Anna Karenina (Joe Wright)

¿Necesitábamos una nueva versión cinematográfica de la novela de Tólstoi? Seguramente no. Por eso se agradece que Joe Wright al menos haya apostado por una reinterpretación del ya muy consabido clásico, y nos traiga una película en la que la dirección de arte lo es absolutamente todo.
Más allá de maquillajes y vestuarios, la historia de esta Anna se desarrolla casi en su totalidad dentro de un teatro, donde los módulos y los actores se van alternando para interpretar las diferentes escenas, de una forma tan inmensamente bella como carente de fondo es su argumento.
Porque Anna Karenina versión 2012 no aporta profundidad a ninguno de sus personajes, lo que puede llegar a ser perdonable para el que la ve conociendo el fatídico final de la protagonista y se puede entretener embobándose con cada escenario. Pero para los que quieran aproximarse a la complejidad y los matices de esta potente historia de amor,  tendrán que:
A- Recurrir a la novela
B - Ver las actuaciones de Greta Garbo o Vivien Leigh (mucho más inmensas que la de Keira Knightley) si no encuentran valor para tantas páginas.