Viñeta de Forges
Parece que comienza a llegar el frío; nuestro cuerpo, acostumbrado a las temperaturas suaves, debe adaptarse a otras más bajas y a más de uno nos pilla desprevenido. Pasamos de las chanclas y los pantalones cortos a las chaquetas y botas.Con estos cambios climáticos estamos más expuestos a sufrir los típicos resfriados, sobre todo las personas que están inmunodeprimidas, como los trasplantados. Además la piel se vuelve más sensible, sobre todo la de las manos, la cara y los labios, que están más expuestas a las agresiones del clima (frío, viento, lluvia).
Por todo ello, es conveniente que tomemos algunas precauciones:
- Hidrata y suaviza. El frío hace que disminuya el flujo sanguíneo y por ello la piel pierde elasticidad. Además, el viento frío favorece su sequedad y hace que se agriete con mucha facilidad. Hay que utilizar cremas hidratantes sobre todo en las manos y en la cara, que son las zonas que están más directamente expuestas al frío. Es conveniente también, proteger los labios y nariz con productos especiales para devolver la humedad perdida y formar una capa de protección frente a las agresiones del exterior.
- Abrígate muy bien. Es preferible hacerlo con varias capas de ropa, antes que con un jersey muy grueso. Así evitas que tu cuerpo pierda calor y sufra una hipotermia y puedes quitarte prendas cuando entras en una estancia caldeada. También recuerda tapar tu boca y respirar por la nariz ya que esta actúa como un filtro que purifica el aire que respiras y lo calienta antes de que llegue a los pulmones.
- Cuidado con la calefacción. La calefacción reseca mucho el ambiente lo que hace que las fosas nasales se resequen mucho. Lo mejor sería tener un humidificador o vaporizador que mantenga la humedad del ambiente.La temperatura ideal es entre 18 y 21º. También es muy importante ventilar cada día unos minutos la casa.
- Evita las aglomeraciones de gente. Aunque esto es muy difícil de realizar en ocasiones, deberíamos evitar al máximo estar presente en lugares muy masificados, sobre todos las personas que tenemos las defensas muy bajas por la inmunodepresión.
- Lávate adecuadamente las manos. Al llegar a casa es muy importante lavarse las manos con agua y jabón, sobre todo si viajas en transporte público, después de utilizar los carros de compra de los supermercados o si hemos estado en contacto con personas enfermas.
- No descuides el ejercicio. A pesar de que el frío no invita a salir de casa, se puede acudir a un gimnasio, a un centro de baile, e incluso en casa podemos hacer al menos 30 minutos de ejercicio. Mantenernos activos nos ayudará a mantener la vitalidad y conservar el tono muscular.