Una vez más llegan los exámenes de enero, acompañados de muchas horas de estudio, nervios y ansiedad. La ansiedad es un síntoma muy frecuente entre la población escolar, que afronta una presión social, centrada en obtener buenos resultados académicos. Se ha realizado un estudio en el que han colaborado profesores de las universidades de Minho, Oviedo, A Coruña y Sao Francisco. Dicho estudio saca a la luz la relación entre la ansiedad y las variables personales, tales como el sexo, la evolución académica, y familiares, como la formación de los padres, y el apoyo de los mismos ante el estudio de sus hijos.
Tras realizar el estudio, se han obtenido una serie de conclusiones clave de reflexión para conseguir hacer frente a la ansiedad, y tener una actitud proactiva ante el estudio y los exámenes.
En general el género femenino tiende a padecer mayor ansiedad por el comienzo de exámenes. Esto es así porque las chicas suelen tener mayor compromiso social, por lo que se involucran de una manera mayor en obtener mejores resultados. Socialmente, la educación hacia los chicos les lleva a no mostrar públicamente algunos sentimientos, como la ansiedad, por lo que consiguen no padecerla tan intensamente como las chicas, que suelen reconocerlo abiertamente.
Un segundo factor es la influencia que tiene la formación de los padres. Se entiende que los padres con mayor nivel de estudios empatizarán de mejor manera con sus hijos, por lo que les apoyarán y ayudarán con sus tareas académicas. Esta mayor implicación se refleja en los hijos como apoyo y seguridad, por lo que la probabilidad de padecer ansiedad hacia los exámenes será menor o nula.
Otro aspecto clave es la predisposición y la actitud del estudiante hacia el estudio. Los estudiantes que han tenido un buen recorrido académico, obteniendo buenas calificaciones y sin suspender ningún curso, muestran niveles muy bajos de ansiedad, ya que saben que son capaces de afrontar el periodo de estudio y exámenes, para obtener buenos resultados.
Sin embargo, las personas que han suspendido algún curso muestran una menor implicación en el estudio de la materia, ya que conciben dicha tarea como un camino duro, en lugar de una oportunidad de aprendizaje y superación. Consecuentemente, esto trae consigo una mayor procrastinación, es decir, posponer constantemente el estudio para evitar caer de nuevo en la ansiedad.
Una vez expuestos los resultados de dicho estudio, cabe decir que es necesario llevar a cabo una serie de medidas para evitar, en la mayor medida posible, que los estudiantes padezcan ansiedad ante los exámenes. La labor de los profesores y de los padres es muy importante en este proceso. Ambos deben utilizar métodos pedagógicos que ayuden a los estudiantes a entender la materia, interiorizarla y ver el período de exámenes como un reto académico, y no generador de ansiedad. De esta manera disminuiría la procrastinación, ya que el alumno valoraría hacer las labores académicas como un reto, y no como una obligación.
Por lo tanto este estudio deber ser la herramienta para formar a los estudiantes siendo personas competitivas, responsables y comprometidas, teniendo siempre el apoyo de personas influyentes de nuestro entorno, como es el caso de los padres.