Me hace gracia cuando los pablemitas se quejan de que Ciudadanos es una marca aseada del "sistema" para su perpetuación. "Aseado" se ha convertido en una declaración política y eso está relacionado con una estética y con una llamada a la proyección del voto (la gente no vota propuestas sino que elige a la persona que le gustaría haber sido en otra vida o a la que aspira a ser). No me enrollo con el tema de la estética porque para ese debate —política y estética— hacen falta filósofos y a esta hora están todos ocupados recogiendo fresas.
Esto no puede ser malo.
Impuesto de SucesionesLa crítica por lo del impuesto de sucesiones es sencilla: a nadie le gustan los impuestos como a ningún niño le gusta la coliflor. El impuesto de sucesiones además por lo que veo tiene que ver con pagar "dos veces por lo mismo". Cosa curiosa porque para ello se requeriría que el muerto se levantara de su tumba. Bonita estampa la de zombis en las oficinas de hacienda pagando impuestos.
Al menos en la CAM la propuesta de Ciudadanos sobre el IS vendría a ser en la práctica una subida de este impuesto. Que en campaña electoral un partido político prometa subir un impuesto se merece como mínimo leer la letra pequeña.
Aclarando de nuevo impuesto sucesiones: 1 millón excluido POR HIJO, y excluida la vivienda familiar, y excluida la empresa propia. #debatetm— Luis Garicano (@lugaricano) Mayo 11, 2015
Un millón de euros por heredero excluyendo vivienda y negocio familiar no parece algo que afecte al pepito común (Australopithecus hispaniensis). Ah pero que sea un impuesto que recaiga sólo sobre los más ricos no es algo que para los liberales justifique el impuesto, al fin y al cabo no somos intolerantes ni queremos discriminar a las personas sea cual sea su condición personal. De esto habla Rallo profusamente diciendo que la sociedad no es quién de valorar el mérito que alguien tenga para obtener en un momento dado un cierto patrimonio. El problema es que en el caso de una herencia el mérito del heredero o la elección del que muere no tienen nada que ver. La ley obliga a que parte de la herencia se transmita de forma automática. Cuando se trata de la legítima ¿qué elección tiene el que deja herencia? Ninguna.
Descartados los zombis pagando impuestos, descartada la libre elección y descartado que el impuesto sea indiscriminado; no parece mucha locura que exista un impuesto de sucesiones. Es una guarrada, sí, pero no es una locura ni una ocurrencia. Además, hay gente muy loca que piensa que los detestables impuestos son el precio que hay que pagar por la civilización. En nuestro caso los impuestos los aprueban legisladores elegidos por mayorías y además lo hacen en un ambiente legal de controles y equilibrios de poder para evitar la arbitrariedad del poder estatal y los abusos de las mayorías (esta es otra derivada, pero los equilibrios de poder hacen que debamos pensar en la descentralización de la recaudación fiscal).
Si miramos lo que decía Ciudadanos del IS en Cataluña (pdf), parece que son conscientes de la guarrada que supone este impuesto. Lo llaman "abusivo" y les parece mal que penalice el ahorro y que los bancos se aprovechen con sus lunáticas comisiones. La nueva propuesta, realizada a nivel nacional, baja el actual IS que se paga en Cataluña.
Podemos incluso ser malvados y hacer algo que nunca se hace en España y es ver quién gana qué. E incluso podemos hablar de la fantasía de la clase media: gente que por tener un zulo a 500 metros de línea de playa piensa que es clase media. O su reverso tenebroso: gente que sí es clase media o media-alta (restaurada casita de piedra en sitio lluvioso y postres de confitería los domingos) que cree que el resto del país vive como ella. Impresiones que tienen que ver con una estética proyectiva: cómo quiero que los demás me vean y cómo quiero ver a los demás.
Y luego dicen que los filósofos no sirven para nada, pues en este debate alguno necesitamos.
Efebocracia
El titular: «Albert Rivera quiere excluir de la regeneración democrática a los nacidos antes de 1978».
La cita: «La regeneración democrática y política pasa por gente nacida en democracia, que no tenga mochilas, que no tenga dinero en Suiza ni casos de corrupción» (El yerno de España).
Aquí no sólo necesitamos a un filósofo sino también a un filólogo. A mí alguien me tendrá que explicar qué tiene que ver el titular con la frase. Porque el titular sin duda viene a decir que los nacidos antes del 78 están excluídos del debate político. Sin embargo la declaración del Yerno habla de que el debate político pasa por la gente nacida en democracia, esto es, que nuevamente gente de 30 o 40 años forme parte del protagonismo político de este país como lo formó precisamente hace 40 años cuando la dictadura decidió mutar en democracia.
Yo entiendo que a la generación del baby boom esto le chirríe. El caso es que en España hoy la incomunicación entre generaciones pasa por un momento agudo: no sólo las referencias políticas (¿y estéticas?) entre los mayores y los menores de 50 años (por situar un punto) son más diferentes que nunca, sino que los de la generación Y hemos crecido en medio de una singularidad tecnológica que ha cambiado el planeta: relaciones personales, intercambios comerciales, conceptos de fronteras nacionales, inmediatez, invisibilidad, costumbres de ocio, etc.
A esto se le suma la extendida sensación de que a los jóvenes nos han quedado las sobras del plato que se comieron nuestros mayores. Si miramos el universo laboral entre jubilados o gente que está a punto de jubilarse y jóvenes que salen al mercado laboral, las condiciones de vida parecen de planetas diferentes. Hace 40 años uno aprendía las cuatro cuentas en la escuela, le enchufaban en una empresa de su pueblo y ahí se quedaba toda la vida. Hoy ese mundo no existe. Lo de nacer, estudiar, trabajar y jubilarse en el mismo sitio no existe. Lo del trabajo para toda la vida no existe. Lo de estudiar para trabajar no existe. El propio concepto de jubilación la gente de mi generación ya lo ha descartado.
No quiero decir que antes la gente no las pasara canutas, cada época tiene sus más y sus menos, lo que quiero decir es que la promesa intergeneracional que aparece por primera vez en la Primera Guerra Mundial, se ha roto. Lo de una gruesa clase media que pacte el sostener una serie de servicios públicos enfocados a tomar de la mano a aquellos que se quedan por el camino ya no existe. Los que crearon aquel mundo sí viven protegidos por esos servicios públicos y esa trama de experiencias y hacen bien. Pero como ese mundo no se extendió en el tiempo, quienes venimos detrás ya no estamos ahí metidos.
Esta situación dudo que se pueda sostener durante mucho tiempo. Las luces rojas ya están en los pronósticos demográficos y parte de su efecto de hecho yo lo creo ya irreversible.
Por todo ello, lo de Rivera cuando dice que el cambio político pasa por los jóvenes no sólo no me parece una cafrada, sino una perogrullada que no hay ni que mencionar porque se da por sentada.
Pactar con cualquiera
Titular: «Rivera: “Es posible pactar con el PP y con el PSOE, incluso con Podemos”».
Letra pequeña (del Yerno): «No creo en los Gobiernos de coalición; no dan estabilidad. Yo lo vi en el Gobierno tripartito en Cataluña. Nosotros no estaremos en el Gobierno si no lo presidimos».
Un pacto para formar gobierno en el que no se participe en ese gobierno no parece un contrato que ligue para toda la vida ni parece relacionado con entregar tu virginidad a un hechicero malvado. Dicho esto, ayudar a formar gobierno a cualquiera que no seas tú, siempre conlleva problemas. Tu carta negociadora llega hasta un punto igual que la carta negociadora de la otra parte. Creo que le llaman política a eso, aunque no estoy seguro.
Desde luego que los acuerdos tendrán que depender de esas cartas negociadoras, puntos del programa, exigencia de no tener a chorizos en poltronas, etc. Lo que no se puede hacer es plantear un cordón sanitario previo como hace el señor que vende camisas en ElCorteInglés.
El único caso de negar previamente un pacto que yo pueda entender es el de Bildu. Pero a esto ni siquiera podemos llamarle "excepción", ya que Bildu no es un partido político sino un error de nuestra política antiterrorista. En lo que se refiere al partido de la Gürtel, al de los ERE o al de la represión chavista, siempre queda el recordar que al fin y al cabo la gente les vota (igual que votan a Ciudadanos que para muchos es un partido de cuñados y revenidos sin casta). Es un fastidio que otra gente no vote lo mismo que tú. El caso es que esto no tiene solución, salvo el ahorrarnos las incómodas elecciones porque las ganan otros. Yo no recomiendo esta vía porque corres el riesgo de que te hagan lo mismo a ti y luego vienen los lloros y el dónde está mi hija y el se venden muebles y las colas y un guirigay de narices.
Matiz de última hora: «Solo descartamos llegar a acuerdos con los que quieren romper España».
Lo de los pisos patera
Recién salido del horno, señora.
Titular: «Ciudadanos: dos personas por habitación, límite para habitar una casa».
Reacción popular:
Hola, @Albert_Rivera. Si una familia con tres hijos, solo puede permitirse un piso de dos habitaciones. ¿Qué hacemos? ¿Les quitamos un hijo?— Alfonso (@springsteen_81) Mayo 12, 2015
Que hay cientos de chinos empadronados en la misma casa de tu barrio es un conocimiento popular. Que Lavapiés empieza a parecerse a una pesadilla de Charles Dickens, también. Que estas condiciones de vida propias de la posguerra afectan a más gente de la que nos parece aceptable, es un hecho.
EL NORTE NO OLVIDA
La ley ya persigue aquellos casos de acumulación de personas en espacios reducidos porque afectan a terceros. Paseando por Lavapiés parece que la ley tal como está no es útil. Desde luego que esto es parte de una conversación más larga: cómo las viviendas públicas se usan para especular, cómo "no cuadra" la cantidad de pisos vacíos con su demanda, etc. Que se diga que hay que ponerle coto a esto yo supongo que no significa que haya que echar a las familias de los pisos pequeños. No sé, vaya, digo yo.Coda
Últimamente los sondeos indican que Ciudadanos le está comiendo la tostada al PP. A nadie le puede llamar la atención que gran parte de estas críticas vengan de Madrid, lugar donde está en juego el anillo único para dominarlos a todos.
Ah, Madrid, ¿qué sería de España sin Madrid? ¿Un atolón? ¿Un donut? ¿Un hula-hoop?