Antes de la competición (I): trucos para alimentarse bien

La alimentación, sobra decirlo, es esencial en cualquier deporte. En cualquiera, y por supuesto también, y especialmente, en el ciclismo, un deporte que suele contener resistencia, fuerza, velocidad, agilidad, destreza, y cuantas virtudes deportivas queramos destacar: todo eso tiene el ciclismo.

Excepto los profesionales que cuentan con el respaldo de un gabinete médico y nutricional que diseña cuidadosamente sus dietas, el resto de los mortales, la mayoría aficionados sin más equipo que el guardan en su vivienda, han de decidir ellos mismos. Qué les conviene, qué no. Esto cobra una importancia superlativa cuando se trata de alimentarse en los momentos previos a la competición. ¿Qué como antes de la salida?

Hay respuestas que no por elementales dejan de ser verdades como puños. Por eso ahí están los Hidratos de Carbono que, como ya todos sabemos, son la principal fuente de energía para ese motor interno que es nuestro organismo. Los carbohidratos jugarán un papel más que relevante llegada la competición, y por eso nos aplicaremos bien con ellos antes de que empiece ésta.

Hemos de asegurarnos de llenar los receptores de glucógeno del organismo (hígado y todo el sistema muscular) a su máximo de capacidad antes de la salida.

Estaría bien probar a alimentarse siguiendo las directrices que a continuación vamos a exponer antes de la prueba, en días  de entrenamiento fuertes y prolongados. Esto permitirá a uno medirse y evitar riesgos antes y durante la competición; riesgos tales como alimentos que no sientan bien, digestiones pesadas, calambres abdominales. Mejor darse cuenta antes en un entreno que el día de una prueba importante señalada en el calendario.

Es habitual hacer una comida fuerte antes de la la competición, bien sea la comida si se trata de una prueba en jornada de tarde, o el desayuno si, como suele ocurrir, la prueba se inicia a media mañana. Y tanto la una como el otro han de contar con importantes cantidades de Hidratos de Carbono.

Por el contrario, debemos reducir notablemente las proporciones de proteínas y grasas en esta última gran ingesta. Así evitaremos intoxicar y cargar de trabajo en forma de digestiones pesadas el sistema digestivo.

Para cuidar el más mínimo detalle, enseguida anunciaremos algunos consejos relativos a la última comida, la de antes de la competición:

– Evitar ingerir bebidas frías en esta comida, y si es posible, hidratarse convenientemente antes de iniciar la ingesta de alimentos

– No tomar bebidas azucaradas, alcohólicas o carbónicas

– Los alimentos cocinados han de comerse a temperatura templada. Ni muy fríos ni demasiado calientes

– Si se trata de alimentos refrigerados, hay que sacarlos del frigorífico una hora antes para asegurar que tendrán la temperatura idónea.

– Evitar en lo posible alimentos con mucha fibra que puedan apelmazar la digestión. Hay que tratar de obtener digestiones ligeras y no sobrecargar los intestinos en exceso

– Algunos alimentos son especialmente pesados para algunas personas, como puede ser la lechuga, ciertas verduras y aquellos alimentos que siempre hay a quien no le “sientan” bien, por los motivos que fueren. Cada persona sabe mejor que nadie lo que no le entra en su propio cuerpo sin consecuencias pesadas. Evítenlos.

– No comer salsas elaboradas ni condimentos o especias que puedan retrasar el proceso digestivo.