Fue un 22 de noviembre, cuando el Bundestag o Parlamento alemán se vestía de gala para la investidura de Angela Merkel como la octava canciller de Alemania desde la Segunda Guerra Mundial. A las diez de la mañana comenzaba la ceremonia, y nueve horas después el primer Consejo de ministros de la Gran Coalición cerró una jornada histórica: Angela Merkel se convirtió en la primera mujer canciller de Alemania.
“El caso de Merkel es interesante porque representa una oportunidad histórica para que una líder de una formación conservadora haga política con un estilo diferente, es decir, no como los hombres”, explicaba en su momento Ángel Valencia Sáiz, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Málaga. Sin embargo, la delicada situación del país germánico, que trataba de reponerse de su estancamiento económico bajo las presiones continuas de la Unión, unida a su perfil conservador, por no hablar de un gobierno condicionado al 50% por los socialdemócratas, dificultaban la tarea de realizar una aportación feminista. Ahora, con la perspectiva del tiempo, podemos preguntarnos si se notó en algo que el cargo de canciller lo ocupaba una mujer o no.
“El gran problema alemán en su momento era una reorientación de su modelo de Estado de Bienestar, y esa fue una labor muy complicada. Desde el punto de vista simbólico, es un logro muy importante la primera mujer que es canciller en la historia de Alemania pero desde el punto de vista político, su aportación está por ver”, argumenta Valencia.
EL FENÓMENO DE LA PARIDAD
Y es que el fenómeno de la paridad está empezando a ser cada vez menos atípico en los modelos de Estado norteamericanos y europeos. El 14 de marzo de 2004, tras la llegada al Gobierno español de los socialistas, uno de los primeros anuncios de Zapatero, fue la formación de un Ejecutivo paritario, con una mujer, María Teresa Fernández de la Vega, al frente de la Vicepresidencia primera del Gobierno. Era un hecho histórico en nuestra democracia.
Y más adelante, los rumores de que Esperanza Aguirre (PP), presidenta entonces de la Comunidad de Madrid, podría aspirar a la presidencia del Gobierno en el caso de que se produjera un nuevo tropiezo electoral de Mariano Rajoy, cobraron mucha fuerza. Sin embargo, los expertos aún ven lejana la plena igualdad política entre hombre y mujeres.
“Se están dando avances en el ámbito de la paridad, es decir, que existan cuotas de representación para las mujeres en las estructuras de poder de los partidos, en la composición de los gobiernos. Ése fue el caso del gobierno anterior, por ejemplo o de los países nórdicos. Sin embargo, estamos todavía lejos de esa igualdad, sobre todo, en lo que se refiere a los puestos de liderazgo político”, concluye el titular de Ciencia Política.
Tal vez por ellos, aún hoy haya que destacar como excepcionales la figura de mujeres que han pasado a la historia como pioneras en el activismo político.