Ángel Manuel Gómez Espada.
Dentro de la categoría "El loto azul" es un placer presentarles a un nuevo invitado, que no es otro que mi querido amigo “El Poeta”, Ángel Manuel Gómez Espada.
- Mi amigo Ángel Gómez Espada con una camiseta que hace honor al cariñoso apelativo con el que me refiero a él. FOTO: Sonia Marques
Ángel Manuel Gómez Espada, nacido en Murcia en 1972, y afincado hace ya 8 años en Badajoz, es un gran y reconocido poeta, como así lo demuestran los prestigiosos certámenes literarios que se ha adjudicado, al igual que sus numerosas colaboraciones en prensa y revistas especializadas.Es autor de varios libros, de poesía y de narrativa, y además ayudante de dirección de la prestigiosa revista digital “El Coloquio de los Perros”.Desde agosto de 2011 escribe con regularidad una columna semanal de opinión en el Diario HOY, "Sálvese quien quiera". Los lectores han encontrado en él una pluma fresca, ácida, nueva, irónica y hasta entrañable y poética en ocasiones.Además de un melómano reconocido, es un devorador de buena literatura y un excelente gourmet. También es aficionado a la fotografía y como no podía ser de otra manera ostenta la autoría del prestigioso blog Rua dos Anjos Pretos.
- de izquierda a derecha Enrique Falcó y Ángel Manuel Gómez Espada (La vida es una cerveza con los amigos) FOTO: Noelia Rodríguez Román
Dada su amabilidad habitual sumada al respeto que siente por los lectores de este blog, Ángel nos ofrece hoy un conjunto de poemas aún inéditos para el deleite de todos ustedes. Por lo tanto, sin más preámbulo, aquí les dejo con las espectaculares fotgrafías y la exquisita, nueva, advertida y aconsejable poesía de un buen compañero, excelente amigo, gran escritor y mejor persona.
- Ángel Manuel Gómez Espada
- Ángel Manuel Gómez Espada ARCHIPEL
ARCHIPELAsí comienza todo.Un parque,Una pareja.
CompartenFrío y galletas,Unos auriculares,Besos de aprendiz.
Así comienza todo.
II
Todo viaje parte de una isla.Cada uno de nosotrosTambién es una isla.
El amor es una forma de viaje.También.Que cada uno lo combine como mejor pueda.
III
Unos regresan a la misma isla de siempre.Otros se pasan la vida destejiendo calcetines,Disfrazándose de Calipso o de Telémaco.Los hay que callan,Y los hay también que otorgan.Muchos hablan para no decir nada,Y se sostienen apenas con un vaso de agua.Algunos viajan para no perderse en casa.
De vez en cuando se da el caso de genteQue se acerca al mar en silencio,Contempla la posibilidad insondable de la nada,Se muerde la tentación obsesiva del viaje.De entre ellos, unos pocos mojan los pies en el aguaY andan hacia atrás, si el azarO una ola les cubre los zapatos,Simples cangrejos.
A estos últimos habrás de temerlos.Llámalos enemigo, cúbrete las espaldas.
IV
Somos islas.Qué otra cosa sino islasEn una deriva interminable.La dicha del viaje es sólo equiparableAl miedo que provoca el regreso.Saber que hay alguien que tejePara nosotros una forma de vidaDe la que siempre huimosY a la que siempre volvemos.
V En una isla como ésta comienza todo.La espera.La costura.La mirada perdida en el horizonteEl amor.La literatura y la vida.
La pareja continúa compartiendoAuriculares y galletas.
Hago mi foto. Les sonrío.Me alejo del parque.Marcho en silencio hacia Saint-Louis.Otra isla.
- Ángel Manuel Gómez Espada EL VIAJE INTERMINABLE
A José Manuel Gallardo, moneda de pago
Desde la orilla este de este río eterno,Donde en esta tarde de septiembreUno hasta pensaría en la posibilidadDe firmar la paz consigo mismo,Ahora que, por fin, siento el frío:Este frío acogedor, con el que uno despideAl cada vez más aburrido y prolongado estío,Como tan sólo puede ser acogedor el fríoEn esta ciudad de esquinas que te dejan sin habla;
Ahora que me siento tan lejanoDe la monotonía del trabajo y de los problemasQue habitan y regentan mi pobre apartamento,Que es como decir mi solitario reino,Las dudas cotidianas que me asaltan;
Ahora que me siento tan lejano de todo esoY, por tanto, tan extraordinariamente vivo,Con la placentera música de fondoDe los latidos de la mujer que quiero,A pesar de que, algunos días, a su manera,También se dedique a gobernar mi vida,
Doy las gracias por las películasQue firmaron Von Trier, Allen y Almodóvar;
Por Granada y Córdoba y sus terrazasDonde se puede beber un café a tiempo imparcial,Sin necesidad de fijarse en las prisas de los demás;
Por las infancias que he vivido en La Mancha;
Por la fuerza de los colores imposibles de Van Gogh;
Por Mozart, claro, es evidente que por Mozart;Y por Bob Dylan y Morente, el padre,Para que no se queden en el tinteroDel olvido, cada día más seco;
Por el mar en blanco y negro y el sonidoQue de él guardo en mis recuerdos de niño;
Por las tardes sin prisas en el Malecón de mi ciudadCon algo de Battiato en los auriculares,Mientras entra descalza la primaveraY dejan de escucharse las perversas máquinas que nos conducen;
Por el arroz con leche de mi abuela, las natillas de mi tíaY los paseos hasta los columpios del Floridablanca con mi abuelo;
Por los alumnos que han pasado y que me mandan hermosasPostales de islas míticas, y en las que me narran, entre otras cosas,Que mi esfuerzo sirve para algo más que para acercarlos a un libro;
Por los amigos, que siempre que los necesito, se hallanAl otro lado del hilo telefónico o dentro de una pequeña pantalla;
Por el alcohol que consumieron Pessoa, Poe y Baudelaire,Por el alcohol que yo consumiré mezclado con amantes;
Por aquellas mujeres, que, de una manera o de otra, me dejaronRecibir en préstamo durante años y a un interés ridículoSus cuerpos y sus ilusiones, hoy seguro que ya lejanas o apagadas;
Por poder disfrutar de esta ciudad única,Que se dice tuya al primer instante,Que se entrega ansiosa ya en la primera cita.
Y, mientras la tarde comienza a apagarse,Doy gracias al mundo por ser mundo,A pesar de nosotros y nuestra extraña manía de devastarlo,Y hago unas cuantas fotografías repetidas de otros viajes,De lugares para mí ya comunes, de los que jamás me canso,Como tampoco se cansa uno de Kavafis, Jayam o Juan Ramón,Mis propios paraísos particulares.
Como tampoco se cansa uno de regresar al cuerpo amado,Tantas veces recorrido y retenido, cuerpo que se prolongaHasta esa mano que siempre te pareció diminuta,Que sientes ahora que te acaricia la espalda y te dice,Con ese suave y simple gesto, que ya va siendo hora,Que habrá que cruzar el puente antes que anochezcaPara ir a contemplar, entrelazadosComo para una eternidad, la isla de St. Louis.
- Ángel Manuel Gómez Espada CRYING IN YOUR FACE
Me llamas por teléfono desde el trabajo,Que estás llorando sin motivo aparente,Que te duele horrores la cabeza.Me dices bienvenido a mi realidad cotidiana,Ésa de la que te olvidas cuando sales de mis sábanas.
Yo le digo que no sé quién es,Que creo que se ha equivocado de teléfono,Que los de audioconsulting no somos nosotros,Que ellos trabajan en la séptima planta.
Te cuelgo y huyo.
Tanto me duele oírte llorar.Tanto me duele.
- Ángel Manuel Gómez Espada RESUMEN DEL VERANO
RESUMEN DEL VERANO
Supimos por el olor del musgoQue las nubes se acercaban veloces.Ajenos a las advertencias maternales,Caminamos cientos de metros para ver gotas de lluvia.
Ahora, con los pies frescos, cogidos de la mano,Esperamos que el arco iris luzca.Y sin mediar palabras, funámbulos, regresamos a casa.
La cena fría. Después llegarán los besos.Y el recuerdo de esta breve tormentaMantendrá caliente nuestro amor.
Pronto ha de cubrir la nieve estos bosques.Hará de nosotros otros.
Textos y fotografías publicadas por Ángel Manuel Gómez Espada el 02/11/2011