Una de las secciones de este blog hace referencia a Sport Management. El deporte tiene muchas enseñanzas y valores que se pueden trasladar a la vida, en general, y al mundo de la empresa, en particular. De hecho varias personas colaboramos en el blog Aprende del Deporte (@aprendeldeporte), dirigido por Eugenio de Andrés (@rrhhypersonas) y Eduardo Schell (@eduardoschell).
En este blog hemos hablado, por ejemplo, de Rafa Nadal y lo que el ojo no ve, de Raúl González: un ejemplo para directivos, de diferentes entrevistas sobre Deporte y Comunicación o de personajes como Mourinho. Y hemos analizado qué representan partidos como un Madrid-Barça, desde el punto de vista político y económico, o comentado aspectos de la selección española o las claves de gestión de un vestuario.
También hemos recomendado algunos libros interesantes como: Nadal: pasión y coraje, Liderazgo Guardiola: cómo lograr que tu equipo sea admirado, El Mundial de la Roja: lecciones prácticas del mejor equipo del mundo, Todos mis hermanos o Jugar con el corazón, entre otros.
Hoy os hablo de otra obra: Antes de que se me olvide (Turpial, 2010), de Juan Manuel López Iturriaga, en la que ex jugador de baloncesto del Real Madrid y la selección española cuenta su vida, desde sus orígenes en Bilbao, a su llegada a la capital muy joven, su desarrollo en el primer equipo del conjunto merengue así como del combinado nacional, su retirada y posterior trabajo como presentador y comentarista.
Lo más interesante, además de las anécdotas y el tono de humor en muchas ocasiones, son las lecciones de management. Lo que es el egoísmo individual que todos tenemos, la necesidad del equipo para llegar lejos, las lealtades (y deslealtades) que tienen lugar a lo largo de la vida, el ocaso de la carrera profesional (casi nunca fácil), la gestión de conflictos, la cultura empresarial (la del Real Madrid), la disciplina y otros valores y cuestiones diferentes.
Un libro ameno para conocer un poco mejor a Juanma López Iturriaga, una de las figuras importantes del basket español de la época de Corbalán, Fernando Martín, Rullán y otros. Me detengo en el capítulo 25 que lleva por título: La noche más triste. Relato sólo algunas líneas que pueden hacer pensar a más de uno:
"El éxito requiere muchas cosas. Talento, esfuerzo, oportunidad, paciencia, fortaleza y, por supuesto, una dosis de suerte. El de la selección española de baloncesto era un buen ejemplo. Si aquel balón de Radovanovi que se paseó por el artou decidió en el último momento caer fuera de la canasta hubiese entrado, ni medalla ni nada. Si la URSS no hubiese decidido devolver a EEUU su boicot anterior, la plata de Los Ángeles habría estado más cara. Siempre existe una clave que no depende de ti sino de cuestiones más aleatorias. De ellas, una de las más importantes es la capacidad de tu rival. El Madrid de la "quinta del Buitre" fue un equipo legendario. Lo tenían todo para haber marcado una época, y lo hicieron, pero de Europa, y la razón primordial fue que en sus mejores años coincidieron con un estratosférico Milán (...). El Barcelona de baloncesto de finales de los ochenta y principios de los noventa mereció sobradamente la Copa de Europa, pero tropezó con la Yugoplastika, una conjunción de extraordinarios jugadores que surgen cada veinticinco años. Gianni Bruno era un ciclista maravilloso, pero terminó hundido en la miseria al chocar año tras año con un tal Miguel Induráin. Michael Jordan es causante directo de que gente como Charles Barkley, John Sctockton o Karl Malone no pueden lucir ni uno solo anillo de campeones de la NBA, a pesar de haber completado unas carreras individuales sobresalientes. Coincidir o no con la aparición de deportistas o equipos singulares puede condicionar de forma determinante una carrera individual o colectiva. En los doce años que jugué con el Real Madrid, el de la temporada 84-85 fue uno de los mejores. Corbalán, Iturriaga, Jackson, Robinson y Martín, con Biriukov, Romay, Del Corral, etcétera, al acecho. Jugamos muy bien durante todo el año, ganamos claramente la Liga, la Copa, la Supercopa Europea y la de España. Pero no la Copa de Europa. La merecimos como nunca, pero nos falto algo. Más bien nos sobró. Se llamaba Drazen Petrovic".
Después de estas palabras de Itu, merece la pena recordar el libro de Malcolm Gladwell: Outliers (Fueras de serie): ¿Por qué unas personas tienen éxito y otras no? (Taurus, 2009), y del que hemos hablado aquí (ver post 05/07/10). El periodista pone muchos casos de que no basta talento y esfuerzo sino que existen otros factores incontrolables (familia en la que se nace, contexto histórico, país...) que no dependen de nosotros. Sería algo así como el destino trabaja a favor de unos y otros, o aquello de que unos nacen con estrella y otros estrellados. Uno de los ejemplos que hemos hablado aquí llevaba por título: Pospongan el sexo hasta el mes de abril. Merece la pena leerlo.