Ansiedad y esquizofrenia, ¿qué relación existe entre ellas?

En muchas ocasiones, la esquizofrenia guarda una estrecha relación con la ansiedad. ¿Existe un tratamiento para esta última?

La ansiedad es un fenómeno psíquico universal, que todos experimentamos en mayor o menor medida en la vida cotidiana. Es por esto que podemos hablar de que existe una ansiedad normal, adaptativa que sirve para prepararnos para responder en las mejores condiciones posibles ante circunstancias amenazadoras o de riesgo.Sin embargo, cuando la ansiedad no es adaptativa, cuando el peligro al que pretende responder no es real y el nivel de activación y su duración son desproporcionados con respecto a la situación objetiva, cuando esta ansiedad no es capaz de generar una respuesta adecuada, hablamos de ansiedad patológica.Los trastornos de ansiedad son muy frecuentes en la población. Alrededor de un 20% de la población mundial padecerá un trastorno de ansiedad en algún momento de la vida. Además, la ansiedad también es un síntoma que frecuentemente acompaña a gran variedad de cuadros clínicos tanto médicos como psiquiátricos. En el caso de la esquizofrenia lo hace con una frecuencia importante, estando presente en el 38% de las personas diagnosticadas de esquizofrenia. La presencia y la severidad de los síntomas de ansiedad están asociados a una presencia de síntomas más graves y a un peor curso de la esquizofrenia. Por lo tanto, la intervención específica en los síntomas de ansiedad es prioritaria en estos pacientesAnsiedad exógena y ansiedad endógenaDentro de la ansiedad patológica se distingue la ansiedad exógena (el estrés) y la endógena.El estrés se produce cuando se supera la capacidad de hacer frente a un estímulo externo intenso o duradero en el tiempo, mientras que la ansiedad endógena tiene habitualmente un origen más biológico, es decir, que la persona que la padece tiene vulnerabilidad  o tendencia a presentarla. Normalmente carece de causa externa aunque lo que se observa es que estas personas tienen el umbral de la ansiedad más bajo, lo cual hace que ante estímulos poco intensos sean capaces de producir síntomas de ansiedad importantes y patológicos.En relación con la esquizofrenia, en varios estudios se ha observado que altos niveles de ansiedad se relacionan con una mayor gravedad e intensidad de síntomas positivos, es decir, con un mayor número de alucinaciones o delirios, o al menos con el mantenimiento de estos síntomas en el tiempo. Sin embargo, la relación entre ansiedad y empeoramiento de síntomas negativos (apatía, desmotivación, aislamiento, embotamiento afectivo) no se ha demostrado.Por otro lado, se ha descrito otro tipo de ansiedad en la esquizofrenia: la ansiedad psicótica, un tipo de ansiedad secundaria a la presencia de ideas delirantes y alucinaciones que, al ser normalmente de contenido negativo, puede llegar a generar una ansiedad muy importante (se produce por ejemplo cuando se escuchan voces que insultan o amenazan o cuando se cree que nos están persiguiendo y van a matarnos).¿Cómo se trata la ansiedad en la esquizofrenia?En el caso de la ansiedad psicótica, la intervención tiene que ir orientada a la reducción de síntomas psicóticos. Inicialmente estos se tratan con antipsicóticos y ansiolíticos para después, en una fase de estabilización, realizar una intervención psicoterapéutica centrada en el desarrollo de propias estrategias de afrontamiento. De este modo se reduce el desasosiego y la incapacidad causada por los síntomas y el trastorno emocional asociado.En el caso de que la ansiedad sea la que empeora los síntomas psicóticos, la intervención será específica contra la ansiedad.En el tratamiento farmacológico  se podrán añadir ansiolíticos o antidepresivos (o se buscaran antipsicóticos con perfil más ansiolítico). Desde el punto de vista psicoterapéutico se pueden iniciar distintas intervenciones. Sobre todo se usa la terapia cognitivo-conductual, utilizando técnicas tanto conductuales como cognitivas en combinaciones diferentes según la sintomatología a abordar: relajación y respiración, entrenamiento autógeno, reestructuración cognitiva, exposición en vivo y diferida, detención del pensamiento, resolución de problemas, etc.Como conclusión, podríamos decir que la ansiedad es un factor pronóstico importante de la esquizofrenia, por lo que una intervención eficaz e individualizada puede hacer que se contengan o aminoren los síntomas propios de la enfermedad. 
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