Han pasado ya dos años desde aquel 15 de mayo en el que la sociedad estalló en un grito de ¡no somos ciegos y mucho menos idiotas! No me suele gustar hablar de política en mi blog, pero creo que me puedo permitir este artículo sin recelos. Intento basarme siempre en una visión positiva del mundo y de las crisis, como he dicho mil veces: “En los peores momentos surgen las mejores ideas”, aunque es importante el hecho de que nos dejen desarrollarlas… Algo que tristemente no ocurre. La situación de nuestro país es para ponerse a temblar, no porque estemos ya en el hoyo, si no porque seguimos cayendo y nadie hace nada para evitar que nos estampemos.
6.202.700 personas en paro, son las últimas y escalofriantes cifras, ¿lo peor? Que esos números no son solo cifras, son personas y familias que luchan por mantener un techo sobre sus cabezas y un plato caliente que llevarse a la boca. ¿Mientras? Políticos gordinflones se pegan grandes comilonas en eventos para solucionar el mundo sin solucionar nada. Los recortes son importantes, no lo niego, pero creo que es bastante obvio que deben hacerse de forma equitativa, por igual y a todos, no hace falta estudiar matemáticas para eso, señores políticos… Sé que les cuesta comprenderlo porque muchos de ustedes no tienen ni el bachillerato, y ése es un gran problema porque… ¿saben? La juventud española es una de las mejores formadas del mundo y yo me pregunto, ¿cómo es posible que un país con tanto nivel académico e intelectual esté gobernado siempre por una panda de incompetentes? ¿Tenemos los políticos que nos merecemos? Eso dicen muchos, yo no lo creo. Da igual que sean de color rojo, azul, verde o violeta… Nos han demostrado que ustedes son todos iguales, igual de egoístas e igual de alejados de la realidad de la calle a la que sólo salen para sacarse la foto de turno. Pero tiemblen ahora, tiemblen como yo al pensar qué pasará cuando más de la mitad de la población no tenga ya nada que perder, ¿qué harán entonces? ¿Huirán con el dinero de sus chanchullos y sobres? La gente siente miedo e incertidumbre y eso unido a la creciente pobreza es mucho más peligroso que los cóctel molotov que tanto agobio os producen, porque esto, queridos políticos, es una bomba de relojería ¡hagan algo para evitarlo! No queremos más violencia en este país que todavía sana heridas.
El pequeño y mediano negocio, que es el que sustenta el país, ha sido acosado hasta el punto de estar al borde de la extinción; la juventud huye despavorida en busca de futuro; los ancianos mantienen a familias enteras con sus pequeñas jubilaciones, jubilaciones que sin trabajo joven desaparecerán porque no habrá quien las mantenga. Volvemos a la lógica matemática, espero que estén siguiendo la lección: por mucho que recorten, si no suman la ecuación seguirá dando negativo, cada vez más negativo… La gente no sale a protestar a las calles porque no tenga nada mejor que hacer, no es un hobbie eso de que te pegue hostias la policía, ¿se lo han planteado ustedes? ¿O seguirán diciendo que son cuatro perroflautas extremistas? Han pasado muchas cosas en dos años y eso es lo que venía yo ha contar.
Desde el 15 de mayo del 2011 hasta el día de hoy se han formado grupos y comisiones que trabajan por cambiar esta situación, ellos, ciudadanos de a pie, invierten muchas horas al día en esta ardua tarea sin sacar ni un duro por ello, lo hacen porque creen que es necesario, porque creen que su esfuerzo merece la pena. Mi idea de hacer este artículo vino de aquí, de la entrevista que me concedió la Comisión Legal del 15M, representada por Silvia Yañez. Quería que me pusiesen en situación y que me contasen la evolución del movimiento y los resultados del trabajo realizado durante estos dos años. Mi intención es que cada uno saque sus conclusiones con los datos aportados.
¿Cómo empezó todo?
La acampada empezó por gente que fue a protestar por las detenciones que hubo durante la manifestación de Democracia Real Ya (15M, 2011). La primera noche que decidieron acampar estuvieron algunos compañeros que luego formarían la Comisión de Legal por ahí, asesorando a la gente, mediando con la policía. Al día siguiente se constituyó la Comisión de Legal, al igual que Comunicación, Limpieza… A la gente le surgieron un montón de dudas legales: ¿si vienen los policías qué me pueden decir? ¿Qué me puede pasar por estar aquí? ¿Se pueden usar altavoces? Por eso tenemos en el blog un montón de documentos y muchos de ellos son de esa época que van enfocados a eso. Al uso del espacio público y todo el tema de comunicación a delegación del gobierno, que tanto sudor y lagrimas nos está costando a todos.
¿Qué es 15M y qué no?
Esa es una cuestión difícil de responder, nos hemos diversificado. El movimiento ha pasado de estar centralizado en la Comisión de Sol a centrar su actividad en los barrios. La única comisión que sigue trabajando de forma unificada es la nuestra, Legal, aunque nos facilita bastante el trabajo el hecho de que estén surgiendo también pequeñas comisiones barriales con los mismos objetivos que nosotros. Cada barrio tiene sus problemas y necesidades, es más fácil actuar conociéndolos desde cerca.
¿Cuál es vuestra actividad desde la Comisión Legal Sol?
Llevamos sanciones administrativas, detenciones, y hemos empezado a poner denuncias por ejemplo para que la policía cumpla la ley y vaya identificada (en esta denuncia hemos aportado casi 250 fotografías de policías sin identificar). También asesoramos a la gente sobre normativa municipal y nacional.
Cuando hay manifestaciones o convocatorias, lo cubrimos todo. Se publican dos nombres por Twitter y en la red en caso de detención se puede así designar el abogado por eso, mucha gente va a las manifestaciones con nuestros nombres y apellidos apuntados en el brazo. Además hay una persona con un teléfono 24h (Tlf: 665 225 665) para poner en contacto a los afectados con los abogados de guardia, también ofrecemos servicio atención a las familias de los detenidos en las comisarías, suelen estar muy nerviosos y asustados…
Y… ¿Todo esto lo hacéis gratis? ¿Sacáis algo de vuestro trabajo?
Sí, lo hacemos porque queremos, porque creemos que podemos ayudar y no necesitamos nada a cambio, desempeñamos nuestra labor de forma totalmente gratuita. Es cierto que nos quedamos apenas sin vida porque a parte tenemos nuestros trabajos, pero creo que merece la pena luchar por lo que es justo.
Multas, detenciones… ¿Con qué objetivo?
Desmovilizar y no respetar nuestro derecho fundamental de reunión, hay mucha gente en paro y los bolsillos de los ciudadanos no andan en sus mejores horas, ¿quién se puede permitir pagar 500 o 600€ por manifestación?
Eso es mucho dinero… ¿Tenéis datos de cuanto lleva recaudado el Estado?
Hasta el 15 de abril 962 personas han sido sancionadas, recaudando el Estado con ello 299.600€.
¿Ha cambiado algo en estos dos años?
Ahora hay presencia en las plazas, costó mucho conseguirlo porque la policía siempre intentaba disolver las reuniones. Se ha creado conciencia crítica y eso es muy importante, cada vez nos creemos menos lo que nos dicen. La movilización que hay con la sanidad y educación no habría pasado sin un caldo de cultivo previo. También hemos notado un retroceso abismal con la llegada de la Delegada del Gobierno Cristina Cifuentes, han subido las multas tanto en precio como en cantidad y se reparten de forma indiscriminada. Nos han llegado muchos casos de gente que ha sido sancionada sin ni siquiera haber participado en la manifestación.
¿Cómo puede pasar eso? ¿Multas sin haber cometido un delito?
Como ya pasó en la manifestación del pasado 27 de octubre, la policía llega una hora antes y pide el DNI a la gente que está por la zona alegando que es un control rutinario, dos meses después te llega una multa a casa. Muchas de esas personas ni siquiera participan después en la manifestación… Además, aunque lo hicieran… todo el discurso que maneja la Delegación de Gobierno no tiene sustento legal, las manifestaciones si son pacíficas no hay porqué pedir autorización previa, los únicos que pueden tener problemas son los convocantes, ¡no los participantes!, esto no es un invento nuestro, aparece detallado en el artículo 21 de la Constitución y en la Ley Orgánica 9/1983 de 15 de julio que regula este derecho a la reunión.
Y el futuro, ¿claro u oscuro?
No se sabe y no me gusta hacer predicciones, lo único positivo es que cada vez somos más echando una mano, cada vez más gente contacta con nosotros y viene gente nueva. Cuantos más seamos más fácil será cambiar las cosas.