300 gr. de chocolate blanco
- Nata líquida (la eché a ojo...)
- 1 sobre de preparado tipo chantilly
- 200 ml. de leche
- Adornos de azúcar para decorar
Nota: Como yo hice 2 bizcochos, los siguientes pasos los repetí dos veces utilizando la mitad de los ingredientes cada vez para un molde de 20 cm. No sé como quedará si lo hacéis a la vez... Y siento no tener las fotos del paso a paso, pero los nervios y la poca confianza en que saliera bien hicieron que me olvidara jajaja Pon a precalentar el horno a 170 ºC. Comienza a batir las claras con la sal en una batidora eléctrica a velocidad baja durante un minuto aproximadamente y aumenta la velocidad sin dejar de batir hasta que las claras estén bien montadas y formen unos picos blandos.
Sin dejar de batir vuelve a la velocidad baja del principio y añade el azúcar poco a poco y de forma constante. Una vez que hayas añadido todo el azúcar las claras para la batidora para comprobar que están brillantes y firmes.
Añade el extracto de vainilla y sigue batiendo a velocidad baja. Añade la harina a cucharadas esperando a que se integre cada una que eches con las claras antes de la siguiente cucharada.
Una vez hecha divide la masa en tres cuencos y añade un poco de tinte a cada una de ellas.
Vierte la masa en un molde sin engrasar combinando los colores procurando distribuirlo uniformemente por todo el molde y mételo al horno unos 40 minutos o hasta que veas la masa firme y cuando la pinches con un palillo salga limpio.
Sácalo del horno, dale la vuelta y déjalo enfriar sobre una rejilla durante 1 hora. Pasado este tiempo desmóldalo y, si está templado, deja que se enfríe por completo sobre una rejilla.
Una vez frío puedes prepara la crema chantilly siguiendo las instrucciones del paquete. En mi caso solo tenía que mezclar la leche muy fría con el preparado y dejarlo reposar en el frigorífico unos minutos :).
Si te han subido lo suficiente, puedes cortar horizontalmente los bizcochos para crear más capas. Yo solo pude cortar uno de ellos. Coloca la primera capa del bizcocho sobre el stand o bandeja donde lo vayas a presentar y cubre la base con un poco de papel para hornear para que no se manche, tal y como hice aquí.
Distribuye la crema chantilly por la primera capa, cúbrela con el siguiente bizcocho, pon el resto de la crema y la última capa de bizcocho.
En un cazuela derrite 150 gr. del chocolate blanco con un poco de nata, lo hice a ojo así que no sé muy bien cuanto usé, pero fue lo justo para que quede cremosa y no se pegue.
Cubre toda la tarta con el chocolate y déjala reposar unos 15 minutos en la nevera. Repite los mismos pasos para darle una segunda capa de chocolate, pero esta vez no hace falta que la metas en la nevera.
Adórnala con lo que más te guste y lista para disfrutar :).