
Tal día como hoy debe ser de festejo tanto para los pirómanos como para los fanáticos e intransigentes que se dedican a chamuscar al prójimo. Porque el 30 de mayo de 1416, en el Concilio de Constanza, la Iglesia Católica mandó quemar vivo a Jerónimo de Praga por salir en defensa del religioso reformista, Juan Hus, tildado de hereje. Y ese mismo día de 1431, Juana de Arco fue achicharrada viva por los ingleses en la localidad de Ruan (Francia) y en el marco de la Guerra de los Cien Años.
¿Qué tendrá el fuego que tanto gusta a los exaltados de ayer y de hoy?