Uno de los signos de este trastorno es la distorsión de la imagen corporal.
La característica esencial de la anorexia nerviosa es el rechazo a mantener el peso por encima del valor mínimo normal para su edad y talla; un deseo de perder peso y terror ante la gordura que se convierte en el centro de todas sus preocupaciones y que perturba gravemente el resto de facetas de la vida de estas personas.
Es habitual que esta alteración se inicie a raíz de recibir alguna crítica directa o indirecta sobre que se está "algo gordita", con lo que empiezan a restringir la ingesta, tanto en la calidad como en la cantidad del alimento.
De este modo, se meten en el mundo de la dietética, convirtiéndose en grandes expertas y llevando las rígidas consignas que se habían fijado como meta. En su deseo de estar delgadas, se marcan un margen de seguridad; es decir, establecen el peso que deben tener, pero adelgazan un poco más para prevenir cualquier aumento que no estuviera en sus cálculos. Lograda la pérdida de peso, siguen reduciendo la cantidad de calorías que ingieren por día.
Aparecen rituales alimentarios peculiares (cortar y arreglar minuciosamente la comida en los platos, esconder alimentos, etc.) y aunque tengan hambre, es tal el horror que sienten a dejarse llevar, que tienen la necesidad de mitigar sus efectos, por ejemplo, bebiendo mucha agua, tomando laxantes o induciéndose el vómito después de comer. Estos comportamientos dirigidos a la pérdida de peso no sólo se limitan a la ingesta, sino que se complementan con una exagerada actividad física.
Otra de las características clínicas es la distorsión de la imagen corporal, operativizada como verse gorda aun estando demacrada, si bien hay diversos estudios que ponen de manifiesto que no es una característica exclusiva de la anorexia nerviosa y no siempre se se manifiesta en estos términos.
La negativa a comer va a provocar graves consecuencias físicas. En muchos adolescentes se retrasa su desarrollo sexual y, en las adultas, no sólo disminuye su interés por el sexo sino que éste se convierte en un tema conflictivo. La paciente anoréxica, reforzada por los valores sociales y a veces por su propia familia, minimiza el problema y su gravedad. Esta falta de conciencia de la enfermedad hace que acuda a consulta cuando se encuentra en un estado muy avanzado de demacración.
Tipos de anorexia nerviosa
1. Tipo restrictivo: durante el periodo de anorexia nerviosa, la persona no recurre regularmente a atracones o a purgas ( provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).
2. Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, la persona recurre regularmente a atracones o purgas ( provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).
Signos de anorexia
A continuación te describo varios signos a nivel físico, emocional y conductual, que son característicos de este trastorno:
1. Pérdida de peso y desnutrición.
2. Rigurosa dieta alimentaria.
3. Conductas para perder peso ( autoprovocación del vómito, abuso de diuréticos y laxantes, ejercicio físico exagerado).
4. Miedo a engordar.
5. Elevado perfeccionismo y baja autoestima.
6. Distorsión de la imagen corporal.
7. Tristeza, ansiedad, irritabilidad, depresión.
8. Signos físicos ( piel seca y arrugada, ojos hundidos, caída del cabello, ausencia de menstruacción).
Cerca del 95% de las personas que sufren este trastorno son mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia, a veces antes y menos frecuentemente en la etapa adulta. La anorexia nerviosa afecta principalmente a las personas de clase media y alta.
Tratamiento
El tratamiento debe seguir los siguientes objetivos:
1. Restablecer el peso del paciente a un nivel saludable.
2. Tratar la baja autoestima.
3. Dirigir el pensamiento distorsionado.
4. Ayudar al paciente a a dearrolar cambios conductuales que duren a largo plazo.
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Un saludo y hasta el próximo post.